El comportamiento del empresariado argentino volvi贸 a ser objeto de debate a partir de las menciones recientes de miembros importantes del Gobierno (Kicillof, Capitanich y la propia Presidenta), y tal como qued贸 reflejado en la nota de Alfredo Zaiat del 13 de septiembre y el flamante libro de Aldo Ferrer sobre el tema. Aqu铆 presentamos algunas reflexiones que surgen de un estudio sobre el poder econ贸mico durante el kirchnerismo.
La notable extranjerizaci贸n que sufri贸 la econom铆a argentina en la d茅cada del 鈥90, que se mantuvo sin grandes cambios en la posconvertibilidad, expresa la debilidad del capital nacional respecto del for谩neo. El gran empresariado local ha venido resignando porciones relevantes de la estructura econ贸mica y se ha replegado, con pocas excepciones, hacia el procesamiento de recursos b谩sicos relacionados con la 鈥渧ieja鈥 (pero sumamente actual) inserci贸n del pa铆s en la divisi贸n mundial del trabajo. Estas actividades no dependen en lo sustancial del poder adquisitivo del salario y son poco generadoras de empleo. Entre los 鈥渕iembros ilustres鈥 de esta fracci贸n del poder econ贸mico se destacan los grupos Arcor, Ledesma, Madanes, P茅rez Companc, Techint, Urqu铆a y Vicent铆n, que en la posconvertibilidad se vieron ampliamente beneficiados y, en muchos casos, potenciaron la internacionalizaci贸n de sus actividades que hab铆an alcanzado en la fase neoliberal (por la v铆a exportadora y/o a favor de inversiones en otros pa铆ses).
A ellos deber铆a agregarse un conjunto de grupos empresarios que experimentaron un crecimiento notable bajo los gobiernos kirchneristas y que antes ocupaban lugares marginales o inexistentes en la din谩mica de acumulaci贸n y en el seno de los sectores dominantes. Dicha expansi贸n econ贸mica y patrimonial fue posible por la participaci贸n activa de estos actores en muchas de las 鈥溍eas de negocios鈥 que se habilitaron desde el sector p煤blico en diversos rubros: construcci贸n, infraestructura, energ铆a, medios de comunicaci贸n, juegos de azar (Electroingenier铆a, Calcaterra, Caputo, Indalo/Crist贸bal L贸pez, Pampa Holding).
La expansi贸n de estos holdings 鈥渘uevos鈥 fue posible por tratarse en general de actividades no transables y reguladas por el Estado, en las cuales los v铆nculos formales e informales entre pol铆ticos y empresarios son claves. Pero m谩s all谩 de posibles favoritismos, lo m谩s interesante por remarcar es que no se trata de un nuevo conjunto de 鈥渃ampeones nacionales鈥 fomentados desde el aparato estatal, a la manera de los chaebols coreanos, para disputar una porci贸n del mercado mundial en sectores din谩micos o intensivos en conocimiento, sino que se vinculan con el aprovechamiento de espacios de acumulaci贸n que operan a resguardo de la competencia externa.
Es por ello que, a pesar de las diferencias que puedan establecerse entre estos capitales y los anteriores (procedencia social de los propietarios, trayectoria hist贸rica, inserci贸n sectorial de las firmas, grados de articulaci贸n con el capital extranjero, relaci贸n con el sistema pol铆tico y la intervenci贸n estatal), es claro que, vistos en conjunto, su crecimiento en los 煤ltimos a帽os no ha contribuido a impulsar una reindustrializaci贸n basada en el desarrollo de nuevas capacidades productivas que puedan potenciar las ventajas din谩micas de la econom铆a argentina, como mecanismo para hacer viable una sociedad m谩s igualitaria y reducir el nivel de dependencia. Si a esto se le suma la propensi贸n a fugar capitales que ha tenido esta fracci贸n del empresariado en las 煤ltimas d茅cadas, dif铆cilmente se puedan considerar estos actores como agentes del desarrollo.
En la actualidad, pese a ciertas construcciones discursivas y a la eventualidad de algunos conflictos 鈥渆n el margen鈥, se manifiesta una fuerte confluencia de intereses entre el capital extranjero y los diferentes segmentos del gran capital nacional. En un caso, el de los 鈥渕iembros ilustres鈥, por su inserci贸n en el mercado mundial a partir del aprovechamiento de las ventajas comparativas dom茅sticas. En el otro, el de los 鈥渘uevos burgueses鈥, porque all铆 tampoco se busca modificar las modalidades de inserci贸n de la Argentina en la econom铆a global, en la medida en que el objetivo casi excluyente pasa por garantizarse ciertos 鈥渘ichos de privilegio鈥 al amparo de m煤ltiples acciones y omisiones estatales. El problema es que, en ambos casos, el resultado es el mismo: la profundizaci贸n de un perfil de especializaci贸n sumamente regresivo en diferentes dimensiones y una inserci贸n pasiva y subordinada en el mercado mundial.
Esto marca una diferencia sustancial entre el caso argentino y diferentes experiencias de industrializaci贸n tard铆a (Jap贸n o algunos pa铆ses del Sudeste asi谩tico), cuyas empresas nacieron mayormente como proveedores o clientes de compa帽铆as for谩neas pero luego se desarrollaron hasta terminar compitiendo con ellas. M谩s all谩 de las condiciones particulares que permitieron su despegue, muchas de las cuales son muy diferentes de nuestra realidad y en algunos casos ni siquiera ser铆an deseables, un punto central fue el rol que tuvieron las pol铆ticas industriales activas, que buscaron crear o fortalecer capitales asentados en la producci贸n fabril con creciente densidad tecnol贸gica. Ello, a partir de burocracias estatales con grados m谩s o menos relevantes de autonom铆a relativa respecto del poder econ贸mico.
En cambio, en la mayor parte de Am茅rica latina, y particularmente en la Argentina, los gobiernos no han llevado adelante una verdadera pol铆tica industrial y el grueso de los sectores dominantes sigue asent谩ndose en buena medida sobre la explotaci贸n de las ventajas comparativas que ofrecen sus recursos naturales o en 鈥渘ichos鈥 de negocios regulados por el sector p煤blico. De all铆 que las distintas regiones de la periferia (este de Asia y Am茅rica latina) ocupen hoy en d铆a lugares tan dis铆miles en la divisi贸n internacional del trabajo. En el caso argentino de la 煤ltima d茅cada, este 鈥減ecado por omisi贸n鈥 se produjo en un contexto hist贸rico favorable para la implementaci贸n de cambios estructurales, ya que luego de la salida de la crisis de la convertibilidad la econom铆a dom茅stica experiment贸 un importante per铆odo de estabilidad, crecimiento y mejora en las condiciones de vida de la poblaci贸n. Adem谩s, desde el punto de vista pol铆tico, el fracaso de la convertibilidad hab铆a generado un desprestigio bastante difundido de las ideas y los postulados neoliberales, lo cual abr铆a la posibilidad de potenciar el rol del Estado para comenzar a modificar el perfil econ贸mico.
La ausencia de un proyecto de desarrollo a largo plazo que genere un cambio en la estructura productiva tiene consecuencias centrales para el desarrollo del pa铆s. En tal escenario, dif铆cilmente se encuentre entre las prioridades de las empresas trasnacionales el modificar sustancialmente el rol de la econom铆a argentina en el mercado mundial, mucho menos cuando la misma casi no ofrece ventajas comparativas m谩s all谩 de su abundante dotaci贸n de recursos naturales y ciertos 谩mbitos de acumulaci贸n privilegiados por las pol铆ticas p煤blicas. Pero tampoco parece existir una burgues铆a nacional dispuesta a llevar adelante un proyecto de pa铆s distinto del que surge 鈥渘aturalmente鈥 de la tradicional divisi贸n del trabajo a escala mundial. Ambas cuestiones quedan en evidencia cuando se observa la relativamente insuficiente inversi贸n por parte de las grandes empresas extranjeras y nacionales, as铆 como la persistencia de una parte importante del excedente en estado 鈥渓铆quido鈥, en su mayor parte bajo la forma de fuga de capitales al exterior.
Se trata de cuestiones de suma relevancia, en tanto los importantes niveles de crecimiento que registr贸 la econom铆a argentina en la posconvertibilidad no se tradujeron en una modificaci贸n del perfil de especializaci贸n e inserci贸n internacional del pa铆s, el cual pivotea sobre producciones con un bajo o nulo grado de industrializaci贸n y un alto nivel de extranjerizaci贸n. Todo esto invita a repensar los criterios que gu铆an la intervenci贸n estatal y el esquema real de ganadores y perdedores de la 煤ltima d茅cada en t茅rminos de clases y fracciones de clase.
* Autores del libro Restricci贸n eterna. El poder econ贸mico durante el kirchnerismo, editorial Futuro Anterior.
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