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El precio del petróleo tocó los 54 dólares el barril, con lo que perforó esta semana lo que algunos especialistas denominaban “punto soporte”, en 55 dólares, un piso que no había sido vulnerado desde inicios de 2009. Los actuales valores del crudo se encuentran muy lejos de los 145,29 dólares el barril que se pagaba el 3 de julio de 2008, previo a la crisis financiera global que generó la burbuja de las hipotecas subprime. Si bien muchos analistas sostienen que la baja responde a una sobrerreacción por parte de los inversores, la tendencia negativa no evidencia signos de detenerse. Estos bajos precios se replican en otras materias primas: agrarias, energéticas y metalíferas. Esta situación impacta negativamente en los exportadores de commodities, pero favorece la recuperación económica de un mundo todavía en crisis.
Este año se registraron precios bajos para la mayoría de las materias primas. La caída de la demanda global como consecuencia de la crisis, factores climáticos y geopolíticos e intereses monopólicos confluyeron para arrastrar los precios a la baja. Los metales preciosos fueron una excepción en su rol de activo de refugio en un año de alta volatilidad.
El precio de la soja se mantuvo relativamente estable desde noviembre último, luego de retroceder desde los más de 550 dólares la tonelada en junio de este año a los 380 dólares actuales, situación que profundizó en el país la especulación con la venta de la oleaginosa. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos elevó sus proyecciones de exportaciones de su país para la campaña 2014/2015. Las estimaciones de la cosecha global subieron 750 mil toneladas debido a mayores proyecciones para Estados Unidos, Paraguay, Ucrania y Canadá, parcialmente compensadas por la Argentina y Brasil. En Brasil se registra un retraso de la cosecha de Mato Grosso, donde se cosecha el 49 por ciento de la soja de ese país, lo que demoró la siembra, afectando eventualmente los rindes. El consenso de analistas espera presiones a la baja en el precio para el segundo trimestre del año próximo, según detalla un informe de la banca de inversión Puente.
El cobre registró una caída de 5,7 por ciento en el último mes, debido al aumento en la aversión al riesgo por la caída de los precios del petróleo y por la desaceleración económica de China. Los stocks totales de cobre se encuentran en mínimos desde 2008. En este sentido, Glencore, la tercera minera más grande del mundo, asegura que espera que el año que viene la demanda global de cobre supere a su oferta, destaca el mencionado informe. Los precios del petróleo intensificaron sus caídas, alcanzando mínimos de cinco años luego de que en la última reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, los países miembro decidieron mantener la meta de producción establecida en diciembre 2011, “con el objetivo de que se restaure el equilibrio de mercado”. La OPEP considera que la solución al actual exceso de oferta es el mantenimiento de precios bajos. La International Energy Agency recortó sus proyecciones de crecimiento de la demanda global de crudo para el año próximo. Esa disminución se debe a menores expectativas de demanda en los ex países de la Unión Soviética. Según la agencia, si se descarta un recorte de la producción de modo no coordinado, les tomará más tiempo a la oferta y demanda global ajustarse a la caída del precio.
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