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Domingo, 7 de junio de 2015
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Primer aniversario de la puesta en marcha de Atucha II

Central nuclear en marcha

El 3 de junio de 2014 a las 9.02 am se inició la primera criticidad en el reactor de potencia de Atucha II (renombrada Central Nuclear Néstor Kirchner), logrando una reacción nuclear controlada.

Por Ricardo De Dicco *
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La puesta en marcha nuclear de Atucha II es resultado de la estratégica decisión de reactivar el Plan Nuclear Argentino en agosto de 2006, en el contexto del Plan Energético Nacional lanzado por el Ministerio de Planificación un par de años antes. Esta nueva central no sólo es importante porque incorpora 745 MW de potencia bruta al Sistema Argentino de Interconexión, sino porque fue la pieza fundamental para reactivar la industria metalúrgica nacional y la formación de 5220 científicos, ingenieros y técnicos calificados en el sector.

En 1977 la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) presentó un proyecto para construir seis centrales nucleares del orden de los 600 MW de potencia, de tecnología del tipo PHWR que emplea uranio natural como combustible y agua pesada como moderador y refrigerante, de acuerdo a los objetivos y política nuclear plasmados en el decreto 3183 de ese año. El 29 de enero de 1979, mediante el decreto 302, la dictadura militar reduce esa cantidad a cuatro centrales nucleares, las cuales deberían entrar en funcionamiento en 1987, 1991, 1995/5 y 1997, incluyéndose la construcción la construcción de las facilidades industriales correspondientes al ciclo de combustible y a la fabricación de agua pesada, procediéndose inmediatamente a una licitación pública internacional.

El resultado de esta licitación se da a conocer el 9 de mayo de 1980, cuando la CNEA firmó una serie de contratos con la empresa alemana Kraftwerk Union Aktiengesellschaft (KWU, subsidiaria de Siemens) para la construcción y puesta en marcha de Atucha II, con una potencia bruta de 745 MW. Estos contratos fueron aprobados por el decreto 1337 de julio de ese mismo año, que incluyó la constitución de una empresa de capitales mixtos entre la CNEA (75 por ciento) y KWU-Siemens (25 por ciento), que se denominó Empresa Nuclear Argentina de Centrales Eléctricas S. A. (Enace). Las obras en Atucha II se iniciaron a fines de 1981 y según el cronograma debía lograrse su puesta en marcha en junio de 1987. Enace cumplió en la primera etapa del Proyecto Atucha II (1980-1994) el rol de arquitecto-ingeniero, quedando también bajo su responsabilidad la futura construcción de las otras tres centrales nucleares gemelas a Atucha II, y el diseño de una central nuclear de potencia denominada ARGOS PHWR 380, de 380 MW de potencia bruta, como resultado de la transferencia tecnológica recibida por la CNEA cuando se construyó Atucha I (puesta en marcha en 1974).

Durante la administración de Alfonsín, la planificación estratégica en materia de política energética no sólo se caracterizó, en el sector eléctrico, por las nulas inversiones tendientes a interconectar a todas las provincias del país, sino también por el desinterés político en diversificar la matriz de suministro eléctrico. Esto explica la drástica reducción de fondos en el sector nuclear, la renegociación de contratos y nuevas condiciones de pago, todo lo cual resultó en una baja certificación de contratos y por consiguiente en atrasos en las obras de Atucha II. Esta reducción de fondos provocó que se cancelara la construcción de las tres centrales nucleares gemelas de Atucha II, junto a la cancelación de numerosos proyectos, entre ellos el Argos PHWR 380. Como se mencionó, la central debía entrar en servicio en junio de 1987, sin embargo el avance de obras alcanzado a diciembre de ese año era de 59 por ciento.

El 30 de agosto de 1994, durante la administración de Menem, se firmó el decreto 1540, que establece una reorganización de la CNEA, creando el Ente Nacional Regulador Nuclear (más tarde renombrado Autoridad Regulatoria Nuclear) y la empresa pública Nucleoeléctrica Argentina S. A. (NA-SA), declarándose sujeta a privatización la generación nucleoeléctrica. Por consiguiente, se realiza la transferencia de activos de generación nucleoeléctrica de la CNEA a NA-SA y la transferencia de activos de la CNEA en Enace al entonces Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos. Ese mismo año las obras en Atucha II fueron paralizadas definitivamente, habiéndose alcanzado entonces un avance del 70 por ciento (90 en las obras civiles, 50 en los montajes electromecánicos y 0 en la infraestructura complementaria). Si bien no tuvo éxito la intentona privatizadora en el sector nuclear, la sostenida falta de flujo de fondos y la cancelación de proyectos, que se profundizaron durante la etapa menemista, provocó una disminución y envejecimiento de la fuerza de trabajo en el sector que pusieron en peligro el know-how desarrollado durante las décadas anteriores.

En mayo de 2003, al comienzo del gobierno de Néstor Kirchner, se crea el Ministerio de Planificación Federal, el cual encomienda a la CNEA y a NA-SA realizar un diagnóstico con el objeto de identificar proyectos que puedan formularse y ejecutarse en el corto y mediano plazo tendientes a recuperar las capacidades perdidas durante las décadas del 80 y del 90. Tras el lanzamiento del Plan Nuclear Argentino, el 23 de agosto de 2006, se retoman las obras del Proyecto Atucha II, siendo NA-SA el arquitecto-ingeniero del mismo, sin la ayuda del diseñador original (KWU había dejado de existir varios años antes), pero con la valiosa colaboración de la CNEA y de la industria metalúrgica nacional.

Entre diciembre de 2006 y septiembre de 2011 se terminaron las obras civiles y los montajes electromecánicos, con una participación de la industria nacional del 88 por ciento. Durante los doce meses siguientes se testearon los 566 subsistemas que conforman Atucha II, incluyendo las adaptaciones post-Fukushima exigidas por la Autoridad Regulatoria Nuclear. Entre diciembre de 2012 y febrero de 2013 se cargan los 451 elementos combustibles fabricados en el país. Entre marzo de 2013 y abril de 2014 se realizan numerosas y necesarias pruebas convencionales. En mayo de 2014 se cargan las 600 toneladas de agua pesada producidas en el país. El 3 de junio de 2014 se logra la primera puesta a crítico del reactor de Atucha II, y el 27 de junio la primera sincronización a la red eléctrica nacional. A partir de entonces comienza una serie de ensayos a diferentes niveles de potencia, lográndose alcanzar el 100 por ciento de potencia el 18 de febrero de 2015. Es importante destacar que cuando se puso en marcha Atucha I, en enero de 1974, los alemanes de KWU-Siemens tardaron casi doce meses en alcanzar el 100 por ciento de su potencia instalada, mientras que nuestros profesionales de NA-SA lograron solos en Atucha II esta misma tarea en 8 meses.

* Director de Investigación Científica y Tecnológica del Oetec. http://www.oetec.org

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