El anuncio de Rogelio Frigerio, asesor econ贸mico de Macri y futuro ministro de Interior, acerca de eliminar aportes y contribuciones durante cinco a帽os para 鈥渆stimular鈥 la contrataci贸n de nuevo empleo joven pueden sonar atractivos. Sin embargo, vale realizar las siguientes consideraciones en base a la historia argentina reciente:
1. No es verdad que no hubo crecimiento del empleo juvenil. Si bien en el segundo trimestre de 2015 la tasa de desempleo de los j贸venes se mantiene en un 19 por ciento, la misma se redujo un 42 por ciento desde 2003. La reducci贸n del desempleo entre los j贸venes se debe, en gran medida, a la posibilidad de acceso a empleos registrados en el sector privado por parte de menores de 24 a帽os. Seg煤n el Ministerio de Trabajo, entre 2003 y 2014, casi 300 mil nuevos puestos de trabajo registrados en empresas privadas fueron ocupados por j贸venes de hasta 24 a帽os. De este modo, el trabajo formal de la poblaci贸n joven aument贸 un 77 por ciento durante dicho per铆odo y, para el 2014, cerca de 676 mil j贸venes de hasta 24 a帽os ten铆an empleo registrado en empresas privadas. Es la mayor cantidad desde 1998 (a帽o en que se puede evaluar este indicador), es decir, desde hace 16 a帽os. Precisamente, la OIT destaca que la situaci贸n laboral de los j贸venes avanz贸 mucho m谩s en Argentina que en la mayor铆a de los pa铆ses del mundo.
2. La experiencia de los noventa: la reducci贸n de aportes no genera empleo. La reducci贸n de aportes patronales aplicada en 1994 por Cavallo, o tambi茅n denominada 鈥渄evaluaci贸n fiscal鈥 que pretendi贸 compensar los efectos econ贸micos perversos de la rigidez cambiaria, no signific贸 sin embargo una mayor contrataci贸n de mano de obra sino que acrecent贸 las ganancias del sector empresario. Las contribuciones patronales totales al sistema pasaron del 33 por ciento en 1994, al 17,8 por ciento (promedio) en el 2000. De hecho, uno de los picos de la tasa de desocupaci贸n tuvo lugar en 1994, con un 19,4 por ciento de desocupados.
3. La experiencia de los noventa: la reducci贸n de aportes desfinancia al Estado. Por la rebaja de las contribuciones patronales implementadas a partir de 1994 el Estado dej贸 de recaudar 47.939 millones de pesos. Si se actualiza dicho monto por la inflaci贸n (al a帽o 2005), el monto total acumulado no ingresado a la Seguridad Social rondaba los 80.000 millones de pesos. De ese total, en 2005 m谩s de la mitad correspond铆a al sistema jubilatorio, mientras que el resto se repart铆a entre asignaciones familiares, Fondo Nacional de Empleo, PAMI y Obras Sociales, seg煤n datos de la Secretar铆a de Seguridad Social. En esta l铆nea, es curioso que ya hacia 1999, ante el creciente problema de desfinanciaci贸n del sistema de Seguridad Social, Walter Schulthess (asesor de Cavallo que en 1994 insist铆a en que la reducci贸n de los aportes patronales era deficitaria), se帽alaba que el d茅ficit de Seguridad Social ser铆a un problema al menos hasta el a帽o 2004/2005 cuando muchos de esos trabajadores se jubilaran con las AFJP.
4. La experiencia de los noventa: la reducci贸n de aportes genera concentraci贸n. Al aplicar un beneficio para todos, y siendo las empresas grandes las que contaban hacia 1994 con mayores niveles de registraci贸n (un 80 por ciento de su empleo era registrado, mientras que las peque帽as ten铆an mayores 铆ndices de empleo no registrado), la medida fue una transferencia de recursos aprovechada por las grandes empresas oligop贸licas que de esta manera incrementaron sus rentabilidades relativas. Entre 1994 y 2000, los recursos transferidos a las fracciones dominantes locales mediante la reducci贸n de los aportes patronales alcanzaron a 16.057 millones de pesos, que sumados a las restantes reducciones vinculadas al mercado de trabajo (como los aportes al sistema de obras sociales) totalizaron 29.960 millones de pesos. Los mismos, junto a los aportes jubilatorios transferidos por el Estado a las AFJP, totalizaron 52.332 millones de pesos.
5. La experiencia de los noventa: la reducci贸n de aportes no reactiva la econom铆a. Domingo Cavallo sostuvo en abril de 2014 que 鈥渢endr谩n que reducir muchos impuestos si quieren que la econom铆a vuelva a crecer鈥, y agreg贸 que era 鈥渁lentador la reducci贸n de los impuestos que encarecen el costo laboral de las empresas que cumplen con las leyes laborales e impositivas鈥.
No obstante, vale se帽alar que entre 1993 y 2001 el PBI de la econom铆a creci贸 en promedio al 1,4 por ciento anual, e incluso durante el per铆odo de especulaci贸n financiera y desindustrializaci贸n (1976-2001) el PBI creci贸 a 1,3 por ciento anual acumulativo, es decir, niveles muy bajos. En contraste, durante el kirchnerismo el promedio de crecimiento del PBI fue de 8,8 por ciento anual entre 2003-2007 y de 4,7 por ciento entre 2008 y 2013. Asimismo, fueron negativos los principales indicadores sociales y laborales entre 1991 y 2001, con preocupantes resultados en la tasa de empleo (ca铆da al 34,5 por ciento hacia el final de la d茅cada), tasa de desempleo (del 6 al 18 por ciento), tasa de subempleo (del 7,9 al 16,3 por ciento), poblaci贸n pobre (de 21,5 al 31,5 por ciento), poblaci贸n indigente (del 3,0 al 12,2 por ciento), y salario real (ca铆da cercana a los 7 puntos porcentuales).
A diferencia de esta propuesta de reducci贸n horizontal e indiscriminada de cargas patronales, la recientemente aprobada ley de Promoci贸n del Trabajo Registrado y Prevenci贸n del Fraude Laboral, beneficia a las grandes empresas de manera decreciente y establece segmentaciones (hasta 5, 15 y 80 empleados). El esp铆ritu de esta ley no se sustenta en la idea liberal de aumentar los m谩rgenes de ganancia de las empresas y con ello lograr m谩s trabajo, sino que se orienta a preservar y generar m谩s empleo haciendo eje en el poder de consumo popular de los trabajadores, y fundamentalmente a que los empleados se encuentren registrados y con ello gocen de los beneficios sociales derivados de tal situaci贸n (el objetivo consiste en reducir la tasa de informalidad de 33,5 a 28,0 por ciento). Es por eso que la misma ley contempla medidas de fortalecimiento en la fiscalizaci贸n, capacidad de inspecci贸n del Estado nacional y la creaci贸n de un registro donde se incluye a las empresas que violen la legislaci贸n laboral.
Con alg煤n grado de tergiversaci贸n en la informaci贸n podr铆an establecerse similitudes entre ambas iniciativas. Pero hay una distancia sustancial que deriva de un posicionamiento estatal 鈥搚 fiscal鈥 en favor de los trabajadores y las pymes o la trasferencia de recursos hacia las grandes empresas.
* Centro de Econom铆a Pol铆tica Argentina (CEPA).
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.