Domingo, 23 de noviembre de 2003
La juntan con pala
Por Alfredo Zaiat

Muchos piensan que Argentina sigue en crisis. Y eso es verdad para la mitad de la poblaci贸n que vive en la pobreza y para otra parte importante que trata de no caerse al mapa de la marginalidad. Pero para unos pocos hace bastante que la crisis qued贸 atr谩s, bonanza que tratan de disimular aunque los rostros que se reflejan en el espejo de sus balances los delata. A medida que se van conociendo los ejercicios econ贸micos de compa帽铆as que cotizan en la Bolsa de Comercio, se revela la recuperaci贸n sostenida de ventas, m谩rgenes y utilidades. Otro de los factores que se descubre en esa cara oculta de la superaci贸n de la crisis refiere a que no ha cambiado una perversa din谩mica arraigada en los 鈥90: las mieles del crecimiento no derraman hacia el resto de la sociedad, sino que quedan para beneficio de unos pocos. En una laboriosa investigaci贸n, Claudio Zlotnik public贸 el domingo pasado en P谩gina/12 un an谩lisis de los balances de las empresas, concluyendo que est谩n ganando mucho dinero en el desarrollo de sus negocios. Sider煤rgicas (Siderar, Acindar), petroleras (Repsol, Petrobras), privatizadas (Telef贸nica, Telecom, Edenor, Central Puerto), vinculadas al mercado interno (Cer谩micas San Lorenzo, Loma Negra, Grimoldi) y, obviamente, las relacionadas con el campo. Como se dir铆a en una charla de amigos en el caf茅 de la esquina: 鈥淟a est谩n juntando con palas鈥.
Si bien ese resultado est谩 ayudado porque varias compa帽铆as est谩n en default con acreedores por su deuda en d贸lares, lo que les brinda cierto aire financiero, otros renglones de la ecuaci贸n econ贸mica les son extremadamente favorables. Adem谩s, cobijadas bajo el ala de la cesaci贸n de pagos de Argentina, est谩n obteniendo impensadas quitas y alargamiento de plazos en la renegociaci贸n de sus pasivos en moneda dura. La devaluaci贸n y congelamiento de tarifas han resultado dos potentes motores para la recomposici贸n de m谩rgenes y de reconstrucci贸n de negocios. Se sabe que el ajuste del tipo de cambio mejor贸 la rentabilidad de los sectores vinculados a la exportaci贸n, al tiempo que actu贸 como barrera natural a la importaci贸n precipitando un proceso de sustituci贸n en varios sectores. Esa previsible y buscada reactivaci贸n v铆a alteraci贸n de la paridad cambiaria vino acompa帽ada de otros factores que incrementaron a煤n m谩s las ganancias.
La devaluaci贸n con la consecuente disparada de precios provoc贸 la pulverizaci贸n de los salarios. Visto desde el lado de los trabajadores implic贸 una fort铆sima merma del poder adquisitivo. Desde las cifras de los balances empresarios se reflej贸 en una significativa baja de los costos laborales (35 por ciento en el empleo formal de la industria y 53 por ciento en el empleo en negro, seg煤n FIEL). A la vez, el corralito y pesificaci贸n deriv贸 en el manejo excesivo de efectivo en las transacciones para evitar el poco confiable sistema financiero. De ese modo, el circuito comercial empez贸 a realizarse cash esquivando la financiaci贸n: se cerr贸 el grifo del descubierto en cuenta, que lentamente est谩 retornando, y tambi茅n se desecharon las operaciones a plazo a y desde proveedores. De ese modo, el costo financiero, uno de los principales que ahogaba a las empresas, retrocedi贸 a niveles baj铆simos hasta casi desaparecer.
Aunque no lo vayan a reconocer nunca, porque como tambi茅n saben los amigos del caf茅 de la esquina 鈥渆l que no llora no mama鈥, muchas compa帽铆as est谩n en el mejor de los mundos: aquellas que exportan reciben d贸lares con costos en pesos devaluados; las que se favorecen por la sustituci贸n de importaciones aumentaron su producci贸n que venden a precio d贸lar y casi sin competencia externa; y algunas vinculadas al mercado interno est谩n empezando a repuntar gracias al desahorro de d贸lares de las clases media alta y alta, que acumularon billetes verdes en exceso cuando parec铆a que todo se derrumbaba. D贸lar alto, deuda en default que tendr谩 quita de capital, reducci贸n de la tasa y m谩s plazos y ca铆da de los costos laborales y financieros son los factores que explican ganancias operativas crecientes. Ahora bien: en ese escenario, 驴por qu茅 los trabajadores no reclaman con mayor intensidad aumentos de sus depreciados salarios? Entre varios motivos, dos sobresalen: primero, por lo que ya en el siglo XIX se se帽alaban como la raz贸n para la presi贸n a la baja del salario que consist铆a en la presencia de un ej茅rcito de desocupados. Tropa que en Argentina es multitudinaria. Segundo, montado en ese batall贸n de desclasados, la permanencia, m谩s all谩 del discurso, de normas de flexibilizaci贸n y precarizaci贸n laboral que debilitan al trabajador.
En ese contexto, la intervenci贸n del Estado en la conformaci贸n del ingreso del trabajador se vuelve imprescindible. La suma fija no remunerativa aplicada durante el gobierno de Duhalde tuvo su motivaci贸n en compensar un poco los efectos devastadores de la devaluaci贸n sobre el salario. Ahora, los 50 pesos adicionales dispuestos desde el Ejecutivo para el sector privado tiene su justificaci贸n ya no en la crisis sino en la morosidad de las empresas para compartir al menos en forma moderada el fuerte aumento de la productividad y de sus utilidades. Esos escasos pesos que les 鈥渙bliga鈥 el Estado a distribuir, que es un beneficio para unos pocos dentro de un mercado laboral fragmentado, pone en evidencia las agudas distorsiones que aqu铆 tiene el capitalismo del que tanto se llena la boca la comunidad empresaria.
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