Domingo, 13 de octubre de 2002
Piratas de la informaci贸n
Por Alfredo Zaiat

Senadores y banqueros corren con la desventaja de que apenas sus familiares le tienen confianza. El esc谩ndalo de la supuesta coima por la Ley Barrionuevo, que beneficia al gremio de los bancarios, embarra a ambos protagonistas por igual. Pero esa pelea abri贸 las puertas para que se conozcan negocios turbios no tan espectaculares como un soborno pero tan inmorales como sobres llenos de billetes para aprobar o frenar una ley o para ganar una privatizaci贸n u obtener una resoluci贸n favorable del Banco Central. Se trata del tr谩fico de informaci贸n. Y como se sabe, informaci贸n es poder. Poder para hacer negocios. El blanco elegido para desviar la atenci贸n por el nuevo bochorno en el Senado es Carlos Berc煤n, que a esta altura se ha convertido en chivo expiatorio oportuno para aliviar a legisladores y banqueros. Que sea utilizado como v谩lvula de escape no significa su inocencia. Simplemente que se ha concentrado la atenci贸n en 茅l para eludir la poca transparente relaci贸n de legisladores con sectores del establishment.
La comercializaci贸n de informaci贸n confidencial es el primer eslab贸n de la corrupci贸n que corroe las instituciones. Y ese negocio s贸lo se puede concretar si existen funcionarios que proveen la materia prima. Sin esa asistencia 鈥渙ficial鈥 no podr铆an existir esas 鈥渃onsultoras鈥, cuyo trabajo consiste en recopilar informaci贸n reservada para vender a clientes m谩s que en actuar de lobbystas, aunque algunas veces tambi茅n asumen esa tarea. En definitiva, Berc煤n existe porque diputados y senadores le abren la puerta de comisiones de trabajo y documentos parlamentarios reservados para que pueda hacer su negocio. O sea, los legisladores, que se escandalizan por los suculentos honorarios que cobra la consultora CB y Asociados, son los principales responsables de la existencia de ese traficante de informaci贸n. La descripci贸n de ese negocio no deber铆a sorprender. Lo mismo hacen sin generar ninguna reacci贸n indignada las principales consultoras de la city, del Estudio de Miguel Angel Broda para abajo.
Salvo aquellos que prefieren mirar para otro lado, los economistas respetados por el establishment, invitados a dar peri贸dicamente pron贸sticos, que en la mayor铆a de las ocasiones son errados, lobbystas encubiertos de los intereses de bancos y empresas, y siempre candidatos a ministro tambi茅n trafican con informaci贸n confidencial del Estado. Quienes transitan por los pasillos del Ministerio de Econom铆a y el Banco Central saben que existe una red de informantes, algunos informales y otros a sueldo, que aportan datos para que esas consultoras puedan vender sus documentos semanales y mensuales a buen precio.
Pas贸 desapercibido el listado de empleados de la consultora de Berc煤n que present贸 la senadora tucumana Malvina Segu铆 en la Comisi贸n de Asuntos Constitucionales. Confundidos por las cifras abultadas de los honorarios de Berc煤n a sus calificados clientes no mereci贸 la debida atenci贸n quienes integran su equipo de trabajo. Sobresale en ese grupo de 鈥渋nvestigadores parlamentarios鈥, seg煤n detall贸 Segu铆, el actual subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Econom铆a, Ra煤l L贸pez.
驴Cu谩ntos L贸pez habitan en el Estado? 驴C贸mo se pueden elaborar precisos informes econ贸micos, con estad铆sticas que no est谩n a disposici贸n p煤blica, sin la complicidad de funcionarios de dependencias oficiales? El acceso a informaci贸n privilegiada y su utilizaci贸n en beneficio propio constituye un delito en el mercado burs谩til. Existen casos resonantes en la plaza local, como la venta de Terrabusi a Nabisco. Tambi茅n est谩 penado por la ley la administraci贸n infiel de informaci贸n p煤blica. Pero, en este caso, no se conocen casos que hayan merecido castigo penal ni medi谩tico. En definitiva, los Berc煤n o los Broda son fruto de ese Estado en descomposici贸n. Consultores-lobbystas que adquieren poder y ganan fortunas gracias a la malla de agentes p煤blicos que act煤an como piratas de la informaci贸n. Hay que empezar por ese eslab贸n para entender esta historia.
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