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Domingo, 2 de marzo de 2008
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Por Manuel Fern谩ndez L贸pez

Ajustes salariales

El salario nominal es la cantidad de moneda (M) que se pone en manos del trabajador mes por mes (T). El salario real es la relaci贸n entre esa cantidad de moneda (M) y el costo en dinero (M) de los bienes de consumo. El salario nominal es una cantidad de dinero, en tanto el salario real es una cantidad de bienes que ese dinero puede adquirir. Desde el punto de vista del trabajador, los aumentos salariales significativos son los que tienen lugar en el salario real. 驴Usted prob贸 meterse en la boca un sucio billete de dos pesos? Con seguridad, no espera saciar su hambre con ese billete, pero s铆 puede hacerlo con el medio kilo de pan que puede comprar con 茅l. Los aumentos salariales que se otorgan sobre el salario nominal, cuando son inferiores al aumento del costo de la vida del trabajador, no son aumentos, sino recuperaciones parciales del salario real. 驴Y si son iguales al aumento del costo de la vida? Entonces no son aumento alguno para el trabajador, sino ajustes moment谩neos del salario real, que retrotraen al trabajador al nivel de vida que ten铆a en la fecha del 煤ltimo ajuste, que sin embargo no le devuelven las sucesivas p茅rdidas de nivel de vida sufridas desde el anterior ajuste y el actual, y que en el mismo momento en que se otorgan, marcan el comienzo de otro ciclo de disminuci贸n del salario real. La disminuci贸n del salario real, que se opera cuando el salario nominal se ajusta por un 铆ndice de costo de vida 鈥渄ibujado鈥 鈥搃nferior al real鈥, tiene un significado econ贸mico profundo, a cuyo an谩lisis dedicaron ingentes esfuerzos los economistas cl谩sicos. Veamos: si no cambia el equipamiento ni la tecnolog铆a de las unidades productivas, y si no cambia el empleo de trabajo ni la contracci贸n laboral del trabajador, no hay motivo para pensar que el valor agregado suba o baje. Sin embargo, uno de los participantes en el proceso productivo, el trabajo, ve caer su capacidad para adquirir ese valor agregado. O sea: sobre un valor agregado igual, es menor la parte del mismo que se apropia el sector asalariado; y por tanto, es mayor la parte que resta para la otra gran categor铆a, los propietarios del capital y la empresa. Ocurre una redistribuci贸n del valor agregado: menos para sueldos y salarios, y m谩s para ganancias. La UIA aplaude al IPC trucho. Confirman lo dicho el alto volumen de ganancias y la menor capacidad adquisitiva de las retribuciones de trabajadores activos y pasivos.

Razones de Estado

Les preguntamos a los hombres sabios por qu茅 un gobierno justicialista se empe帽a tan firmemente en tomar como cierto un 铆ndice de precios dibujado, que subval煤a la inflaci贸n real, aquella percibida por la gente, y que al momento de ajustar salarios deja mal parados a los trabajadores, cuando la m谩s elemental noci贸n de justicia social se帽ala que, de haber desigualdad, el Estado debe obrar para reducirla, incrementando el ingreso de los m谩s postergados. Es claro que son posibles los incrementos salariales no inflacionarios 鈥揷omo propon铆a Ra煤l Prebisch鈥 si las empresas acceden a financiarlos no mediante subas de precios, sino recortando sus propias ganancias. Acaso la raz贸n para fabricar un 铆ndice ad hoc sirva para m煤ltiples prop贸sitos: desalentar expectativas inflacionarias, presentar una imagen exitosa de la pol铆tica econ贸mica, probar la tesis estructuralista seg煤n la cual el remedio para la inflaci贸n es el crecimiento econ贸mico, disimular la inexistencia de una estrategia antiinflacionaria, etc. Pero hay m谩s posibilidades: el Gobierno ha mostrado cu谩nto le interesa un alto volumen de reservas, y la fuente genuina de las mismas es el saldo neto del comercio exterior. Este se forma como diferencia entre dos corrientes: 1潞) El aporte de nuevas divisas, lo que depende de las exportaciones, y 茅stas, en la Argentina, en alta proporci贸n se componen de los mismos bienes que se consumen localmente: un mayor consumo local de carne o harina, dada la cantidad producida, reduce el saldo exportable de carne o trigo, y con ello el ingreso de divisas nuevas. Un camino para que ello no ocurra es reducir el poder adquisitivo de la poblaci贸n, que en un 90 por ciento percibe ingresos salariales. 2潞) El empleo de divisas, requeridas para importaciones, crece con el mayor empleo, el mayor crecimiento econ贸mico y el aumento del poder adquisitivo de la poblaci贸n. De nuevo, una reducci贸n del poder adquisitivo de la mayor铆a de la poblaci贸n reduce las importaciones y con ello la demanda de divisas. Por lo tanto, un 铆ndice de precios que subval煤e el alza general de precios, en tanto se use para ajustar los salarios nominales, tiene por consecuencia inevitable reducir el poder adquisitivo de la poblaci贸n, y en raz贸n de ello, incrementar los saldos exportables y mitigar la demanda de importaciones. Es sacrificio de muchos, que aporta reservas y da solidez a la econom铆a.

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