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Domingo, 21 de agosto de 2011
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Aumento de los préstamos para la actividad productiva del sector privado

Cambio de tendencia

Con el impulso del Banco Central, las entidades empezaron a orientar el crédito hacia las empresas, morigerando la expansión del financiamiento al consumo. Para reforzar esa dirección, el BC prepara nuevos instrumentos financieros.

Por Cristian Carrillo
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La participación del crédito en el PBI se encuentra en el 12 por ciento.

Los préstamos en pesos al sector privado crecieron durante el mes pasado un 5,4 por ciento, al sumar en el total 10.390 millones. Ese aumento mensual fue el más importante desde la salida de la crisis 2001-2002. Esta mejora estuvo además acompañada de una tendencia predominante en lo que va del año: los créditos a las empresas evidencian un ritmo de expansión superior a los destinados al consumo de los hogares, ganando participación en la cartera de los bancos. Las líneas comerciales fueron las que más contribuyeron a este incremento, explicando más de la mitad de la recuperación. Las medidas adoptadas por el Banco Central para impulsar el crédito productivo permitieron ese cambio en la tendencia, que quiere reforzar con un mecanismo de swaps de tasas para dar certidumbre a la banca.

La apuesta de la titular del Central, Mercedes Marcó del Pont, desde su asunción a principio de 2010, fue expandir el crédito productivo. La iniciativa se demoró a causa de las idas y vueltas que llevaron su confirmación en el cargo. En diciembre último, la economista con fuerte perfil productivista, reencauzó sus esfuerzos hacia ese objetivo. La participación del crédito en el Producto Bruto Interno se encuentra en el 12 por ciento pese a la fuerte expansión de la actividad que se registra desde 2003, y en el caso de los bancos, desde 2005. En Chile, la relación es de 75 por ciento, en Brasil llega al 33 por ciento y en Colombia a un 23 por ciento.

Los primeros signos de mejora del perfil de préstamos fueron impulsados por la autoridad monetaria. Este esfuerzo no fue acompañado por el resto del sistema financiero. En mayo de este año la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió con las principales cámaras que agrupan a los bancos de capitales locales y extranjeros. Los directivos recibieron por parte de la mandataria un mensaje directo: más créditos al sector productivo, centrado en capital de trabajo y al sector de la pequeña y mediana empresa. Los bancos extranjeros tomaron la posta y abarataron los créditos, a tasas del orden del 13 al 15 por ciento.

Desde el último trimestre de 2010 los préstamos asociados a la actividad productiva comenzaron a crecer por encima de las líneas destinadas a financiar el consumo de los hogares. “Las financiaciones instrumentadas mediante documentos aceleraron su ritmo de expansión mensual, presentando en julio el mayor incremento en lo que va del año, con una mejora de 6,3 por ciento, equivalente a 2530 millones de pesos, y un aumento interanual de 59,1 por ciento”, detalla el último Informe de Banco que elabora el organismo monetario. Los adelantos en cuenta corriente también continuaron creciendo a buen ritmo, aunque menos que en el bimestre anterior, debido a los fuertes vencimientos impositivos y al pago del medio aguinaldo.

En cambio, los préstamos personales, que en el segundo trimestre del año habían registrado un crecimiento mensual promedio de 4 por ciento, en julio aumentaron 3,3 por ciento. No obstante, su tasa de crecimiento interanual continuó creciendo y se ubicó en 44,9 por ciento en el último mes, 1,8 punto porcentual más que la observada en junio. En tanto, las financiaciones con tarjetas de crédito registraron un crecimiento mensual de 2,9 por ciento y una variación de 46,3 respecto de julio del año pasado. Los únicos préstamos que mantuvieron un fuerte dinamismo son los créditos con garantía real al subir 5 por ciento mensual debido al boom de la venta de automotores.

Para profundizar esa tendencia, el Central prevé implementar un seguro de tasa para plazos de hasta cinco años, con el objetivo de reducir el costo de financiamiento. El mecanismo les garantiza a los bancos que, si la tasa de interés que se fija como referencia sube, al final del período el BC les paga la diferencia. En caso contrario, las entidades son las que abonan la diferencia

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