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Representantes del sector inmobiliario presentaron al gobierno nacional una propuesta con modificaciones en el tratamiento, operatoria y alcance del Certificado de Depósito para Inversor (Cedin). La Cámara Inmobiliaria Argentina, el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires y el Colegio de Martilleros Públicos bonaerense llevaron esta semana la idea al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, con el objetivo de sortear las trabas que ponen los bancos a los interesados en suscribir el instrumento. Tal como había denunciado Página/12, desde el sector apuntan contra el sistema financiero como el principal responsable de la baja adhesión al esquema de Cedin para operaciones inmobiliarias, por lo que solicitan que se los tome como títulos públicos luego de que se renovara la suscripción hasta fines de septiembre próximo.
Desde la implementación del blanqueo de capitales y durante las sucesivas modificaciones en el esquema de integración de fondos a través de este instrumento, los bancos boicoteaban la operación. El ejemplo más claro es que hayan sido los bancos públicos los que acapararon el grueso de las transacciones de exteriorización de capitales, incluso cuando desde el Gobierno se hizo un seguimiento de aquellas entidades que incumplían con la normativa. De todos modos, no impidió que los bancos tiraran para atrás la negociación. La mayoría de la banca privada no capacitó a sus oficiales de cuenta ni dispuso personal dedicado en sucursales para atender al público interesado en el blanqueo. El resultado fue que, pese a contar con el apoyo del sector inmobiliario y de la construcción para darle agilidad a esta alternativa al billete verde, la suscripción desde su lanzamiento hace un año apenas superó un volumen equivalente a unos 500 millones de dólares.
Desde la Cámara Inmobiliaria le expresaron al jefe de ministros que los bancos ahuyentan a los interesados y sostuvieron que es por la falta de incentivos para el banco. Para las entidades financieras la operación de suscripción de certificados es una carga, en la que actúan como intermediarios, debido a que incurren en costos –acotados– sin beneficio. Por este motivo muchos bancos no reciben fondos para el blanqueo en todas sus sucursales. En muchos subsiste la intencionalidad de hacer naufragar la operación.
El Cedin puede ser usado para la compra de terrenos, lotes o parcelas urbanas y rurales, galpones, locales, oficinas, cocheras, viviendas construidas, construcción de nuevas viviendas y refacción, ampliación y mejora de inmuebles, así como adquisición de materiales para la construcción. También cuenta con un mercado secundario, en referencia al traspaso de estos papeles entre privados a partir de su tenedor original. Estas operaciones se realizan en pesos. La semana pasada recién se concretó la primera venta en la Bolsa, con una oferta de 9,45 pesos. El negocio se concretó finalmente en dos transacciones, a 9,10 y 9,11 pesos por un total de 391 mil pesos.
La propuestas de las inmobiliarias es denominar al instrumento financiero como Título Público y de la Construcción-Cedin, y capacitar a los bancos para que cumplan con las circulares del Banco Central, al tiempo que solicitaron que sea aprobado por la Unidad de Información Financiera. También pretenden que el envío de los fondos sea sin dilación a los efectos de liquidar los dólares en un acto simultáneo, al momento de la firma de la escritura y recepción, fijando fecha de pago cierta previamente. El jefe de Gabinete se comprometió a seguir trabajando con el sector en esas propuestas
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