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La utilización de Internet obligó a los correos de todo el mundo a reconfigurar sus unidades de negocios. Entre 70 y 80 por ciento de las sucursales de Correo Argentino hoy no tienen rentabilidad contable, situación que se repite en la mayoría de los países. La empresa estatal pondrá a disposición su presencia en todo el territorio para generar inclusión financiera a partir de una iniciativa conjunta con el Banco Nación. El acuerdo permitirá al Correo ofrecer en sus 1478 sucursales servicios bancarios a través de la figura de “corresponsalía no bancaria”. La prueba piloto sería en septiembre de este año, pero todavía resta ajustar la normativa por parte del Banco Central. Este plan permitiría federalizar el acceso a los servicios financieros, mientras que el Nación recibiría una importante cantidad de depósitos.
Según un relevamiento realizado entre Banco Central, Correo Argentino y el Banco Nación, se detectaron al menos unas 200 localidades del país que, por su crecimiento económico, requieren de servicios bancarios. De manera experimental, se pusieron a disposición estafetas postales en las que se ofrecen servicios mínimos: constituir un depósito, solicitar una tarjeta de crédito o un préstamo. Las tres entidades trabajan en una instancia superadora para que el Correo ingrese al sistema financiero. Lo hará a través de una figura que aún no está regulada, que se llama corresponsalía no bancaria, y que determinará una serie de condiciones para que ciertas sucursales califiquen.
En otros países, la institución con más cantidad de bocas al público es habitualmente el correo. La idea es aprovechar esa situación e incrementar la bancarización en el país sin requerir altos niveles de inversión. Las sucursales ya tienen cierta gimnasia financiera, dado que ofrecen algunos servicios para el Estado nacional. Actualmente se cobra a través de esa institución todas las asistencias sociales y se entregan los préstamos de la línea Argenta. De esta manera, el objetivo de la propuesta es que la entidad se convierta en una herramienta para incrementar la bancarización en zonas postergadas.
Una vez que el Central finalice la redacción de la normativa, el Correo, por cuenta y orden del Nación, ofrecerá los mismos servicios del banco: la posibilidad de abrir una caja de ahorro o cuenta corriente, realizar un depósito, efectuar extracciones de dinero o solicitar un préstamo. Por ejemplo, el Banco de Brasil, a través de este tipo de convenios con su correo, logró un crecimiento de 10 millones de cuentas en un año. Una potencialidad similar se espera para el Banco Nación. Por esos servicios el Correo podría obtener un ingreso de unos 700 millones de pesos, que le permitirían equilibraría sus cuentas contables, según fuentes de la entidad.
Por su parte, el Correo aguarda hace más de dos años la autorización del Central para incorporarse al sistema de giros de dinero al exterior que integran los correos de bandera nucleados en la Unión Postal Universal (Union Postale Universelle, UPU). La UPU es un organismo especializado de las Naciones Unidas y tiene como objetivo afianzar la organización y mejorar los servicios postales. La idea de sumarse a esa red comenzó a gestarse durante la presidencia en el BCRA de Mercedes Marcó del Pont. Esto permitiría realizar transferencias de dinero a distintos países en concepto de ayuda familiar sin intervención de intermediarios y desde cualquier punto del país. La medida impactaría en la actividad de las remesadoras en su funcionamiento actual, tanto por la diferencia de costos como por la disponibilidad de sucursales que ofrece el Correo. No obstante, como la UPU no incluye a todos los países, las remesadoras seguirían con una parte de la actividad.
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