Algunos gobernadores argentinos sostienen desde hace tiempo un reclamo para que la Naci贸n distribuya una mayor cantidad de recursos hacia sus provincias. Esas voces han tenido, en las 煤ltimas semanas, una mayor presencia a ra铆z del deterioro fiscal de las cuentas provinciales, que ha encontrado su expresi贸n m谩s cr铆tica en el desdoblamiento del pago del aguinaldo en la provincia de Buenos Aires.
Ese reclamo est谩 acompa帽ado de un silencio absoluto por parte de las autoridades provinciales sobre la pol铆tica fiscal y la gesti贸n tributaria en los territorios que gobiernan. Esto no permite que quede de manifiesto que los ingresos provinciales se componen de transferencias del Estado nacional y de ingresos propios. 驴C贸mo es la gesti贸n de los ingresos provinciales propios?
En la Argentina, la suma de impuestos provinciales de las 24 jurisdicciones en 2011 alcanz贸 el 4,7 por ciento del PBI. En el a帽o 2000, ese porcentaje era del 3,8 por ciento. Es decir que el crecimiento en el per铆odo 2000-11 fue del 23,6 por ciento. En el mismo per铆odo en la Naci贸n la presi贸n fiscal pas贸 de un 17,3 por ciento a un 27,3 por ciento del PBI. Esto implica un incremento del 57,8 por ciento. Es decir que en dicho per铆odo el incremento de la recaudaci贸n nacional m谩s que duplic贸 al crecimiento de la recaudaci贸n provincial.
Veamos tambi茅n c贸mo recaudan las provincias: seg煤n datos de 2011, en la provincia de C贸rdoba el Impuesto a los Ingresos Brutos represent贸 el 80,7 por ciento de la recaudaci贸n total provincial. En Santa Fe, ese porcentaje fue del 70,9 por ciento y en la provincia de Buenos Aires, del 75,2 por ciento. Queda claro que estamos hablando de un impuesto indirecto trasladable a los consumidores y con un impacto regresivo sobre la distribuci贸n del ingreso.
En contrapartida, los impuestos de base patrimonial (el inmobiliario 鈥搖rbano y rural鈥 y patentes), que son impuestos progresivos porque tributan m谩s los que m谩s tienen, en C贸rdoba han representado en 2011 el 10,5 por ciento del total de los recursos propios, en Santa Fe, el 16,7 por ciento y en Buenos Aires, el 12,4 por ciento.
No s贸lo las provincias incrementaron mucho menos la recaudaci贸n que lo que lo hizo la Naci贸n, sino que ese incremento se produjo especialmente sobre la base de impuestos indirectos y regresivos. Entre 2003 y 2011 la importancia de la recaudaci贸n de impuestos progresivos sobre la recaudaci贸n total se redujo en un 65 por ciento en C贸rdoba, en un 40 por ciento en Buenos Aires y en un 12 por ciento en Santa Fe.
En otras provincias argentinas, como las patag贸nicas y las del norte, una parte significativa de sus recursos provienen de las regal铆as petroleras, gas铆feras, mineras y pesqueras. Y el peso del Impuesto a los Ingresos Brutos es muy inferior al observado en la 鈥減ampa gringa鈥. En estas provincias existe un mecanismo para captar la renta extraordinaria que se produce a partir de la existencia de recursos naturales estrat茅gicos y de un alto valor en el mercado internacional.
A nadie escapa que la tierra de las provincias de Buenos Aires, C贸rdoba y Santa Fe presenta el mismo atributo en los 煤ltimos a帽os: la productividad del suelo se encuentra en los m谩s altos valores hist贸ricos, el precio internacional de los cereales y oleaginosas desde hace m谩s de un lustro est谩 por las nubes y la renta ha sido m谩s que significativa. Y todos recordamos el conflicto pol铆tico que se gener贸 cuando se pretendi贸 desde el Estado nacional que los productores de soja contribuyeran impositivamente en forma proporcional a los incrementos de los precios en el mercado internacional. Por lo menos dos de los tres gobernadores involucrados se alinearon, en dicho conflicto, del lado de los productores con rentas extraordinarias y no del Estado. A nuestro juicio, el problema del financiamiento provincial actual tiene por lo menos dos aristas convergentes: una pol铆tica y otra fiscal.
La primera es producto de la falta de voluntad de los gobernadores de esa tr铆ada de provincias en exigirles una mayor contribuci贸n a los propietarios urbanos y rurales en el per铆odo de 鈥渧acas gordas鈥 del crecimiento de la actividad econ贸mica nacional. Han optado por sostener el crecimiento del gasto p煤blico, cada vez en mayor medida, con los fondos aportados por la coparticipaci贸n federal, a partir del aumento de la presi贸n fiscal nacional, que no implic贸 ning煤n costo pol铆tico para ellos. Incluso oponi茅ndose a una mayor recaudaci贸n del Estado nacional cuando los sujetos de imposici贸n son los propietarios de tierras y productores de sus propias provincias.
La segunda tiene que ver con una manifiesta incapacidad para, en un contexto econ贸mico nacional e internacional favorable, haber encarado las reformas tributarias que dotaran al sistema de mayores recursos y de un mayor equilibrio entre impuestos progresivos y directos versus los regresivos e indirectos.
La conjunci贸n de esas dos variables determin贸 que tres de las provincias m谩s ricas de la Argentina sostengan tres cuartas partes de sus ingresos p煤blicos provinciales en base al Impuesto a los Ingresos Brutos, que tiene la caracter铆stica de ser regresivo, indirecto y con un alto nivel de elasticidad. Es decir, que sufre de manera lineal los vaivenes coyunturales de la actividad econ贸mica. Al mismo tiempo desprecian o menosprecian la recaudaci贸n a trav茅s de impuestos al patrimonio que son progresivos, permanentes y menos dependientes de los ciclos econ贸micos.
Ahora, la soluci贸n no pasa solamente por reclamarle al Estado nacional que 鈥渁yude鈥 a cubrir las obligaciones fiscales, sino tambi茅n por hacerse cargo de las 鈥渋mprevisiones del ayer鈥 para que en un plazo razonable podamos contar con sistemas impositivos provinciales que contribuyan al logro de estados m谩s justos, equilibrados e integrados socialmente. Este objetivo tambi茅n forma parte del federalismo.
* Investigadores de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.