Como fin de una quincena agitada, el objetivo de provocar un default judicial inducido por un juzgado extranjero finalmente no se concret贸. Los sucesos dejaron descolocados a muchos de los gur煤es del apocalipsis de la cesaci贸n de pagos. La inexistencia de embargo el viernes sobre los pagos girados al Bank of New York (BoNY) el jueves fue realmente una mala noticia; desmoron贸 el 鈥渞elato鈥 construido durante las 煤ltimas dos semanas cuyos puntos sobresalientes fueron al menos seis:
1. El cambio de rumbo del Gobierno en el manejo de la negociaci贸n con el juzgado pro buitre de Thomas Griesa, seg煤n el cual el Ejecutivo habr铆a pasado de la actitud beligerante del 鈥渘o pasar谩n鈥 de Axel Kicillof, a una presunta mansedumbre al interior del juzgado neoyorquino, todo ello sazonado con el subibaja de 鈥渓os mercados鈥, entrecomillados otra vez.
2. La imprevisi贸n, y en consecuencia la falta de estrategia, frente al sorpresivo rechazo de la apelaci贸n presentada ante la 煤ltima instancia judicial estadounidense.
3. La falta de solvencia t茅cnica del equipo econ贸mico para afrontar una tem谩tica tradicionalmente cedida, por lo bajo, a financistas adoradores de la tasa de inter茅s y la corbata.
4. La seguridad de que el 煤nico camino de negociaci贸n era aceptar sin chistar, debatir, e incluso desagradar, los arbitrios de un juez que ser铆a especialmente sensible a los cambios de presencia de 谩nimo.
5. La idea de que toda subordinaci贸n y sacrificio del patrimonio p煤blico se justifica y resulta preferible a la sola imaginaci贸n de la posibilidad de un default sin distinciones.
6. El aislamiento internacional.
Esta vez, el relato fue sostenido en su totalidad principalmente por los medios enfrentados al Gobierno por su imposibilidad de ampliar redes de negocios. Salvo las excedidas de siempre o algunos que quisieron pasar por sensatos hacia adentro y obedientes hacia afuera, el arco opositor entrevi贸 que la disputa con los buitres iba un poco m谩s all谩 del enfrentamiento con el oficialismo.
Comenzando por el principio, nunca existi贸 ning煤n quiebre entre la afirmaci贸n presidencial de que el pa铆s no se dejar铆a 鈥渆xtorsionar鈥, el 鈥渘o pasar谩n鈥 del ministro de Econom铆a, y el comunicado del gobierno del pasado jueves, en el que se hace responsable al banco fiduciario, al gobierno y al Poder Judicial estadounidenses, sobre la integridad de los fondos girados al BoNY para cumplir con la deuda en forma. El comunicado tambi茅n advirti贸 sobre la intr铆nseca ilegalidad del fallo pro buitre de Griesa y la contingencia de llevarlo a instancias internacionales, como el Tribunal de La Haya. Nada hubo en el comunicado del reclamado 鈥渉acete amigo del juez...鈥 del consejero del gaucho manso Mart铆n Fierro.
Frente a la encerrona de un poder extranjero que amenaza con voltear la totalidad del canje de deuda iniciado en 2005 y que adem谩s, despu茅s de haber pagado 190 mil millones de d贸lares desde la reestructuraci贸n, abre la posibilidad de retrotraer los avances conseguidos en una d茅cada en la relaci贸n deuda/PIB, el Ministerio de Econom铆a encontr贸 la forma de salir del laberinto por arriba. Esto es, siguiendo una opci贸n que no estaba en ninguno de los mapas en discusi贸n. Cuando el ministro Kicillof dijo en su primera conferencia de prensa tras el fallo de la Corte Suprema estadounidense 鈥渜u茅dense tranquilos que est谩 todo estudiado鈥, frase que fue tomada con sorna por algunos analistas, fue porque desde antes del 16 de junio contaba con un plan B. La estrategia que sigue Argentina no tiene nada de improvisaci贸n y, menos a煤n, de falta de solvencia t茅cnica. Quienes recuerdan c贸mo se negociaba en la d茅cada del 鈥90 deben sentir extra帽eza al contemplar que en una negociaci贸n internacional el pa铆s negocia. Y no es una redundancia.
A pesar del resuelto juego de Griesa en favor de los buitres, el pa铆s logr贸 lo que buscaba, extender los plazos para encontrar una salida negociada a una situaci贸n injusta e ins贸lita. En el intento cont贸 con el apoyo de la mayor铆a de los pa铆ses del mundo, otro ca帽onazo al relato del paria global. Pero los apoyos, por ahora, s贸lo son morales. Al momento de afrontar sus obligaciones el pa铆s estar谩 solo. Por eso, los predicadores de bajar la cabeza y pagar todo tendr谩n todav铆a un mes para seguir asustando con el cuco de los pavorosos efectos del default judicial inducido, al que imaginan similar al real de 2001.
Pero este cuco no es el 煤nico, el m谩s real est谩 plenamente en el frente interno. Siguiendo el hallazgo del economista Enrique Aschieri, no se trata de 茅l, sino de ella; la Cu.Co, la Cuenta Corriente del Balance de Pagos. Una expansi贸n del endeudamiento p煤blico externo, el nominado en d贸lares, sin contrapartida de ingreso de capitales, suma a la escasez cr贸nica de divisas, lo que puede traducirse en un agravamiento de las variables macro, con presi贸n sobre el tipo de cambio. Por eso el Gobierno necesita un flujo de capitales positivo que, en el corto plazo, deber谩 resolver con una estrategia distinta a la que ten铆a planeada, quiz谩 valorizando en el plano de lo concreto los respaldos internacionales. Mientras tanto, en las mismas semanas en que el asunto buitres ocup贸 todo el escenario, el Ejecutivo se mostr贸 activo en el sostenimiento de los objetivos que se hab铆a trazado en materia de dinamizar la demanda y contener la inflaci贸n. Anunci贸 el Pro.Cre.Autos para morigerar la ca铆da de la industria y puso freno a los desaforados aumentos en los precios de los medicamentos. Aunque la contribuci贸n ser谩 marginal, tambi茅n prorrog贸 la vigencia del blanqueo de capitales. Al parecer, todos los d贸lares son buenos
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.