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Domingo, 22 de septiembre de 2013
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Las propuestas econ贸micas del candidato Sergio Massa

Renovaci贸n conservadora

Confianza para atraer inversiones, cuidar los intereses del campo, menor intervenci贸n del Estado, emitir deuda en el exterior y abrir el sistema previsional al sector privado han sido los postulados econ贸micos de Sergio Massa.

Por Julia Strada y Hern谩n Letcher *
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Con af谩n innovador, Sergio Massa y sus referentes econ贸micos plantearon, no sin ambig眉edades, las principales l铆neas de su proyecto econ贸mico-pol铆tico. Entre ellas, reaparece la recurrente preocupaci贸n acerca de la falta de confianza para la atracci贸n de inversiones y la necesidad de un marco jur铆dico, la defensa de los intereses del 鈥渃ampo鈥, la limitaci贸n a las excesivas regulaciones estatales, la nueva toma de cr茅dito en el exterior y la participaci贸n privada en el sistema previsional.

Todas ellas reflejan procesos pol铆tico-econ贸micos ya vividos en el pa铆s, que se han revertido en los 煤ltimos diez a帽os. Particularmente, el desendeudamiento y el fin de las AFJP representan verdaderos paradigmas de un cambio de 茅poca en materia de pol铆tica econ贸mica. Vale la pena, entonces, un repaso sobre estas propuestas 鈥渞enovadoras鈥.

鈥淭omar cr茅dito en el exterior, no s贸lo para el sector p煤blico, sino para el sector privado.鈥 鈥淓l canje fue muy importante para arrancar, pero hoy estamos perdiendo oportunidades por no acceder al cr茅dito barato.鈥

Los pa铆ses pueden endeudarse con fines diversos. No obstante, dada la historia del endeudamiento argentino y su rol en los procesos econ贸micos, resulta oportuno recordar que a partir de la Reforma Financiera de 1977 y hasta la crisis org谩nica de 2001, la mec谩nica de toma de deuda en el exterior, no con fines productivos, sino para su posterior valorizaci贸n local y fuga al extranjero, ha sido recurrente. Este proceso iniciado con la 煤ltima dictadura constituy贸 el eje del patr贸n de acumulaci贸n de valorizaci贸n financiera: las fracciones dominantes, conformadas por grupos locales y empresas y conglomerados extranjeros, adoptaron la din谩mica de contracci贸n de deudas en el exterior, las cuales constitu铆an una masa de capital l铆quido que se valorizaba en el mercado interno debido a las notables diferencias existentes entre la tasa de inter茅s interna y externa, generando as铆 una renta posteriormente remitida al exterior. As铆 las cosas, la contracara del endeudamiento fue la fuga de capitales.

Sin embargo, ni la toma de deuda externa ni la fuga fueron factores generadores de valor. El origen de los recursos apropiados por los grupos dominantes residi贸 en la redistribuci贸n regresiva de los ingresos: reducci贸n de los salarios reales, subocupaci贸n, desocupaci贸n y empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores. El Estado fue el encargado de solventar y proteger los intereses de los principales grupos econ贸micos (transnacionales y locales) a trav茅s de diversos mecanismos: la promoci贸n industrial y el reembolso a las exportaciones, las cuantiosas transferencias cuasi fiscales resultantes de la licuaci贸n de la deuda interna y estatizaci贸n de dep贸sitos, el pago de los intereses de la deuda externa, las privatizaciones.

Si la mec谩nica de contracci贸n de deuda privada en el exterior ha sido, hasta la crisis de 2001, uno de los mecanismos predilectos de las fracciones m谩s concentradas para la apropiaci贸n del excedente, tanto la renegociaci贸n de la deuda (con quita del 70 por ciento, extensi贸n de plazos y reducci贸n de intereses) y el pago al FMI en el 2005, como la regulaci贸n del sistema financiero (Carta Org谩nica del Banco Central en 2012, y la reciente ley de mercado de capitales), constituyen medidas que han recortado el margen de maniobra de los sectores especulativos.

En el marco de las recientes pol铆ticas de desendeudamiento, el lobby para el nuevo endeudamiento con eje en el sector privado y sin especificar los fines u objetivos del mismo constituye un claro gui帽o hacia el retorno de la valorizaci贸n financiera, cuyo poder en los 煤ltimos a帽os se ha plasmado en m谩s de seis corridas bancarias 鈥揷on fuerte merma de las reservas del Banco Central鈥 y apuestas devaluacionistas al d贸lar paralelo.

鈥淓l sistema de capitalizaci贸n para todos fracas贸, pero podr铆a ser un r茅gimen complementario.鈥

Si bien desde el 鈥渟entido com煤n鈥 se suele considerar que el sistema previsional preexistente a la estatizaci贸n de 2009 era s贸lo de car谩cter privado, desde la Reforma Previsional de 1994 se conform贸 un r茅gimen de car谩cter mixto que combinaba un sistema administrado por el Estado y otro por las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y las Compa帽铆as de Seguro de Retiro (CSR). Con la aparici贸n del sistema de capitalizaci贸n, el sector p煤blico sigui贸 financiando parte de los haberes jubilatorios de los afiliados a las AFJP: mientras que en el sistema de reparto los haberes se compon铆an de tres tipos de prestaciones a cargo del Estado, en la capitalizaci贸n se conjugaban tanto recursos p煤blicos como de las AFJP y fondos capitalizados por sus afiliados.

Con el mismo esp铆ritu de la reforma del 鈥94, la 鈥渃omplementariedad鈥 en el sistema previsional a la que hoy se alude apunta a la segmentaci贸n de los aportantes, y se dirige particularmente a la captaci贸n de los aportes de los sectores de mayor poder adquisitivo, m谩s proclives a optar por una cuenta de capitalizaci贸n individual. Entre otras consecuencias, esto implica romper la solidaridad entre trabajadores de distinto nivel de ingreso. Pero por sobre todas las cosas, la propuesta 鈥渞enovadora鈥 se dirige a recuperar uno de los negocios principales del poder concentrado, vinculado con la apropiaci贸n y valorizaci贸n de esa masa de dinero de los aportantes en inversiones especulativas, a costa de los trabajadores.

Desde el punto de vista econ贸mico, es importante considerar adem谩s que la reforma del sistema previsional junto con la reducci贸n de aportes patronales cumplieron un rol clave en el sost茅n de la valorizaci贸n financiera: constituyeron el canal de 鈥渃ompensaci贸n鈥 a las fracciones locales, mediando en su disputa con los grupos extranjeros, actores ganadores a partir de la crisis de 1989 y de la firma del Plan Brady, en 1992. Como consecuencia de la reducci贸n de aportes y la implementaci贸n del sistema de AFJP, el Estado dej贸 de percibir, en el per铆odo 1994-2000, unos 29.960 millones de pesos por la implementaci贸n del sistema previsional privado, y 22.372 millones de pesos por la reducci贸n de aportes. En el mismo per铆odo, el d茅ficit financiero, generado por los ingresos que el Estado dej贸 de percibir, ascendi贸 a 54.615 millones de pesos, mientras que, no casualmente, entre 1994 y 2000 los montos correspondientes al pago de servicios de la deuda externa representaron una cifra similar: 54.446 millones de pesos. As铆 como los acreedores externos recibieron una porci贸n creciente del gasto estatal, las fracciones dominantes locales obtuvieron una transferencia de recursos estatales equivalente a la de aqu茅llos.

El Estado debi贸 endeudarse para generar divisas que garantizaran esas transferencias y, a la vez, continuar con el ajuste del gasto. De este modo, el endeudamiento en el per铆odo 1994-2000 no tuvo origen en los intereses de deuda contra铆da en la dictadura, sino que tuvo por funci贸n cubrir el reparto de excedentes entre las fracciones dominantes, as铆 como financiar el d茅ficit del sector privado producto del d茅ficit por servicios reales (turismo, marcas y patentes, y fletes), los servicios financieros de la deuda externa privada, y la fuga, que no se logr贸 compensar con el endeudamiento y la Inversi贸n Extranjera Directa del per铆odo

* Centro de Econom铆a Pol铆tica Argentina (CEPA).

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