La negativa oficial a reabrir la paritaria docente preanuncia un frente de conflicto para el resto del a帽o. La cuesti贸n salarial no es el 煤nico punto de discordia. Los sindicatos denuncian la discontinuidad de programas socioeducativos (Plan Fines, orquestas infantiles) e interrupci贸n del Plan de Formaci贸n Docente. Por otra parte, la intenci贸n oficial de evaluar a estudiantes y docentes fue recibida con mucho recelo. La preocupaci贸n sindical est谩 centrada en que la propuesta est谩 planteada en clave empresarial. En ese sentido, el 茅nfasis en los 鈥渞esultados鈥 y la 鈥渆ficiencia鈥 tiene similitudes con la experiencia chilena.
La dictadura militar trasandina reformul贸 de manera dr谩stica el sistema educativo. Las escuelas p煤blicas fueron transferidas a los municipios en 1981. 鈥淟as escuelas p煤blicas continuaron recibiendo fondos del gobierno central, pero se comenz贸 a pagar a los municipios un subsidio (voucher) por cada estudiante matriculado en sus establecimientos. Las escuelas privadas (con o sin fines de lucro) que no cobraban mensualidades comenzaron a recibir el mismo subsidio por estudiante que las escuelas p煤blicas鈥, explican los profesores Humberto Santos y Gregory Elacqua en Segregaci贸n socioecon贸mica escolar en Chile: elecci贸n de la escuela por lo padres y un an谩lisis contrafactual te贸rico, publicado en Revista de la Cepal N掳 119.
Los cambios trajeron aparejado un 茅xodo de las clases acomodadas de las escuelas p煤blicas a las privadas subsidiadas. La intervenci贸n estatal se redujo a 鈥渟ubsidiar la demanda鈥 y evaluar la calidad educativa. La evaluaci贸n cumpl铆a dos objetivos: 1) estimular la competencia entre las escuelas y 2) proporcionar informaci贸n acerca de la 鈥渃alidad鈥 de cada establecimiento. Seg煤n esa visi贸n, la competencia elevar铆a la calidad del servicio educativo. Los 鈥渧ouchers鈥 hab铆an sido una propuesta original de Milton Friedman para eliminar esa 鈥渋sla de socialismo (refiri茅ndose al sistema educativo norteamericano) en el mar del libre mercado鈥.
Lo cierto es que la reforma pinochetista intensific贸 la segregaci贸n cultural, ampliando la brecha de calidad entre escuelas privadas y municipales. La herencia educativa pinochetista permanece intacta. Los gobiernos democr谩ticos s贸lo realizaron peque帽os retoques. Por ejemplo, la Concertaci贸n prohibi贸 una serie de filtros previos (entrevistas a los padres, pruebas de admisi贸n) efectuados por las escuelas privadas. La coalici贸n gobernante tambi茅n aument贸 el monto de los vouchers entregados a los estudiantes de los hogares m谩s vulnerables. Sin embargo, las 鈥渕ejores鈥 escuelas continuaron implementando sutiles barreras de entrada. La segregaci贸n socioecon贸mica resultante, adem谩s de injusta, conspira contra la calidad educativa global.
Los efectos adversos de la segregaci贸n escolar (rendimiento acad茅mico, embarazo adolescente, deserci贸n, ambiente educativo, compromiso intelectual, motivaci贸n) son confirmados por diversos estudios internacionales.
Los defensores del modelo chileno desmienten que esa realidad sea consecuencia del sistema de 鈥渧ouchers鈥. En el marco de esta visi贸n, los sectores populares concurren a las devaluadas escuelas p煤blicas porque les 鈥渜ueda m谩s cerca鈥. El an谩lisis de los datos georreferenciales de estudiantes y escuelas del Gran Santiago refuta ese argumento. 鈥淟a segregaci贸n es mayor en las escuelas que en los barrios y sugiere que la interacci贸n entre las preferencias de las familias y las barreras de entrada establecidas por las escuelas incrementan la segregaci贸n escolar por sobre el efecto de la segregaci贸n residencial. Este hallazgo contradice el argumento de que la concentraci贸n de estudiantes de un nivel socioecon贸mico similar es simplemente un reflejo de la segregaci贸n residencial que existe en Santiago鈥, concluyen Santos y Elacqua.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.