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Domingo, 21 de septiembre de 2008
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Tres opiniones sobre el esquema de aumentos

DANIEL MONTAMAT *

“Habrá más aumentos”

Este aumento no permite cubrir los costos de las empresas, es un anticipo de nuevas recomposiciones. Debiera haber habido más gradualidad, pero hasta ahora no se hizo y esto precipita la necesidad de hacerlo más de golpe. A estos aumentos en transporte y distribución eléctrica les van a suceder recomposiciones para aumentar el precio de la generación, que también repercutirán en las tarifas. Tenemos que ir aproximándonos a una tarifa social que excluya de estas recomposiciones a los que menos tienen, pero en función de ingresos no de consumos. Porque desde el criterio del consumo terminamos haciendo ciertas injusticias. El marco regulatorio eléctrico tiene mecanismos de aumentos que debieran haberse hecho con gradualidad para que las propias prestadoras asumieran sus compromisos de inversión. Estos aumentos se hacen a cuenta de un atraso que acumula el sector residencial de casi seis años. Hay que hacer un estudio tarifario integral, rehabilitando los organismos de control y profesionalizándolos, estableciendo cuáles son los costos actuales y dándoles tarifas a cambio de que las distribuidoras y transportistas asuman los compromisos de inversión.

* Ex secretario de Energía de la Nación.

ERNESTO FEILBOGEN *

“Una buena señal”

Se suele afirmar que las tarifas constituyen una buena señal para orientar al consumidor a cuidar sus consumos de energía. En la práctica esto se convierte en una condición necesaria pero no suficiente, y debe complementarse con información sobre los beneficios asociados a prácticas para mejorar el desempeño energético. Se debe enfatizar que un uso eficiente no significa sacrificar metas de producción ni calidad en los servicios prestados y se orienta a evitar el derroche. La eficiencia brinda un enfoque totalmente distinto al del ahorro y conservación de la energía. Para instalar estos conceptos se suele recurrir a Programas de Gestión Energética, que brindan medidas técnicas, organizativas y de comportamiento para administrar en forma correcta los recursos energéticos hacia la sustentabilidad en el uso de los mismos. El objetivo primero de la gestión energética es la reducción de los costos energéticos a partir del uso eficiente de los recursos. Esto lleva a una mejora de los consumos específicos y, con ello, a un aumento de la competitividad del sector. El uso racional de la energía significa usar la energía bien; y el uso eficiente, usarla mejor.

* Asesor en Eficiencia Energética, Secretaría de Energía.

HILDA DUBROVSKY *

“Revisión tarifaria”

Las asociaciones de usuarios siempre estuvieron contra los aumentos, y la Justicia los amparó. Sin embargo, es un tema que no puede posponerse por mucho tiempo, en especial porque el cuadro tarifario mantiene la estructura inicial de la concesión que elimina por ley los subsidios cruzados, y no da señales de equidad social de uso racional de la energía, en especial para los grandes consumidores residenciales. Aun con los aumentos diferenciados propuestos no se logra revertir estas cuestiones. El pequeño usuario sigue pagando más caro por kwh consumido que el más grande, lo que impacta regresivamente sobre los ingresos. En consecuencia, pareciera necesario que, además de aplicar ciertos aumentos de emergencia, se inicie urgentemente un proceso de revisión tarifaria, retomando la práctica indicada por el contrato, abandonada en pleno proceso de devaluación e infructuosamente abordada en las renegociaciones. La metodología vigente también debe revisarse en muchos aspectos y ser consistente con el marco de una redefinición de política energética integral, alejada lo más posible de erróneas y costosas improvisaciones.

* Investigadora de la Fundación Bariloche.

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