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Domingo, 17 de agosto de 2008
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REPOSICION DE LA PESCA, DE RICARDO BARTIS

Fantasías tapadas por agua

Luego de su exitosa presentación en diversos festivales europeos, la obra volvió a la sala que el director tiene en Palermo Viejo. Otra oportunidad para disfrutar de los entrañables personajes interpretados por Luis Machín, Sergio Boris y Carlos Defeo.

Por Hilda Cabrera
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La pesca puede verse viernes, sábados y domingos a las 21, en Sportivo Teatral.

La dificultad de separar lo vivido de lo inventado, o encajar en el mundo y su orden, es el eje alrededor del cual giran las situaciones que comparten don Atilio, René y Miguel Angel en un club de pesca subterráneo, denominado La Gesta Heroica, fundado por unos delirantes socios que en los años ’60 convirtieron el subsuelo de una fábrica en lugar de esparcimiento familiar y feliz pique. La fábrica se hallaba en un terreno cercano al entubado arroyo Maldonado, que corre por debajo de la avenida Juan B. Justo. Los surcos abiertos por las filtraciones incorporaron caudal a un club que progresó a tal punto que los más entusiastas decidieron cultivar variedad de peces, tarariras, entre otros. Después de poco más de una década clausuraron el emprendimiento. Hoy, ese lago techado es un pozo de agua que acaso les depare sorpresas. Don Atilio conoce esta historia por referencias, y los otros saben muy poco, pues eran niños cuando jugaban entre los restos de la fábrica. Pasaron los años; el agua fue contaminada y no hubo qué pescar. Sin embargo, de todo eso algo quedó: la fantasía de los amateurs Atilio y René, convencidos de que un desvío genético convirtió en monstruo a una insaciable tararira, bautizada Titán. Es así que este Nessie autóctono, de menor tamaño pero gran ferocidad, se estampa a la manera de un mito (y de una amenaza) en estos personajes que, por sus historias, resultan característicos de un lugar y por su desvalimiento, universales.

No extraña entonces que más allá de su inserción en las adyacencias del Maldonado, La pesca haya cosechado elogios en los recientes encuentros europeos de Alemania, España, Italia y Francia, entre otros el célebre Festival de Avignon, y que ahora, en su triunfal regreso, concite nuevamente la atención de espectadores locales y extranjeros en el Sportivo Teatral, levantado hace años por el actor, director y docente Ricardo Bartís. Es en esta antigua y remodelada casa de Thames 1426, preservada en su estilo, donde las habitaciones, convertidas en ámbitos teatrales o lugar de convite de café y vino, se abren a un patio ajardinado en el que pueden verse objetos de otro tiempo, y bajo una galería vidriada, una máquina de coser y una fotografía de las de antes, ésas a las que se les daba color a pinceladas.

Sin duda un ámbito que contribuye a la atmósfera que en escena se logra a través de una compleja escenografía y de un creativo diseño de luces. La puesta apunta a un mundo de orfandad y de ferocidades apenas develadas en las secuencias de disenso o rechazo que se producen entre personajes tan dispares como el extenuado Atilio (dispuesto a cumplir a rajatabla los códigos de la pesca), René (ocurrente a veces y sobradamente afectuoso cuando secunda a Atilio en sus fantasías) y el descreído Miguel Angel, echado de su casa por su mujer, y a quien René, amigo de la infancia, le aconseja buscar sosiego en el arte de la pesca, y diversión en la captura de la voraz tararira que Atilio intenta atraer con alguna sabrosa carnada. Perdidos en sus conflictos, amansados o brutales, cómicos o trágicos, los personajes interpretados por los destacados Luis Machín, Sergio Boris y Carlos Defeo conforman un microclima surrealista quebrado de tanto en tanto por una acotación trivial, un comentario que mueve a risa o un crispado contrapunto. Bajo la dirección de Ricardo Bartís (Telarañas; Postales argentinas; El corte; Hamlet o la guerra de los teatros; Muñeca; El pecado que no se puede nombrar y Donde más duele, entre otras puestas), La pesca expresa la necesidad de liberarse de aquello que vulnera, del amor frustrado, de la memoria de una desgracia o de un comportamiento culposo, que es a veces político. Si bien la historia que se cuenta madura en el escenario, queda bastante por descubrir en estos personajes que intentan aliviar con fantasías un presente gastado, de estancamiento.

* La pesca lleva dramaturgia, diseño espacial y dirección de Ricardo Bartís. Actúan Sergio Boris, Carlos Defeo y Luis Machín. Funciones: viernes, sábados y domingos a las 21, en Sportivo Teatral, Thames 1426. Reservas: 4833-3585. Entrada: 30 pesos. Invitación con café y vino.

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