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Viernes, 1 de julio de 2011
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HOMENAJE A LA DRAMATURGA Y NARRADORA GRISELDA GAMBARO

Distinci贸n a una autora con voz propia

El reconocimiento del IUNA consisti贸 en la entrega del t铆tulo de Doctora Honoris Causa, una escultura calco de Afrodita y un Elogio que dio cuenta de aspectos de la fecunda actividad de la autora de Las paredes y de su perfil como persona.

Por Hilda Cabrera
En el Teatro Cervantes, Gambaro pidi贸 no conformarse ni renunciar 鈥渁l trabajo del pensamiento鈥.

鈥淨ue el elogio no sea excesivo鈥, pidi贸 de modo afectuoso pero en tono firme la dramaturga y narradora Griselda Gambaro a quien estaba encargada del Elogio Acad茅mico, en el homenaje que le tributaron las autoridades del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), en la sala Orestes Caviglia del Teatro Nacional Cervantes. En un clima institucional pero c谩lido, la ceremonia se inici贸 con el Himno Nacional y la lectura de las numerosas adhesiones de instituciones, organizaciones de derechos humanos y personalidades de la cultura y el arte en general. El reconocimiento signific贸 la entrega del t铆tulo de Doctora Honoris Causa, una escultura calco de Afrodita y un Elogio que dio cuenta de aspectos de la fecunda actividad de Gambaro y de su perfil como persona. La expectativa que despert贸 el acto se encontraba ya en la tarjeta de invitaci贸n, donde Gambaro descubre un paralelo entre la apasionada 鈥渃aza鈥 del relato y la persecuci贸n de la gran ballena blanca que el estadounidense Herman Melville narr贸 en su novela Moby Dick: 鈥淐on los a帽os el texto me pide que sea obsesiva con 茅l, no como una madre que no deja ni a sol ni a sombra a su hijo, sino como el capit谩n Ahab con la ballena. La ballena blanca que es el texto perfecto, siempre perseguido y nunca hallado鈥.

El director Rubens Correa, titular del Teatro Nacional Cervantes, acompa帽贸 el acto con un breve discurso en el que manifest贸 el placer que le proporcionaba el teatro de Gambaro, 鈥渓leno de ideas y opiniones, y de innovaciones formales鈥. A su turno, la rectora de ese Instituto, profesora Liliana Demaio, rescat贸 una frase de la autora: 鈥淓scribimos lo que somos鈥, para aplicarla a su labor profesional: 鈥淨ue seamos entonces una universidad comprometida en la defensa de la dignidad humana, que podamos decir ense帽amos lo que somos鈥. Daniel L贸pez, jefe de gabinete de asesores de la Secretar铆a de Pol铆ticas Universitarias, se pregunt贸 por el significado del t铆tulo de Doctora Honoris Causa, hallando la respuesta en la misma escritora, en su trayectoria y en los valores que ella encarnaba.

En el programa de mano se anunciaba la presencia de la actriz y directora Cristina Banegas y su lectura dramatizada de un fragmento de La persistencia. Banegas hab铆a dirigido esta obra, pero no pudo asistir al homenaje por haber sufrido una ca铆da. Envi贸 una carta, que fue le铆da. El tramo actoral de la ceremonia estuvo a cargo de la actriz y cantante Rita Cortese, quien ley贸 uno de los mon贸logos de La se帽ora Macbeth, que temporadas atr谩s protagoniz贸 Banegas y dirigi贸 Pompeyo Audivert. Tuvo alg煤n tropiezo en la lectura, por no llevar los lentes adecuados o carecer de luz suficiente sobre la p谩gina del libro. Salv贸 el contratiempo con humor y con la contundencia e intensidad de su lectura. 鈥淟a 煤nica vez que me siento feliz en este tipo de actos que son tan serios鈥, apunt贸, y se prodig贸 en bromas: 鈥淟o digo con todo respeto, de verdad, para m铆 es un honor enorme que Cristina se haya ca铆do鈥. As铆, gan谩ndose a la platea, mencion贸 algunas obras de Gambaro y no olvid贸 a Laura Yusem, quien se encontraba en la sala y dirigi贸 numerosas piezas de la autora. Antes de iniciar su lectura, Cortese se encomend贸: 鈥淨ue Dios me ampare鈥, dijo, y destin贸 un mensaje a Banegas: 鈥淐ristina, quedate tranquila鈥.

Cuando lleg贸 el momento del Elogio, la decana directora del Departamento de Artes Dram谩ticas, profesora Sandra Torlucci, sintetiz贸 de modo elocuente la trayectoria art铆stica de la dramaturga y narradora. Incluy贸 t铆tulos de su narrativa y, entre otros textos, piezas teatrales como Las paredes, Los siameses y El campo, analizando, sucintamente, las creaciones siguientes. La entrega del t铆tulo estuvo a cargo de la rectora Liliana Demaio. Finalmente, se pudo disfrutar del discurso de Gambaro, quien, fiel a su estilo, aclar贸 que conten铆a un 鈥渞eto鈥. Autora de innumerables ensayos, cuentos y novelas, como Ganarse la muerte (prohibida en tiempos de la 煤ltima dictadura militar), Dios no nos quiere contentos y El mar que nos trajo, Gambaro anticip贸 que su reto estaba destinado a la forma en que se encara el teatro. 鈥淧uedo decir que la dramaturgia ha sido centro de mi trabajo, exigi茅ndome el aprendizaje del oficio, tenacidad y 鈥揷reo鈥 bastante rigor... Siempre he guardado la sospecha de que podr铆a haber tenido otra imaginaci贸n, m谩s intensa, m谩s lacerante y compasiva a la vez鈥, sostuvo. La autora de Ant铆gona furiosa y La casa sin sosiego (libreto de una 贸pera de c谩mara, con m煤sica del compositor Gerardo Gandini), entre sus m谩s de cuarenta obras, aludi贸 al deseo de que surjan m谩s y nuevos autores y autoras con imaginarios 鈥渄istintos de los que yo tuve, de escrituras dram谩ticas que digan lo que no dije鈥. Esto se condice con su manera de pensar el teatro y 鈥渂uscar la propia voz鈥, asunto que 鈥損untualiz贸鈥 no implica desconocer otras voces y otras t茅cnicas: 鈥淪贸lo as铆 podremos actuar mediante una sabia elecci贸n de posibilidades y no a ciegas o por capricho llamado creativo. Porque si bien el suceso teatral se enriquece 鈥揷omo todo arte鈥 con el hallazgo fortuito o las casualidades del azar que nos brinda la materia o el asunto con el que se trabaja, ni lo fortuito ni las casualidades son su fundamento鈥.

El reto no era ocioso, y Gambaro lo aclar贸: 鈥淪i hago hincapi茅 en esto es porque la falta de la t茅cnica adecuada suele devastar hoy al escenario. No hay nada peor que una pasi贸n andrajosa. Hablo de la pasi贸n del teatro, cuando el cuerpo del actor no ha desarrollado siquiera los ritmos naturales de su infancia, como ped铆a Peter Brook, cuando la palabra se cae, inaudible, la voz irrita o el movimiento espacial es err谩tico. Es el dominio del oficio el que da v铆a libre al personaje, a la pasi贸n y emoci贸n m谩s genuinas, porque su posesi贸n nos permite alejarnos de nuestra peque帽a subjetividad para que esa pasi贸n, esa emoci贸n trascienda a todos. Sabemos que lo que llamamos est茅tica es mucho m谩s que est茅tica, que est谩 relacionada, en el caso espec铆fico del teatro, no s贸lo con las artes esc茅nicas, sino con el ensayo y el conocimiento en general, con la novela y la poes铆a, el cine, la pintura y la m煤sica, con nuestra aldea y los mundos lejanos. Todav铆a hoy pienso que para escribir teatro necesito la mayor disponibilidad, la mayor atenci贸n y curiosidad hacia nuestro tiempo y su circunstancia鈥.

Gambaro pidi贸 no conformarse ni renunciar 鈥渁l trabajo del pensamiento鈥, y se帽al贸 valores: 鈥淣unca rechazar la tradici贸n, tan ignorada y subestimada muchas veces, porque esa tradici贸n, aun cuestionada, nos dar谩 solidez en el aprendizaje de nuestro pasado. Dir铆a que en ninguna de las actividades del teatro hay que perdonarse la vida. Al contrario, tenemos que sentir que estamos al borde del juzgamiento 鈥揷omo Dostoievski, en San Petersburgo鈥 por cada reflexi贸n mal fundada, por el uso de im谩genes convencionales, por falta de autocr铆tica, por cada escena compuesta para complacer o complacernos, y cada palabra sin sonoridad y sin peso. S铆, al borde del fusilamiento, para sentir que no-sotros mismos seremos el mensajero del zar que nos absuelve a 煤ltimo momento cuando nuestra obra cumpla, cabalmente, sus fines de ficci贸n esc茅nica. Este escenario querido del Cervantes, la sala Orestes Caviglia que hoy nos alberga sabe de lo que hablo. Cada escenario vac铆o a la espera de la representaci贸n lo sabe, cada escenario que espera la cosecha de las nuevas generaciones poseedoras de la t茅cnica, el conocimiento y los medios relacionados con el quehacer teatral.鈥 Gambaro habl贸 de exigencia, sinceridad y compromiso con el propio trabajo y con 鈥渓a 茅poca, el pa铆s, la aldea y el mundo鈥. Refiri茅ndose al diploma, precis贸: 鈥淓sta distinci贸n alcanzar谩 su sentido m谩s profundo cuando de un lado y del otro del escenario se produzca la expectativa, el sue帽o, la ilusi贸n reparadora del teatro. Entonces me atrever茅 a pensar, ante ese teatro que es fruto de todos, que esta distinci贸n no me privilegia injustamente. Porque con dramaturgos, directores e int茅rpretes, yo tambi茅n, con ellos, quiz谩s en algo haya contribuido鈥.

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