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Lunes, 20 de agosto de 2007
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ENTREVISTA A BASIL TWIST

Los títeres como fenómeno abstracto

El director y titiritero estadounidense explica el sentido de Symphonie Fantastique, la puesta que presentará en Buenos Aires.

Por Cecilia Hopkins
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Basil Twist mostrará su espectáculo desde mañana en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza.

Creador del espectáculo Sym-phonie Fantastique, Basil Twist nació en San Francisco hace 38 años, pero vive en Nueva York desde hace 9. Es titiritero casi por herencia: sus padres lo fueron y hasta su abuelo, un músico de jazz, solía jugar en escena con muñecos de gran tamaño que representaban a los grandes músicos del género, títeres que le fueron regalados a Basil en su niñez. Si bien sus padres trabajaron en forma profesional como marionetistas, no tuvieron, como su hijo, la suerte de realizar un estudio formal de este antiguo arte, del cual existen muchas variantes, especialmente en Oriente. En Vietnam, por caso, desde hace diez siglos, los títeres acuáticos forman parte de las artes populares: representan a pequeñas personas y embarcaciones de madera que se trasladan sobre las aguas de un amplio estanque, movidos por medio de pértigas de bambú. No obstante alguna coincidencia, lo que Basil presentará desde mañana en la Sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza durante sólo dos semanas es bastante diferente: “Conozco los títeres vietnamitas por haberlos visto en sus giras por Francia y Estados Unidos, pero mis títeres son abstractos y se ven no por encima sino por debajo del agua”, aclara el director y titiritero en conversación con Página/12.

–¿Cómo son sus títeres abstractos?

–Están hechos de tela, con plumas y otros materiales, pero no son representativos: no hay personas, ni animales. Son formas que se mueven manipuladas a través de pértigas e hilos. Y a veces, los titiriteros (yo mismo y cuatro más) movemos el agua del gran estanque que está en escena, para que cobren vida. A veces, incluso, la luz se transforma en un títere más, porque se vuelve un material manipulable.

–¿Cómo llegó a elaborar esta técnica?

–Muchos titiriteros, la gran mayoría, se forman en la práctica de su oficio. Yo tuve la suerte de estudiar en la mejor escuela, la Escuela Superior de Títeres, de París. Tengo espectáculos más tradicionales que éste, si bien siempre estoy buscando algo diferente. Este espectáculo tiene ya 9 años: mis compañeros de trabajo cambian porque en Nueva York es difícil mantener una compañía con los mismos integrantes por mucho tiempo. Symphonie... surgió a partir de mi interés por la obra de Kandinski, y es casi un ejercicio intelectual.

–¿Le interesó su pintura geométrica o la de su período de abstracción expresionista?

–En sus pinturas expresionistas uno puede llegar a ver la marca de algún objeto reconocible; pero en cambio, su obra geométrica es abstracción pura. Observando esas pinturas, como también las de Miró, yo hago una asociación directa con la música, con diferentes ritmos y atmósferas. Traté de hacer lo mismo con mis títeres: para mí no es necesario que representen nada, ni siquiera una historia, porque creo que todo lo que vive por su cuenta es un puro acto de creación. Aunque, en verdad, mi punto de partida fue la historia de un hombre que vive un amor obsesivo y que tiene sueños con opio. Pero el espectador no necesita ninguna información previa. Es una pieza con música de Berlioz, sobre sentimientos, con un desarrollo que incluye también un inicio y un desenlace. Aquí en Buenos Aires, tendrá un final impactante ya que implementé algunos cambios en el espectáculo original.

–¿Por qué afirma que esta obra es casi un ejercicio intelectual?

–Porque no es nada común que los títeres no sean representativos. Fue como un reto para ser realizado, en un principio, en un espacio pequeño. A mí me gusta mucho trabajar para pocas personas. Pero soy norteamericano... y es por eso que tengo muy presente la idea del entretenimiento, del espectáculo que no permite jamás que el público se aburra, que lo ponga feliz, que lo entretenga sin ponerse instructivo. En general, parecen dos mundos diferenciados, pero creo que se pueden combinar muy bien la experimentación y el entretenimiento.

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