Escrita en 1888, La se帽orita Julia es uno de los textos del sueco August Strindberg m谩s conocido. La 煤ltima vez que se mont贸 en Buenos Aires fue en 2001, en la versi贸n de Alejandro Tantanian llamada Julia (una tragedia naturalista). En estos d铆as se dio a conocer en el teatro Del Nudo (Corrientes al 1500, viernes y s谩bados a las 22.30) la versi贸n del director Claudio Ferrari, que cont贸 con la supervisi贸n general de Alberto Ure. El elenco est谩 integrado por Laura Azcurra y Carlos Kaspar, en los roles de la arist贸crata protagonista y su sirviente, y Maia Francia, actriz uruguaya que interpreta a Cristina, la cocinera, un personaje que en esta versi贸n tiene una participaci贸n mucho m谩s activa que en la obra original. Tambi茅n, como lo previ贸 su autor, la escena transcurre en la cocina de la residencia, pero ya no durante la noche de San Juan 鈥搇a noche en la que tradicionalmente se borran todas las diferencias sociales鈥, sino en una calurosa jornada del Carnaval de 1957. Aclara el director que los personajes de su versi贸n son 鈥減ersonajes afiebrados que, como en toda tragedia, no pueden evitar la pulsi贸n de sus pasiones: en Julia, devienen de su educaci贸n contradictoriamente liberal y represiva, de su promiscuidad, y del suicidio de su madre, suceso que no figura en el original; en Juan, de su resentimiento; en Cristina, de su silencioso sometimiento鈥. La obra, que descubre a una joven de clase acomodada intentando divertirse con uno de los sirvientes de su padre, da cuenta de odios y resentimientos de clase. Ambientada dos a帽os despu茅s de la ca铆da de Per贸n, la versi贸n de Ferrari habla de un antes y un despu茅s en lo tocante al tema de las diferencias sociales.
鈥撀縌u茅 conserv贸 de Strindberg?
鈥揈n sus obras, Strindberg era mucho menos cuidadoso de la estructura que Ibsen, pero ten铆a la apabullante capacidad de mostrar el lado oscuro y salvaje de sus personajes. Y eso fue mi gu铆a: mostrar lo que no se hace en p煤blico, lo que sucede a partir de la prohibici贸n, la transgresi贸n y la consumaci贸n del deseo, lo que en la intimidad no puede contenerse y lo que estalla finalmente en tragedia. En Strindberg, los sentimientos que se desatan y su omnipresencia es lo que lleva a los personajes a sus inevitables destinos. Hoy la exposici贸n personal es indiscriminada y promiscua. Pero, 驴realmente nos mostramos? 驴Verdaderamente mostramos los sentimientos y las pasiones? 驴O en realidad lo m谩s profundo de nosotros permanece guardado? 驴C贸mo explicar nuestra vocaci贸n por seguir siendo una sociedad violenta?
鈥撀縋or qu茅 eligi贸 enmarcar su versi贸n en un tiempo posterior a la ca铆da del peronismo?
鈥揗e pareci贸 que el conflicto de la lucha de clases, uno de los tantos de la obra, adquir铆a relevancia 铆ntima, justamente en un momento del pa铆s donde aparentemente no suced铆an grandes movimientos sociales. Digo aparentemente porque hoy sabemos que ya se estaba gestando la resistencia peronista y todo lo que despu茅s, para bien y para mal, termin贸 estallando en la Argentina: una juventud que se involucra y decide intervenir directamente en los sucesos pol铆ticos y sociales, una dirigencia obrera contradictoria y sinuosa, y m谩s tarde, la terrible dictadura.
鈥撀縉o es algo rom谩ntica su visi贸n del primer peronismo, dicho esto en relaci贸n con las alusiones de los personajes acerca del borramiento de las diferencias sociales que tuvo lugar en ese momento?
鈥揝铆, es rom谩ntica. Yo no viv铆 el primer peronismo, acaso el 煤nico. Pero creo que ese romanticismo est谩 protegido por una realidad que, por lo menos a m铆, se me hace evidente: aquel peronismo fue el 煤nico movimiento social de masas que produjo cambios reales en el estado de las cosas. No digo que haya sido una revoluci贸n, pero los cambios fueron dr谩sticos. Mi abuelo pudo trabajar s贸lo 8 horas diarias. Y mi abuela paterna aliment贸 y educ贸 a sus hijos en escuelas y universidades p煤blicas, con una m谩quina de coser que le dio la Fundaci贸n Eva Per贸n.
鈥撀緾u谩les fueron las contribuciones que hizo Alberto Ure a la versi贸n?
鈥揊ueron muchas y determinantes, desde la aprobaci贸n del texto hasta el estilo de su puesta en escena. Ure hoy cree en el naturalismo, m谩s bien en una especie de realismo po茅tico. Un naturalismo que debe revisarse a s铆 mismo y replantearse los modos de narraci贸n que puede concebir. Parad贸jicamente, este naturalismo se torna experimental, porque trabajamos intentando descubrir un concepto de verdad, si bien es cierto que en el teatro todo debe ser verdad, cualquiera sea su g茅nero y estilo.
鈥撀緾贸mo lleg贸 a establecer qu茅 uso har铆a del espacio?
鈥揢re dirigi贸 esta obra hace m谩s de veinte a帽os y su puesta fue austera: hab铆a c谩mara negra, s贸lo una mesa y unas sillas. Aqu铆 desde el principio tuvo en claro que habr铆a una situaci贸n escenogr谩fica de encierro: una cocina totalmente azulejada y laber铆ntica. Un sitio ideal para consumar la prohibici贸n y su castigo, y tambi茅n ideal para borrar los rastros. El azulejo muestra su aparente dignidad y limpieza pero nunca lo logra: siempre quedan en sus resquicios las pruebas, las evidencias de lo sucio.
鈥撀縔 cu谩l fue la opini贸n de Ure en relaci贸n con el personaje de Cristina, la cocinera?
鈥揢re me ayud贸 a darles sentido a las palabras que yo hab铆a puesto en boca de Cristina, provenientes de La m谩s fuerte, tambi茅n de Strindberg: Ure vio all铆 a una Cristina que estaba haciendo un conjuro, un hechizo contra Julia y, a partir de ese acto de fe siniestro, ella se transforma en una gran manipuladora. Hay algo muy conmovedor en Ure: su memoria y su saber teatral, que son abrumadores, siguen intactos. Esto prueba que lo que ha sido verdaderamente amado ser谩 imborrable.
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