Imprimir|Regresar a la nota
Sábado, 9 de mayo de 2009
logo espectaculos
Gastón Ricaud y Carlos Belloso en la tela de El hombre araña

“Es un privilegio hacer de héroes”

Supervisada por ejecutivos de Marvel Comics, la versión local del superhéroe es la primera que se hace en América latina. “Las obras infantiles te permiten regresar a la faceta lúdica de la actuación”, dicen.

Por Emanuel Respighi
/fotos/espectaculos/20090509/notas_e/na30fo01.jpg
En el Teatro Coliseo, Ricaud y Belloso están cumpliendo “el sueño del pibe”.

Nunca antes habían trabajado juntos, pero parece que la experiencia que están viviendo desde hace un tiempo los entusiasma tanto como para parecer viejos conocidos. En diálogo con Página/12, Carlos Belloso y Gastón Ricaud se muestran excitados cual niños a punto de ir al teatro a ver una obra de su héroe preferido. Y algo de eso hay en su nueva incursión laboral. Es que desde el fin de semana pasado, sábados y domingos a las 15 y 18, ambos actores están cumpliendo el sueño del pibe: calzarse los trajes de superhéroe y malvado para interpretar en el Teatro Coliseo una versión infantil de El hombre araña, el personaje más famoso de la factoría Marvel, titulada El hombre araña, acción y aventura. Y aunque admiten que ninguno de los dos era fanático del otro yo del temeroso Peter Parker, la adrenalina por formar parte del superhéroe que encandiló a varias generaciones les vuelve a activar el niño que todo el mundo lleva adormecido en algún rincón de su alma. “Pocos actores tienen la posibilidad de jugar a hacer de héroes: es un privilegio impagable”, subrayan.

Supervisada personalmente por ejecutivos de Marvel Comics, la editorial estadounidense de la que surgieron emblemáticos personajes del género como Hulk, Iron Man y Capitán América, la versión local del superhéroe creado en 1962 es la primera que se realiza íntegramente en América latina. Cruzando la acrobacia, pantallas multimedia, el teatro negro y los efectos especiales, la obra creada por Leandro Panetta intentará atraer al público infantil, pero también a los fanáticos adultos que se criaron leyendo el comic allá lejos y hace tiempo. Para ello, El hombre araña, acción y aventura relata una historia que aprovecha un nuevo conflicto del superhéroe (Ricaud) contra el duende verde (Belloso) para contarles a las nuevas generaciones cómo fue que el nerd Parker terminó transformándose en un paladín de la justicia a raíz de la mordedura de una araña expuesta a la radiación en una de sus manos.

“El teatro para chicos hay que saber disfrutarlo, porque si lo ves únicamente como un trabajo los querés matar a todos”, dispara Belloso, más en serio que en broma. “Lo interesante es que en el infantil pasa como en ningún otro género que la obra la termina completando el público: ninguna función es igual, porque la respuesta de los chicos es impredecible. Uno de mis primeros trabajos fue en una obra para chicos y creo que eso me permitió desmitificar el asunto de que la actuación debe ser naturalista: me di cuenta de que podía hacer cosas absurdas y provocar cosas fuertes en el público”, agrega el actor, al que los sábados y domingos, pero a la noche, también se lo puede ver en Gargantúa haciendo sus extrañas criaturas en Mundo mudo.

Con más experiencia en el género que su compañero, Ricaud (Pulgarcito, Bella y bestia, Blancanieves, Hay que salvar una flor, Chiquititas) cree que El hombre araña forma parte de una nueva ola de espectáculos infantiles en la que no se escatima en producción, vestuario y puesta en escena, manteniendo sin embargo el espacio para la fantasía de los más pequeños. “El infantil es un público fascinante. Y El hombre araña tiene las herramientas y recursos para capturar, incluso, a los fanáticos del comic. A los chicos de hoy no les podés vender cualquier cosa, porque tienen los sentidos muy abiertos y están atentos a todo”, analiza el actor de Los exitosos Pell$ en la entrevista con Página/12. “Nunca imaginé –confiesa Ricaud– hacer un superhéroe y ahora que me toca interpretarlo percibo que es una experiencia increíble. La respuesta del público es impresionante: nunca había hecho un personaje tan popular y querido como el hombre araña.”

–¿Las obras infantiles les dan la posibilidad a los actores de poder divertirse más que las que apuntan exclusivamente al público adulto? ¿Hay mayores posibilidades de tomar riesgos actorales?

Gastón Ricaud: –Las obras infantiles te permiten regresar a la faceta lúdica de la actuación. Y eso es muy moderno y renovador para los tiempos que corren. Yo veo que ahora hay una tendencia en el teatro actual de obras en las que se habla mucho y se hace poco, lo que vuelve monótona o aburrida la pieza teatral. Es un teatro que a mí me dejó de sorprender. En cambio, el teatro infantil es todo lo contrario: hay mucha acción y experimentación.

Carlos Belloso: –A mí lo que me pasa es que me gusta actuar, en el sentido amplio de la profesión. Si bien incursioné muchas veces en el registro naturalista, a mí me gusta mucho trabajar de actor, con todas las posibilidades y herramientas que esta profesión te permite. Me encanta actuar y transformarme en un personaje. Me gusta poner el cuerpo. Si yo no pongo el cuerpo me aburro muchísimo.

–Es raro ver en el teatro una obra para adultos de acción. La fantasía pareciera quedar reservada únicamente al teatro infantil.

G. R.: –Yo me pregunto constantemente por qué pasa eso. Hay una sobreabundancia de oferta de obras en las que el psicoanálisis tiene una presencia muy fuerte. Y ese tipo de teatro no me divierte como espectador. Y como actor siento que en esa línea uno no tiene la posibilidad de hacer personajes “jugados”. Es cuestión de modas.

C. B.: –De todas maneras, creo que el problema no es tanto el naturalismo en sí, sino la falta de experimentación que se le suele sumar a ese registro. Yo me frustro mucho cuando estoy viendo una obra en la que no pasa nada. Tengo ganas de subir al escenario y desempolvarlos. Lo mismo cuando veo que un actor hace siempre los mismos papeles. Hay que buscar otros recursos y desafíos. La guitarra tiene seis cuerdas. Si tocás una sola puede ser interesante al principio, pero luego se vuelve aburrido. El hombre araña es todo lo contrario: pasan muchas cosas todo el tiempo.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.