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Sábado, 5 de agosto de 2006
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UNA METROPOLI A ESCALA

La Ciudad de los Niños, un clásico

Inaugurado por Perón en 1951, el predio ubicado cerca de La Plata resiste el paso del tiempo y sigue siendo una opción válida para las vacaciones.

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La Ciudad nació con la idea de “entrenar” a los niños en el funcionamiento de las instituciones.

La llamada República de los Niños puede verse de varias maneras. Una de ellas es, precisamente, con ojos de niño, un lugar donde se puede jugar a ser grande recorriendo los principales lugares que conforman un país. La otra es con ojos de grande: algunos lo pensaron como un espacio formador de ciudadanos donde se aprende a vivir en la ciudad. De la forma en que se lo mire, la propuesta del lugar para estas vacaciones y para el resto del año es variada, el paseo permite divertirse y, al mismo tiempo, aprender sobre cuestiones como el régimen democrático, la arquitectura y la geografía.

Inaugurado en 1951, el predio de 52 hectáreas reproduce a escala accidentes geográficos y paisajes naturales. La Ciudad está conformada por treinta y cinco edificios que, realizados en una escala acorde con niños de diez años, muestra una elaborada mezcla de estilos arquitectónicos que incluye influencias de estilos medievales, europeos e islámicos. Cada una de estas edificaciones representan las sedes de las instituciones públicas, instalaciones fabriles, deportivas, comerciales, educativas y religiosas que conforman un país. El parque se conforma así con un Centro Cívico, un área urbana y otra que tiene las características de un medio rural, además de tener una zona tipo parque de diversiones, con juegos mecánicos.

Ubicada en Gonnet, cerca de la ciudad de La Plata, la construcción fue hecha en el antiguo campo de golf del Swift Golf Club, inaugurada el 26 de noviembre de 1951 por el entonces presidente Juan Domingo Perón. El objetivo fundacional fue hacer edificios que permitieran vivenciar el funcionamiento de las instituciones republicanas, formando a la población infantil en los principios democráticos. Uno de tantos mitos argentinos cuenta que Walt Disney visitó el lugar y allí se inspiró para construir más tarde Disneylandia. El edificio del Banco Municipal Infantil, situado frente a la Plaza San Martín, es una réplica del Palacio Ducal de Venecia; cerca de allí se levanta el Palacio de Cultura, inspirado en el Taj Mahal de Agra de la India, donde tiene sede el Museo Internacional del Muñeco. La capilla tiene grandes planos de techos normandos, galerías laterales y torres con campanarios; la Casa de Gobierno está coronada por un techo de imaginativas formas elevadas en torres. En torno de la Plaza de las Américas se encuentra la Legislatura, inspirada en el Parlamento inglés, que alberga los recintos de las Cámaras de Diputados y Senadores del Gobierno Infantil de la República, que está conformado por alumnos de las escuelas locales. Una vez al año, en la celebración del aniversario de la fundación de la República, los integrantes del Concejo Deliberante de la ciudad realizan una sesión especial para tratar las declaraciones enunciadas por el Gobierno Infantil, convirtiéndolas en ordenanzas que rigen luego en todo el partido de La Plata.

El Museo Internacional del Muñeco, una verdadera rareza, tiene una colección de 2500 piezas que fueron donadas por embajadores y diplomáticos. Dos de los muñecos más significativos del museo son del Perú, pertenecen a la cultura chancay y tienen aproximadamente seiscientos años de antigüedad. Hasta mañana, además, se presentan espectáculos para niños como El circo de Adolfito, Asalto al tren, El juicio a Pinocho, El mago de Oz, Piratas en el embarcadero, Aladino y la lámpara mágica, La Bella y la Bestia y El Jorobado de Notre Dame. También hay talleres de Educación ambiental en la huerta y visitas guiadas, mientras que en la Legislatura se da un taller de Derecho a la identidad.

La ciudad se puede recorrer con un tren que atraviesa las estaciones Peter Pan, Caperucita y Pulgarcito, permitiendo a los visitantes tener una visión panorámica del lugar. La República combina así su aspecto lúdico, basado en historias y cuentos populares infantiles, con un objetivo educativo que permite a sus visitantes realizar un recorrido soñado por una ciudad del tamaño de un niño. Así, frente a las ofertas electrónicas como quedarse en casa con la Playstation, y las numerosas películas y obras de teatro, la República de los Niños sigue en pie, con actividades tradicionales atravesadas por actualizaciones para captar al público del nuevo milenio.

* Entrada general: $ 3. Entrada al Museo de los Muñecos y Granja Educativa: $ 1. Abierta de 10 a 18.

Informe: Suyay Benedetti.

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