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Domingo, 24 de mayo de 2015
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RITA DEL PRADO Y EL DUO KARMA PRESENTAN EN GUARANDINGA POR TODA CUBA

Desenfado y tradición musical

El viernes 29 de mayo a las 21 se presenta en el ECuNHi (Av. Del Libertador 8465) el documental En guarandinga por toda Cuba, de Javier Orizondo y Neris González Bello, que cuenta el proceso del disco. Gratis.

Por Karina Micheletto
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Rita del Prado y el Dúo Karma presentan En guarandinga por toda Cuba. Hoy a las 17. Sala Caras y Caretas 2037. Sarmiento 2037. Entradas: $ 150. Menores de 2 años, gratis.

Enguarandingados dicen que están los que siguen a estos músicos desde hace años, desde que se encontraron en Cuba allá por 2002, primero como una simple juntada y después dándole forma de disco y de espectáculo a una de las propuestas más interesantes en materia de música para todas las edades de América latina. Rita del Prado y el Dúo Karma –dos que ya son, a esta altura, un poco locales– mostrarán en la Argentina En guarandinga por toda Cuba, el trabajo que los reunió alrededor de los ritmos folklóricos de Cuba y que ha recibido numerosas distinciones, entre ellos el Gran Premio Cubadisco (algo así como el Gardel de Oro local, otorgado por primera vez a un disco de música para chicos). La cita con los músicos y la música cubana es hoy a las 17, en la Sala Caras y Caretas 2037 (Sarmiento 2037).

Después de todos estos años, La guarandinga ya tiene sus seguidores, que son, claro, los guarandingueros. Ellos son los que han sido capturados por estas canciones que traen ritmos de cha cha cha, son, mambo, conga, sucu sucu, habanera o trova tradicional. Y también historias y juegos, en lo que configura un viaje musical con tanto de desenfado como de apego a las tradiciones. “La única licencia que nos tomamos fue sustituir el piano por la guitarra, debido también la tradición de trovadores de la que nos sentimos parte”, advierten ellos, y cuentan la larga investigación musical que precedió a la aparición del repertorio, emprendida como una aventura que también cimentó esta juntada que permanece, más allá de los proyectos individuales de cada una de las partes, con sus respectivas propuestas “para chicos” y “para grandes”.

Rita del Prado, Xóchitl Galán y Fito Hernández cuentan a Página/12 cómo se encontraron primero tras ser convocados a hacer juntos un repertorio brasileño, en el emblemático Centro Pablo, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, de La Habana. “Fue una argentina, Eva Rubio, la que tuvo la idea de reunirnos; tuvo una visión muy clara. Y así fue que descubrimos que, más allá de los gustos musicales en común, teníamos maneras de trabajar que nos unían, esas largas jornadas buscando cada detalle en el montaje de las voces”, cuenta Galán. De ese descubrimiento común, nació primero Juglares y duendes, donde reunían canciones de los repertorios de cada uno (que, en ambos casos, comenzaron siendo exclusivamente para adultos) arregladas por los tres, que llevaron a una gira por Colombia, pero que no llegó a tomar la forma de un disco. Hasta que, buscando un proyecto en común ya desde su origen, surgió la idea de La guarandinga.

“Pensamos: ¿qué es lo mejor que podemos mostrar de nosotros? Y claro, ahí apareció la música nuestra, el folklore cubano”, razona Del Prado. Y, cuentan los tres, apareció también una suerte de pasión, un viaje inesperado que abrió primero la investigación y el estudio de cada ritmo de Cuba, con su especificidad, y luego el montaje de las voces, la temática de cada canción, los juegos que surgían de ellas. “Salía una idea de uno, el otro la tomaba y la recomponía, y así volvía... Fue un trabajo realmente colectivo, como en espiral. Por eso fue tan enriquecedor”, subraya Hernández. “Buscar cada canción, encontrarla y darle forma fue, durante mucho tiempo, el centro de nuestras vidas. ¡Nos enguarandingamos!”, concluyen entre risas.

Desde entonces –desde 2006– En guarandinga (así se llama al “camión-colectivo” que es utilizado en Cuba en las zonas rurales) viene rodando no sólo por toda Cuba sino por Latinoamérica. Y, aseguran sus intérpretes, resultó ser que el público argentino “es de los más guarandingueros”. “Es impresionante cómo reciben aquí ese viaje de tradición con los brazos abiertos, y con muchísimo cariño”, asegura Galán. Definida por Del Prado, La guarandinga “sería como una filosofía de vida, diría que una masonería”. “Es ya un código de complicidad con la gente, tanto que veces vamos ensayando en Cuba (a voz en cuello, por supuesto) y nos gritan por la calle: ‘¡eeeh, la guarandinga!’. La gente captó el sentido, es la tradición, el respeto por la raíz, y a la vez todo lo desenfadado.”

–¿La piensan como música “para chicos”?

Fito Hernández: –Es para todas las edades. El público infantil siempre tiene un mediador, para bien y para mal, y ese mediador es adulto. Puede haber distintos niveles de lectura, pero algo queda, y eso es lo que nos interesa. Nos dirigimos a ambos públicos, cada cual tomará la música de diferente manera, pero la música es una, y es la que a nosotros también nos gusta.

Xóchitl Galán: –De hecho, la música que hacemos “para grandes” está muy influida por ésta. El repertorio para niños nos ha dado claves de comunicación, una manera de trabajar más relajada, y de mayor síntesis.

Rita del Prado: –María Elena Walsh, que es la maestra de todos nosotros, les habla de las mismas cosas a los niños y a los grandes. Esos personajes que están a merced de una catástrofe, como Juan Poquito, cuando parte el tren y se lleva a su amada, son muy simpáticos pero no por eso pierden dramatismo. Y en El 45, desde la adultez, María Elena nos está hablando de lo mismo. Lo mismo con Manuelita, con esos temas tan profundos que trata, la vejez, el amor, las apariencias. Es que, aunque seamos algunos más grandes y otros más chicos, el mundo es uno solo. Y todos tenemos que compartirlo.

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