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La primera emisión al aire de Radio UBA (FM 87.9, o www.uba.ar/radio) se realizó el 20 de diciembre de 2005. La inconfundible voz de Eduardo Aliverti, encargado de la locución artística de la radio perteneciente a la Universidad de Buenos Aires, fue la primera en escucharse. En aquellas iniciáticas emisiones, la programación consistía en no mucho más que música y breves editados a cargo de diversos escritores argentinos, cuyas voces se colaban con alguna reflexión entre tema y tema. Suerte de metáfora de una Argentina que parece haber quedado atrás, mucho antes, en 1984, Raúl Alfonsín le había otorgado la frecuencia a la universidad, pero los permanentes cambios en la gestión universitaria, la indiferencia política en otros momentos y los problemas presupuestarios de entonces retrasaron su salida al aire por más de veinte años. A una década de aquella primera transmisión, Radio UBA se consolidó como una emisora que cuenta con una programación variada, que logró trascender –temática y artísticamente– las cuestiones propias de lo que ocurre en las aulas y los pasillos universitarios.
“En esta primera década de vida, la radio tuvo los vaivenes propios de la universidad, pero al igual que la institución, mantuvo su esencia: ser una radio pluralista políticamente y diversa artísticamente”, le cuenta a Página/12 Pablo Vallés, coordinador general de la emisora que transmite desde un edificio ubicado en Arenales al 1300. “Radio UBA nunca fue una emisora masiva ni tuvo pretensión de serlo. La radio intenta ser, y en estos años lo ha conseguido cada vez con mayor sustancia, un punto de referencia. La idea es ser un punto de referencia para el oyente, el ciudadano de a pie, y para los colegas, sobre cómo tratar ciertas temáticas, que además no se abordan con multiplicidad de perspectivas en las radios comerciales. La radio es un medio maravilloso para ayudar a comprender la propia existencia”, subrayó el coordinador de la emisora.
Sin tanda comercial, Radio UBA se mantiene íntegramente con presupuesto universitario, provisto por la Secretaría de Cultura y Comunicación de la UBA. Compuesta por una programación diversa, la emisora no se reduce a los contenidos típicos que signan a las frecuencias propias de las casa de altos estudios. Si bien cada facultad cuenta con sus propios espacios, para difundir cuestiones inherentes a cada especialidad, lo cierto es que la emisora ha constituido una programación que se abre al público en general, transmitiendo diariamente de 8 a 24. “No contamos con un gran presupuesto, porque siempre hace falta más, pero la realidad es que tenemos una programación atractiva e interesante. La creatividad y la libertad suplen la escasez presupuestaria”, puntualiza Vallés.
Sin perder de vista la faceta académica que la contiene, la emisora mantiene una puesta artístico-periodística interesante radiofónicamente. No relega sonoridad en su búsqueda de rigurosidad científica, cuando las distintas facultades (Agronomía, Sociales, Económicas, Arquitectura, Medicina, Derecho, Odontología) se hacen cargo del aire. Mucho menos eso sucede cuando espacios dedicados al arte y la cultura toman la posta, al final de cada jornada, entre las 22 y las 24. Allí, es posible disfrutar de buena ficción radial humorística en Rojos de vergüenza (lunes), el ciclo que encabezan el “Macoco” Gabriel Wolf y Pablo Palavecino. O escucharlo contar historias, tamizadas con música ad hoc, a Sergio Marchi en Futuro imperfecto (miércoles), o a Diego Fischerman transitando el jazz “con desvíos y otros descarrilamientos” en Tren de noche (viernes). A lo largo de la programación, también es posible toparse con Leer y leer (lunes a las 15, con Luis Quevedo y Leandro De Sagastizábal), o con un ciclo como Té de brujas (miércoles de 15 a 16), en el que María Osenigo y Mariana Acerbo analizan la sociedad con perspectiva de género.
Con una cobertura por aire que para el sur llega hasta La Plata, hacia el sudoeste hasta Cañuelas, al oeste a Lobos y al norte hasta la localidad de Zárate, Radio UBA cuenta además con programas que apuntan a acercar a la universidad a los más jóvenes, funcionando como un puente entre quienes promedian el secundario y la institución. De hecho, alrededor del 40 por ciento de la audiencia de la emisora proviene de la web de la radio (www.uba.ar/radio), en gran medida motorizada por oyentes jóvenes de distintos puntos del país. Ciclos como UBA XXI (lunes a las 16, sobre el plan adelantado de estudios para alumnos secundarios), Volver al futuro (lunes a las 12, de orientación al estudiante), CBC punto de partida (sábados de 9 a 12, con la actualidad del Ciclo Básico Común, a cargo de Analía Argento), Menú estudiantil (magazine que va de lunes a viernes de 13 a 15), son algunas de las propuestas que encuentran eco en aquellos que están por ingresar a estudiar alguna carrera universitaria en la UBA, o que acaban de hacerlo.
“Radio UBA, dentro de lo que son las radios universitarias, tiene una posición privilegiada por el prestigio que la institución tiene a nivel local e internacional. La perspectiva es que la radio siga ganando en calidad, entrar en esta segunda década de vida reforzando el concepto de ser un punto de referencia para la multiplicidad de temáticas que atraviesan a todos los argentinos. Nos interesa mucho más seguir posicionándonos como una voz escuchada en la cultura argentina más que alcanzar masividad”, concluye Vallés.
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