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Veinte años no es nada, dice el tango. Sin embargo, para un ballet cuyos bailarines trabajan ad honorem y por amor a la danza, veinte años significan la heroica reunión de esfuerzos, paciencias y voluntades. Cuando Beatriz Durante creó el primer Ballet de Folklore y Tango de la Universidad de Buenos Aires con algunos alumnos de los talleres que dictaba en el Centro Cultural Rojas, ni se imaginaba que esa compañía todavía amateur se profesionalizaría, se ampliaría y representaría a la Argentina en el exterior. Era 1988 y su grupo recién se animaba a bailar dentro del mismo Rojas o en otros centros culturales de la metrópoli. Pasaron dos décadas y 2008 encontró a este cuerpo de baile en Francia, participando de los festivales folklóricos europeos de verano. Debido al viaje, en aquel momento el Uballet debió postergar los festejos por los veinte años. Finalmente, el momento de alzar la copa y agitar los pañuelos ha llegado: hoy a las 18, la sala Batato Barea del recinto de Corrientes 2038 será testigo del reencuentro de los elencos presentes y pasados de esta compañía, en una gala que contará con fragmentos de su repertorio actual, reposiciones de antiguas obras de Durante y proyecciones documentales que permitirán reconstruir la historia del Uballet y rendirle homenaje.
“Hay chicas y chicos que no se dedican más a la danza y esta gala les dará la oportunidad de recordar momentos gratos y volver al escenario. Además, el elenco actual repondrá coreografías que hizo el ballet en sus diferentes etapas, reconstrucción que se realiza a partir de los videos que tenemos de hace veinte años”, anticipa el actual director del Uballet, Marcos Faletti, que también fue bailarín de la compañía entre 1998 y 2005. “Actualmente nuestro repertorio se compone de nuevas coreografías –sigue–, pero las nuevas camadas de bailarines están en contacto con la historia del ballet, les mostramos los videos cuando ingresan al grupo y les transmitimos que están en un espacio que tiene una historia, de la cual ellos van a formar parte.” En sus dos décadas de vida, el Uballet se convirtió en una compañía de perfil internacional, pues en ese lapso realizó ocho giras a Europa, los países limítrofes y Canadá. En 1993 visitó por primera vez Francia y, desde entonces, la representación de la Argentina en festivales folklóricos internacionales se convirtió en su principal actividad. Claro que la crisis afectó también al Uballet, que históricamente se costeó las giras con el esfuerzo de sus bailarines y el aporte de alguna organización internacional. Desde 1999, la compañía no había vuelto a salir de gira hasta el año pasado, cuando fue invitada por el Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales Folklóricos (Cioff) para participar de cuatro eventos en ciudades de Francia y Suiza.
“Estos festivales se organizan durante el verano europeo –explica Falotti–. Empiezan en una ciudad y luego siguen en otra, de modo tal que nosotros, que vamos por un mes y medio, debemos trasladarnos por distintos lugares. Realizamos desfiles en los que recorremos las calles bailando y tocando, hacemos animaciones al aire libre y participamos en la gala, en la que los grupos de distintas partes del mundo se reúnen en una puesta conjunta por una sola noche. No cualquiera puede participar porque la Cioff tiene sus exigencias: tener una trayectoria y un nivel artístico, mostrar una variedad de danzas de la región, trabajar con un grupo estable de músicos en vivo, algo que no es común entre los grupos argentinos.” El Uballet ya está invitado a participar de la edición 2010, que tendrá lugar en Bélgica y Francia, pues hace rato que cumple con los requisitos: cuenta con un ensamble de cinco músicos que intervienen en algunas de sus obras y aborda el amplio abanico de bailes folklóricos del país. “Cada región tiene sus influencias –explica el director–. El noreste está influido por el folklore peruano y boliviano en los que predominan los instrumentos de viento; la región cuyana por Chile; el litoral por la inmigración europea y ahí interviene el acordeón y a veces el arpa; en la región pampeana hay fuerte presencia de la guitarra. Nuestro folklore es uno de los más ricos y nosotros buscamos representar los diferentes estilos, desde los más europeizados hasta los más estridentes y festivos. También cuando trabajamos con el tango realizamos un viaje imaginario desde sus orígenes –una danza arrabalera y prostibularia– hasta la actualidad, pasando por el baile de salón, la milonga y el vals.”
–¿Qué diferencias estilísticas caracterizan al Uballet respecto de otros grupos de danzas folklóricas y de tango del país?
–Beatriz Durante marcó una tendencia y propuso un modo innovador respecto de cómo llevar la danza folklórica a la escena. En el circuito de elencos folklóricos uno se encuentra o con los centros tradicionalistas nacidos a principios de siglo XX, que se ocupan de conservar las formas puras de los bailes, o con los elencos que trabajan la fusión de lenguajes, pero que en realidad terminan haciendo danza contemporánea y no folklore o tango. El Uballet no lleva a las danzas populares al escenario desde una perspectiva tradicionalista o conservadora pero respeta su esencia. Durante tenía tal conocimiento de lo que es el folklore –fue discípula de Augusto Raúl Cortazar y Bruno Jacobella– que pudo llevarlo a la escena de modo llamativo pero sin perder lo esencial del mismo, que es su carácter, su estilo, su expresividad. Ella tenía una formación clásica y tomó elementos de otras técnicas para sus obras pero nunca desvirtuó el lenguaje. El objetivo fue siempre mantener un equilibrio entre tradición e innovación.
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