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La danza contemporánea no da tregua. Hace poco más de una semana que concluyó el festival independiente Cocoa y ya hay que prepararse para uno aún más intenso: el VI Festival Buenos Aires Danza Contemporánea 2010, que organiza el Gobierno de la Ciudad. En pocos días –desde hoy y hasta el próximo lunes– una seguidilla de actividades, con entrada libre y gratuita, invadirá la ciudad. Esta vez habrá mucho más para hacer que sentarse en una butaca a ver una obra. Con menos piezas programadas que otros años y más propuestas poco convencionales e interdisciplinarias, esta edición va en busca de nuevos formatos que renueven el público de la danza. “No es un festival sólo de coreógrafos –dispara Silvina Szperling, una de las organizadoras–. Se propone como un espacio para ver, hacer y pensar danza; una propuesta muy amplia que incluye obras escénicas de diversas estéticas y generaciones, pero también otras actividades que permitirán conectar a la danza con espacios que no son los habituales y movilizar a un montón de gente que está en el campo pero no se dedica a montar obras.”
Algunas de las secciones que componen este encuentro ya son conocidas: entre las producciones escénicas, habrá dos estrenos (de Margarita Bali y Eugenia Estévez) y siete reposiciones de coreógrafos de distinta estirpe (entre ellos, Luis Garay, Fabriana Capriotti, Gabriela Romero, Fabián Gandini, Florencia Gleizer). También piezas “en construcción”, que permitirán observar la intimidad del trabajo de algunos de los creadores más destacados de los últimos tiempos (Carlos Casella, Gustavo Lesgart, Juan Onofri Barbato, Rahklal Herrero y el grupo Krapp). Y un espacio de homenaje, dedicado esta vez a la bailarina, docente y pionera de la danzaterapia María Fux, que el año pasado se despidió de las tablas (se proyectará un recorrido visual por su vida y obra realizado por el cineasta Pablo Tesoriere y la bailarina Andrea Fernández realizará una improvisación inspirada en la poética de Fux).
Las nuevas secciones del festival parecen muy prometedoras, especialmente dos de ellas: Danzas estables para público móvil y La maratón. “En la primera, un grupo de bailarines intervendrá el Patio del Liceo, un predio recuperado donde ahora convive el arte, la artesanía, los oficios y comercios más diversos –explica Szperling–. Una de las propuestas innovadoras del festival era ocupar espacios de la ciudad: los bailarines improvisarán en una galería de arte, una librería, un taller de restauradores y otros negocios de ese antiguo liceo de señoritas, mientras el público recorre el lugar aleatoriamente”, anticipa. La maratón también tendrá a la improvisación como común denominador: “Durante todo el fin de semana largo, grupos y artistas de tres disciplinas (el contact, la improvisación contemporánea y el hip hop) bailarán en la terraza del Centro Cultural Recoleta; el público podrá sumarse y algunos artistas plásticos ilustrarán lo que esté sucediendo”, cuenta Szperling.
Por último, esta edición ha puesto el acento en el cruce de las distintas disciplinas, como no podía ser de otra manera, teniendo en cuenta que Szperling es quien encabeza la movida del “videodanza” en Buenos Aires. “En este momento todas las artes contemporáneas están ligadas y el festival de danza tiene que ser una plataforma para que ese diálogo continúe. Por eso hicimos una convocatoria abierta para que cualquiera, ya sean bailarines, artistas visuales o fotógrafos, subieran a Internet videos realizados con cámaras caseras o celulares bajo la consigna ‘¿Qué ves cuando ves danza?’”, sigue Szperling. Quince de esos videos fueron seleccionados y sus realizadores participarán de un laboratorio de videodanza durante los próximos cinco días, cuyos resultados podrán ser vistos en la última jornada del festival. También ese día se exhibirá una performance organizada por Martín Churba, que fusionará el diseño de indumentaria y el arte del movimiento. Habrá un intercambio con proyectos interdisciplinarios de otras regiones (la compañía Hibridus de Brasil y la coreógrafa argentina radicada en Amsterdam Valeria Primost mostrarán sus obras); también una sección dedicada a los “repatriados”, con producciones de cuatro jóvenes coreógrafos argentinos que desarrollan sus carreras en el exterior. Y un invitado especial: el italiano Francesco Scavetta, que estrenará Surprised Body, con bailarines locales y extranjeros.
Los más entendidos podrán participar de los espacios de reflexión; los que desean iniciarse a cualquier edad tendrán la posibilidad de conocer las técnicas Alexander y Body Mind Centering en dos talleres introductorios a estas experiencias con el cuerpo. Compañías pertenecientes a reconocidas instituciones brindarán funciones en el marco del festival (el Ballet Contemporáneo y el Taller de Danza del Teatro San Martín, la Compañía de Danza del IUNA). Por último, el DJ Felipe Zamorano Graffigna cerrará la fiesta invitando a bailar al aire libre en la terraza del Recoleta. “No creímos que nuestra tarea fuera realizar una mera selección de obras y coreógrafos; quisimos volver visibles cosas que están pasando pero que la gente no llega a ver: las jams de improvisación, los hiphoperos que se juntan en las calles, los que se encierran a improvisar en una sala. El festival debe ser un espacio en el cual puedan participar todos los amantes de la danza, incluso aquellos que no se han profesionalizado. La danza es patrimonio de todos”, concluye Szperling.
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