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Lunes, 28 de agosto de 2006
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CAMPEONATO MUNDIAL DE BAILE DE TANGO

Ahora para bailar hacen falta tres

Los nuevos campeones son Fabián Peralta y Natacha Poberaj, embarazada de siete meses.

Por Karina Micheletto
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Peralta-Poberaj ganaron en la categoría Tango Salón.

El Campeonato de Baile de Tango ya tiene sus campeones mundiales de la categoría Tango Salón, y esta vez la pareja ganadora es algo parecido a un trío. Fabián Peralta, un joven de estampa gardeliana y habilidoso exponente del jueguito con los pasos, y Natacha Poberaj, embarazada de 7 meses, resultaron elegidos el sábado pasado en las finales que se disputaron en la Rural. Al cierre de esta edición se definían las finales en la Categoría Tango Escenario (la que implica despliegues de saltos y figuras, con las parejas pasando una a una a interpretar una coreografía preparada). Ambas parejas recibirán un premio de cinco mil pesos, más el título de campeones mundiales, que promete abrir puertas laborales en el mundo a todos los que lo obtienen.

Las 16 parejas que llegaron a las últimas rondas de desempate de la instancia final debieron demostrar sus pasos en tres estilos distintos. Bailaron “Al compás del corazón”, por la orquesta de Miguel Caló, “Cordón de oro”, por la orquesta de Aníbal Troilo y “El tobiano”, por la orquesta de Osvaldo Pugliese. A diferencia de otros años, esta vez los finalistas en esta categoría –que pone en juego el baile tradicional de los clubes y milongas, con estrictas reglas que prohíben determinadas figuras o saltos– se caracterizaron por su juventud. La única pareja mayor de edad que llegó hasta el final fue la de los campeones metropolitanos Graciela Cano y Pedro Vujovich, que no figuró entre los diez finalistas, una decisión discutida por muchos entre el público. Sólo cuatro extranjeros llegaron a estos diez puestos (dos parejas italianas, una colombiana y una rusa). En la categoría Escenario, que se definía anoche al cierre de esta edición, la mayoría de los que llegaron a la final provenían de otros países.

Los ganadores, Natacha Poberaj y Fabián Peralta, ya se habían comprado a la hinchada desde las rondas clasificatorias, con sus demostraciones de pasos cancheros y ligeros. Igual que la pareja que salió segunda, Emilia Cerutti y Aoniken Quiroga, de General Pico, La Pampa. Aun sin responder a los cánones de la elegancia tanguera tradicional, el joven Aoniken, petiso y gordito, sorprendió con su capacidad de bailarín y, como dicen los muchachos de la milonga, “la gastó”. Entre ronda y ronda, mostraron lo suyo el dúo de César Salgán y Ubaldo De Lío y el cantor Ariel Ardit. Y también Miguel Angel Zotto y María Nieves, que dieron cátedra de tango.

Las entradas se habían agotado desde temprano, y los que no llegaron a tiempo para sacarlas debieron conformarse con seguir la final desde pantallas gigantes ubicadas en otro pabellón, donde después de la final se largó la milonga abierta a todo público, esta vez algo menos ortodoxa, dedicada al tango electrónico. Con el pabellón Ocre de la Rural lleno (4500 personas, según los organizadores), el evento estuvo conducido por Fernando Bravo y desde las primeras filas lo siguieron Daniel Scioli, Karina Rabollini, Jorge Telerman y el declarado fanático del tango Robert Duvall, además de los campeones de las ediciones anteriores. Detrás quedaron cábalas varias, momentos previos como el de pasar las suelas de los zapatos por resina, y llantos y desconsuelos posteriores en los camarines. Pero, como dijo Ariel Ardit en su última entrada, a los que vinieron y no ganaron, quién les quita lo bailado.

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