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Por su película La sangre brota, el cineasta porteño Pablo Fendrik fue distinguido en el cuarto Festival Internacional de Cine de Santiago de Chile como mejor director. Se trata del segundo trabajo de Fendrik como director y guionista, luego de El asaltante (2007). El realizador, que también fue guionista de Vida en Falcon (2004) y colaborador en Las vidas posibles (2007), de Sandra Gugliotta, ganó además del reconocimiento tres mil dólares. El mejor guión del festival finalizado esta semana fue el de Tony Manero, del chileno Pablo Larraín, mientras que la malaya Flower in the Pocket, de Liew Seng Tat, recibió una mención de honor. La mejor película de la muestra fue, según el jurado, la costarricense El camino.
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