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Viernes, 17 de enero de 2014
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COMIENZA EL FESTIVAL DE CINE FRANCES, UNA INICIATIVA QUE NO PASA POR LAS SALAS

Para ver cine al modo del siglo XXI

Durante un mes, a través de la web y en 400 líneas aéreas, la muestra competitiva ofrecerá diez largometrajes y otros tantos cortos de jóvenes realizadores franceses contemporáneos. El programa incluye una versión restaurada de Los paraguas de Cherburgo.

Por Andrés Valenzuela
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En Au galoup, la vida de una mujer entra en crisis cuando conoce a un escritor y se adentra en un ritmo de vértigo.

–Héctor, tengo ganas de ir al cine.

–Ufa, ¿otra vez lo mismo, Susy? Sabés lo que pasa cada vez que vamos.

–Sí, te peleás con el del asiento de al lado porque hace mucho ruido con el pochoclo, con la de atrás porque manda mensajitos y con el de adelante porque le explica la película al de allá, ¡pero quiero ver una película con vos!

–Bueno, compro una al volver del fulbito y la vemos en casa, ¿qué tenés ganas de ver?

–Una francesa, y no traigas de esas porquerías que conseguís en la calle, que se sacude la imagen y se escucha para el traste.

Héctor está de suerte. Es que hoy comienza el French Film Festival, es decir, el Festival de Cine Francés. El evento dura un mes –hasta el 17 de febrero próximo– y se proyectará en ochenta países del mundo, los aviones de 400 líneas aéreas y en distintas plataformas digitales. Todo a través de Internet. En Argentina será totalmente gratuito acceder a los diez largometrajes y otros tantos cortos de jóvenes realizadores franceses contemporáneos. Hoy, además, se podrá disfrutar de la versión remasterizada de Los paraguas de Cherburgo, el espléndido clásico del cine musical dirigido por Jacques Demy, en el que actúa la gélida belleza insondable de Catherine Deneuve. El festival también cuenta con una pequeña sección dedicada al cine francoparlante de Canadá, con un corto y un largo de directores de Quebec. Para ver las películas bastará con acceder a http://www.myfrenchfilmfestival.com/ o a su homólogo en YouTube. Una simplísima registración habilita a ver todas las películas, habladas en francés, claro, y con subtítulos en trece idiomas, incluyendo el español.

Exceptuando Los paraguas de Cherburgo (1964), todos los films que integran el festival se estrenaron en las salas francesas a lo largo de 2013. Es que UniFrance, el organismo galo que se dedica a promover las cintas de su industria en el exterior, busca levantar el perfil internacional de sus directores –especialmente de los jóvenes– y hacer hincapié en la diversidad de géneros y estilos de su producción. La estrategia para lograrlo es clara: como plataforma, Internet está cambiando el modo en que los espectadores ven películas o siguen sus series preferidas. Incluso plataformas como Netflix o similares presentan sus programas con otra lógica distinta a la de la televisión tradicional y, desde luego, la experiencia ante la pantalla de computadora es muy distinta a la que se impone en las salas públicas. En este contexto, un festival on line que dispensa películas de alto perfil a un público a priori incalculable, parece una buena estrategia de difusión. En 2013, las películas fueron reproducidas 750.000 veces, aunque el número de espectadores puede ser muy superior: los Héctor y las Susy del ejemplo inicial, por caso, contarían como una única reproducción, y nada impide a una familia ver una película animada como Le jour des corneilles o a un grupo de amigos La fille du 4 juillet. Para esta cuarta edición los organizadores confían superar la cifra.

La gratuidad, sin embargo, se limita a América latina, China, Polonia, Rusia y Turquía. En Francia misma el FFF se limita a los cortometrajes y en el resto del mundo se abona una pequeña cifra (pero en euros, claro). En la web del evento también se pueden ver entrevistas a directores y actores de las películas en competencia.

El festival otorga cuatro premios. Uno, naturalmente, lo lleva un jurado de cineastas. El segundo, un jurado de 11 periodistas especializados de todo el mundo. El tercero lo vota el público y el cuarto una selección de líderes de opinión influyentes en las redes sociales (verbigracia: Facebook y Twitter) de distintos países. Por Argentina participarán de esta experiencia Iara Agostina Alvarez, Flavia Belluccia Marc, Nora Gluck, Rubén González, Florencia Guisasola, Valentina Marzili, Silvana Troncoso y Adriana Varas.

–Bueno, dale. Elegí una y ponela a cargar.

–¿Yo? ¡Vos querías ver cine francés! Elegí vos, ¿y si no te gusta?

–Si no me gusta ponemos otra, tontito. Dale, abro el vino y estoy.

Aunque 10 es un número escueto si se consideran otros festivales de mayor envergadura, eso no significa que no haya variedad en éste. En Au galoup la vida de una mujer entra en crisis cuando conoce a un escritor, se enamora y su rutina vuelca hacia el vértigo. Augustine retoma las primeras investigaciones psiquiátricas sobre la histeria, hacia finales del siglo XIX. Comme un lion, en cambio, cuenta la historia de Mitri, un adolescente senegalés que viaja a Francia soñando con ser un astro futbolístico y se encuentra sólo y hambriento. Una de esas historias de héroes deportivos, pero lejos del paradigma hollywoodense. La fille du 14 juillet oscila entre la comedia romántica y la road movie de amigos, con toques delirantes y frecuentes rupturas a la cuarta pared.

Con J’enrage de son absence vuelven los dramas a la lista. Se trata de una familia desmembrada que no consigue trabar relación. Le jour des corneilles es la cinta animada del festival y cuenta la historia de un niño que vive salvaje en el bosque, hasta que se ve obligado a salir al mundo. Mariage à Mendoza está, efectivamente, filmada en el oeste argentino por el director Edouard Deluc, una suerte de comedia de carretera protagonizada por dos hermanos galos que llegan al país para el casamiento de un primo e intentan animarse de sus malos tragos. Mobile Home se propone a sí misma como una road movie... estática. Porque sencillamente la casa rodante que da nombre al film se rompe y jamás avanza, y los personajes deciden hacer su aventura allí mismo. Pauline détective es otra comedia, en la que una periodista se improvisa detective para resolver un supuesto crimen en un balneario veneciano. Finalmente, y para los amantes de los documentales, está La vierge, les Coptos et moi, en la que el director francoegipcio Namir Abdel Messeh vuelve al país africano para registrar las presuntas apariciones de la Virgen en una comunidad de copto-cristianos.

A esto, desde luego, hay que sumar otros diez cortometrajes, la de Jacques Demy (sólo por hoy) y los extras disponibles en la web. Si da fiaca salir a la calle con el calor, French Film Festival al menos quita una excusa. El resto es hacer click.

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