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Viernes, 26 de abril de 2013
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CICLO LAS NUEVAS TENDENCIAS DE LA LITERATURA ARGENTINA

La eterna juventud literaria

Los encuentros se desarrollarán el último viernes de cada mes en la Casa Leopoldo Lugones de la SADE. La idea es intercambiar experiencias sobre temas estéticos y político-culturales, además de debatir sobre el impacto de las nuevas tecnologías, entre otros tópicos.

Por Silvina Friera
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Juano Villafañe, del CCC, uno de los organizadores.

La inmediatez de una avalancha de paisajes desconocidos demanda atención. En una primera aproximación, quizá se pueda percibir nítidamente un puñado de piezas sueltas. Las conexiones necesarias para formar una imagen completa, si la empresa fuera posible, exigen más tiempo. Un ciclo se propone explorar “las nuevas tendencias de la literatura argentina” entre los jóvenes escritores. La idea es promover el intercambio de experiencias sobre un amplio abanico de asuntos que incluyen los temas estéticos, los político-culturales, el impacto de las nuevas tecnologías en la difusión y circulación, la diversidad de espacios editoriales y las cuestiones gremiales, entre otros tópicos. Este ciclo se realizará de abril a noviembre, el último viernes de cada mes, en la Casa Leopoldo Lugones de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), una de las instituciones organizadoras junto con el Espacio Literario Juan L. Ortiz del Centro Cultural de la Cooperación (CCC). En el primer encuentro, dedicado a los grupos literarios y revistas literarias y culturales, participarán Javier Martínez (Esto no es una revista), Kenia y María Luz Diez (CRAC), Sandra Cornejo y Alejandra Parra (espacio y grupo Tuerto Rey cultura), Mariano Dios (Kranear), María Staudenmann (Qu), Adriana Morán Sarmiento (Muu+ y revista Lunes), el narrador Nicolás Correa y la poeta Virginia Barceló.

“El nuevo espacio editorial es muy prolífero –confirma Juano Villafañe a Página/12–. Una editorial como El Suri Porfiado tiene más de sesenta títulos con las características de ser un catálogo federal. Melón Editora es un proyecto autogestivo con un catálogo muy cuidado; Mil Botellas Editorial, de La Plata, se propone el rescate de grandes escritores y nuevos autores. La editorial El 8vo. Loco está dedicada a la ficción, crítica literaria y al ensayo. Debemos también destacar Años Luz Ediciones y la editorial Funesiana, con libros artesanales. O nuevas Editoriales como Alto Pogo y Loco Rabia, la rosarina Ciudad Gótica, que además vez fue una revista.” El director artístico del Centro Cultural de la Cooperación reconoce la importancia que tiene la Feria del Libro Independiente (FLIA) y la experiencia del MICA, dos plataformas de intercambios que deberían articularse con la ampliación de políticas de Estado que permitan la difusión de los nuevos catálogos editoriales.

“Hay que garantizar un nuevo gobierno del libro a nivel nacional, hace falta que se apruebe una ley nacional del libro. Además se deberían multiplicar, regionalmente y nacionalmente, los regímenes de fomento del Fondo Nacional de las Artes, deberían ampliarse los subsidios y concursos de manera federal. Se hace necesario crear bocas de venta y difusión popular del libro, como los kioscos que alguna vez tuvo Eudeba. Existe mucha producción y hay que garantizar una estabilidad –plantea–. Hay que fomentar la calidad de los catálogos y democratizar la difusión y circulación. Los subsidios a las nuevas editoriales deberían tener un sentido autogestivo, de tal forma que el Estado sea un gran mediador de nuevos sistemas editoriales que se generan en la sociedad de manera independiente y sostenida. La necesaria creación de un Instituto Nacional del Libro permitirá una política de fomento de libro en todos los niveles y en todos los catálogos. La difusión del libro hay que acompañarla con la creación de nuevos lectores, con una publicidad dirigida, con una crítica que genere nuevos campos de legitimidad.”

Villafañe subraya que las nuevas tecnologías han permitido “una enorme difusión” de la producción poética y narrativa. “No obstante, siento que se han modificado los campos tradicionales de legitimación literaria. Entiendo que los sistemas que ofrecen las nuevas tecnologías han generado cierta inflación literaria que necesitan una decantación natural. No creo que el problema que deba debatirse en las nuevas generaciones sea necesariamente el conflicto entre lectores y post-lectores, o la problemática del libro como contradictoria entre el soporte papel o el soporte electrónico. La excelencia literaria debe producirse definitivamente en uno u otro soporte.” El director artístico del CCC advierte que hay que incentivar más entre los jóvenes el interés por el derecho de autor y la discusión por la propiedad intelectual. “Las nuevas tecnologías han permitido democratizar en la base de la pirámide la propia difusión literaria. El vértice superior, donde se radica la concentración económica, todavía no tiene mucha visibilidad en los debates literarios”, compara. “La necesaria democratización de la palabra es una realidad. El valor de lo simbólico a la vez potencia la comercialización de lo tangible. Hay que atender estas nuevas condiciones culturales que ofrecen las nuevas tecnologías y sabernos reapropiar de las soberanías necesarias en el campo digital y en el comercio electrónico, que también hacen a las soberanías de la lengua y al uso de la palabra.”

En el campo de la nueva producción literaria no existen estéticas dominantes. “La gran diversidad existente hoy habla más de un canon imposible y de grandes modificaciones en los campos de legitimidad. No se puede leer toda la literatura que se genera, tanto en los soportes electrónicos como en el papel. No obstante, se puede reconocer que conviven dentro de un menú muy heterogéneo una gran variedad de estilos y de tendencias que retoman las vanguardias, las tradiciones, el realismo, lo fantástico, el policial, lo coloquial y periodístico, lo existencial y el surgimiento de las propias literaturas regionales que actualizan el sentido de la tierra y de lo telúrico”, pondera Villafañe. “Me interesa por cierto mucho más lo raigal, provenga de donde provenga, que los estados efímeros y transitorios de cierta literatura volátil que se genera a veces desde los artificios tecnológicos. Ser clásicos y modernos ha sido siempre un gran conflicto y una gran virtud. Las vanguardias ya son hoy las tradiciones y en los clásicos conviven aquellas excelencias sobre las cuales hay que volver siempre.”

* Los encuentros se realizarán hoy, el 31/5, 28/6, 26/7, 30/8, 27/9, 25/10 y 29/11 a las 19, en la Casa Leopoldo Lugones (Uruguay 1371).

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