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Viernes, 1 de noviembre de 2013
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FESTIVAL DE ESPECTACULOS PARA GENTE CHICA

Cita de grandes con los más pequeños

Maximiliano Guerra, Marcelo Katz y Gerardo Hochman presentan este encuentro que propone a los niños conectarse con el mundo del teatro, la música, el circo, la danza y el cine.

Por María Luz Carmona
“Está genial salir a la vereda”, dicen Guerra, Katz y Hochman sobre el encuentro, cuyo lema es “El barrio y el festival toman la calle”.
Imagen: Pablo Piovano.

Se encienden las luces. Se sube el telón. Comienza a sonar la música. Salen los artistas al escenario. ¡Atención en la sala, comienza el show! Esa escena se repetirá una y otra vez durante el 4º Festival de Espectáculos para Gente Chica que se realizará durante este fin de semana en la ciudad de Buenos Aires. Se trata de un encuentro cultural y multidisciplinario, que propone a los niños conectarse con el mundo del teatro, la música, el circo, la danza, el cine, las artes plásticas y la literatura. “El festival invita a una experiencia de contacto, en un mundo en el que cada vez hay menos. Entonces, el contacto directo con los artistas y el arte tiene tal potencia, que cuando sucede es muy particular e interesante”, resalta a Página/12 el actor y director Marcelo Katz, uno de los artistas que participará de la iniciativa. Durante el viernes, el sábado y el domingo se presentarán más de una docena de colectivos artísticos bien diversos en cuanto a estéticas y temáticas abordadas, pero que, sin embargo, tienen como denominador común la producción de obras de calidad y el compromiso y respeto por el espectador joven.

Entre los artistas más reconocidos estarán Maximiliano Guerra, Gerardo y Claudio Hochman, la banda Me Darás Mil Hijos, Marcelo Katz y el artista plástico Milo Lockett. Por su parte, Guerra, que cerrará el festival junto con Patricia Baca Urquiza y el Ballet del Mercosur, llevará al escenario una de las obras más importantes de su carrera: Argentino, una pieza en donde dialogan distintas danzas y músicas vinculadas con la identidad nacional. “Creo fuertemente que a los niños les llega muy bien el mensaje a través de la danza. No hay que menospreciar su capacidad de comprensión. Y además, la danza, al no tener textos, libera la imaginación a la hora de recibir el mensaje. Cada persona puede interpretar diferente una misma obra y esto a los niños les encanta. Es como cuando juegan, no tienen límites en la creatividad y eso los hace sentir bien”, destaca el bailarín. “La recepción de los niños es maravillosa porque partís de la base de que no tienen un preconcepto sobre lo que van a ver o sentir. Sólo se disponen a disfrutar del espectáculo y por ende nos dan a nosotros, los actores, un disfrute especial”, agrega.

El festival presentará espectáculos para toda la familia en distintos teatros, en simultáneo, y con entradas muy accesibles. Las sedes serán los espacios El Cubo, Beckett, El Tinglado, La Carpintería, Ciudad Cultural Konex, Sala Mediterránea y Teatro del Viejo Mercado. Allí se podrá disfrutar de una amplia variedad de propuestas para todos los gustos y edades. “En este festival, los grandes lo pasan tan bien como los chicos. Queremos que juntos disfruten del ritual de ir al teatro”, enfatiza una de las organizadoras, Vanina Judkovsky. Además de las obras en las salas habrá actividades gratuitas y al aire libre, en la peatonal de la calle Zelaya (entre Agüero y Anchorena) en la zona del Abasto. En esta edición, el festival ofrecerá también talleres de música y juegos, dedicados a padres y madres con bebés. La propuesta es abrir espacios de encuentro para compartir canciones y actividades lúdicas con los más pequeños.

El arte en la vereda

Uno de los escenarios de representación artística será la peatonal Zelaya, en donde se desplegará un espacio abierto para dibujar, leer, escuchar música, jugar y pintar un mural junto con el artista chaqueño Milo Lockett. Los niños y jóvenes interesados en las artes plásticas serán invitados a dibujar bajo la consigna “Armemos un bosque entre todos”, para armar un gran mural colectivo. Luego esos trabajos serán expuestos en las escuelas estatales de la zona, con la idea de que “el arte esté en movimiento”. Las organizadoras hicieron énfasis en la importancia de la utilización del espacio público. “Queremos darle a la peatonal la misma entidad que a todo lo demás. Entonces salir a ‘tomar la calle’ era una manera de convocar a los vecinos del barrio y también a todas las personas que pasen por el lugar y quieran sumarse. Las actividades al aire libre tienen el mismo valor que las de los teatros. Es una invitación a que vengan a tomar la calle con nosotros. La zona está en un momento de fervor cultural muy interesante. Por eso, la peatonal va a funcionar como el punto de encuentro del circuito”, explica Verónica Goldszmidt, también encargada de la organización.

Precisamente, el lema del encuentro es “El barrio y el festival toman la calle”. Por eso, salir a la vereda y participar de las actividades culturales es una de las principales invitaciones. De hecho, esta opción genera acceso a los bie-nes culturales a una mayor cantidad de espectadores y también rompe con la idea de que “la calle es un lugar peligroso”. En ese sentido, el director de la bellísima y poética puesta Los fabulosos Singer, Martín Joab, expuso su opinión: “Está buenísimo que haya una pata en la calle. En realidad, la calle es lo que es. Y es posible que cuanto más se viva en la vereda, más segura se vuelva. Y cuanto uno más la vive, más la respeta y entonces se transita con más seguridad. Y me animo a decir que cuanto más conciencia de la inseguridad tengamos, más conciencia de hacer cosas en la calle deberíamos a tener”. Mientras tanto, Katz también sumó su idea: “Si dejamos la calle abandonada, porque pensamos que es peligrosa, queda para la catástrofe. Entonces es interesante llenarla con vitalidad”.

Por su parte, el creador de la Compañía La Arena, Gerardo Hochman, que presentará Travelling en esta oportunidad, también reflexiona acerca de la ocupación del espacio público por parte de los vecinos. “Vengo de una formación de teatro callejero, de hecho, trabajé mucho en plazas. La experiencia es muy espontánea, es muy honesta. La calle es un escenario que me encanta. Está genial que salgamos a las veredas. El hecho de estar ahí le da al teatro una posibilidad de azar, de cosa aleatoria que es única. En ese escenario urbano está el actor en carne viva y con todas sus herramientas para expresarse, para comunicarse y para captar la atención de la gente. Y me parece buenísimo que la gente que no está muy acostumbrada a ir al teatro pueda ir y encontrarse con esa experiencia y que pueda llevarse algo.” En tanto, Guerra también manifestó su parecer: “El tema de tomar la calle es un poco raro, ya que de tomas y cortes estamos un poco cansados por las incomodidades que eso provoca. Pero en el caso del festival, creo que más que tomar la calle es hacer una fiesta para los vecinos en el barrio, y eso está muy bien. Que se sientan orgullosos de ser pare de un evento cultural y que lo puedan disfrutar como siempre digo, cerca de sus casas”.

Durante la entrevista con este diario, Katz planteó también la importancia de tener un encuentro con el teatro, al que sintetizó como “una experiencia de contacto”. “La vida en la ciudad es muy rápida y a veces estamos cansados, entonces nos cuesta arrancar para ir al teatro. La tele ocupa un lugar muy fuerte, pero cuando la gente se despega de eso y va al teatro, suceden cosas que son difíciles de que sucedan si te quedás en tu casa viendo la tele o una película. O sea, es bienvenido ese plan también. Pero cuando hay posibilidad de ir al teatro está bueno dar el tironcito, sacarse la pereza y arrancar porque después la vibración que te llevás es muy fuerte”, concluyó.

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