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Cada tanto, la historieta se pone seria. Se viste con cierta formalidad, toma apuntes en silencio y hasta se despierta temprano. Esta es una de esas ocasiones: hoy comienza el 3er. Congreso Internacional de Historietas Viñetas Serias, el encuentro académico bienal que se realiza en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Santiago del Estero 1029) hasta el sábado y convoca a investigadores de todo el mundo (aunque Iberoamérica es por lejos la región más representada en la grilla de charlas y ponencias). El congreso crece año a año en convocatoria, y desde la organización aseguran que se incrementaron tanto la cantidad como la calidad de las ponencias presentadas, lo que permitió construir una selección superadora de la de años anteriores. El encuentro permitirá intercambiar con otros comunicólogos, historiadores del arte y especialistas del resto del continente, e incluso conseguir libros que de otro modo no llegarían al país.
La jornada de hoy –la única que comienza a las 18– tiene varias actividades destacadas: la exposición Ponencias gráficas, un panel de humor gráfico en la prensa argentina (con Miguel Rep, Gustavo Sala, Esteban Podetti, Sergio Langer y el Niño Rodríguez), una performance del colectivo Un Faulduo y, en especial, la presentación de la revista de estudios sobre el universo de los cuadritos Entre Líneas. La publicación, dirigida por Oscar Steimberg y Laura Vázquez Hutnik, será anual y seguirá todos los lineamientos de las revistas académicas tradicionales (con su sistema de validaciones, referato y demás minucias del circuito científico), pero también incluirá “ensayos gráficos”, suerte de metahistorietas que reflexionarán sobre el lenguaje, dossiers especiales (en el primer número, uno dedicado al mítico humorista gráfico rumano Saul Steinberg, referencia de los primeros grandes del sector). “Las revistas académicas suelen ser muy grises, pero esperamos con esto romper un poco con eso”, propone el coordinador de contenidos de Entre Líneas, Federico Reggiani.
Reggiani es guionista, bibliotecario y, aunque vive en La Plata, oficia como codirector del Grupo de Estudios y Crítica de Historieta de la Universidad Nacional de Córdoba. Para el historietista-investigador, la aparición de una publicación como Entre Líneas es a la vez “síntoma y principio”. Síntoma, porque da cuenta de la creciente organización y estructuración de un campo de estudios. Principio, porque desde la publicación y el congreso confían en que su aparición motive el aumento cuantitativo y cualitativo de papers dedicados al universo de las “narrativas dibujadas”, para utilizar el nombre del área de investigación que se abrió el año pasado en la Universidad de Buenos Aires. “Hay pocas revistas específicamente sobre historieta en el mundo, y en Latinoamérica menos todavía”, destaca Reggiani, quien señala que la mayoría de éstas se encuentra en Brasil. “Nosotros aspiramos a tener continuidad y que esto se instale en el tiempo. Es índice de una estructuración: hay más doctores, tesistas, gente investigando formalmente, ahora el campo tiene menos diletantismo”, considera. “Una revista así iba a producirse tarde o temprano, pero el hecho mismo de que aparezca puede generar buenas consecuencias a futuro, también.”
Que Viñetas Serias haya llegado a su tercera edición y que cobije una revista como Entre Líneas es una buena señal sobre la salud del campo, opina Reggiani. “El volumen de cosas que se investigan en la Argentina ahora es mucho mayor que todo lo hecho en el período anterior”, afirma y compara los pocos pioneros del circuito (Oscar Masotta, el aún activo Oscar Steimberg, Juan Sasturain) con la gran cantidad de académicos en pleno proceso de trabajo hoy. “Debe haber un centenar en distintos grados de nivel académico que estudia sobre historieta y humor gráfico, así que esta institucionalización, aunque pueda hacer perder algo de frescura, también genera mayor producción.” Esa producción, además, suele estar financiada por becas, lo que también estimula la aparición de nuevas ideas en el campo.
¿Qué puede encontrar un lector interesado? “Es una revista académica”, define –y advierte– su coordinador de contenidos. “Es sobre historieta, pero tiene todos los protocolos de las revistas de su tipo, y así son los artículos que recibe; no es coyuntural ni periodística, va profundo a los temas, y tiene otra cuestión de la escritura académica que es una argumentación fuerte y una prueba de lo que afirma a través de sus citas”. La diferencia, considera, estará en el nivel de precisión que ofrecerá Entre Líneas. “Lo que tiene este primer número es que son artículos encargados, no recibidos, lo cual hace que haya muchas firmas muy importantes en la revista”, cuenta Reggiani. “Tiene tres secciones: un recorrido a todo eso que suele llamarse pre-historieta u orígenes de la historieta contemporánea, un dossier dedicado a Saul Steinberg, y una conversación muy larga entre Laura (Vázquez Hutnik), (Miguel) Rep y Oscar Steimberg sobre cómo funcionan los distintos tipos de líneas en el humor gráfico”. Además, promete que se podrá encontrar “una sección de lecturas, sobre Popeye, (José) Muñoz y (Carlos) Sampayo, y la figura del cóndor en la historieta chilena”.
“La revista tiene lo riguroso, que nos preocupó mucho que lo tuviera, pero al menos tratamos de no ser solemne, porque la tradición del género lo pide”, cierra Reggiani.
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