@Un balance period铆stico se 鈥渆scribe鈥 en doce meses. Es decir, se tipea en uno o dos d铆as, pero se produce a lo largo del a帽o. Diciembre, en todo caso, oficia de catalizador para ordenar las ideas y pasar en limpio lo sucedido. En ese sentido, los primeros meses suelen condicionar una mirada sobre el sector de la cultura que a veces queda desmentido al ponerse frente a los datos duros. Es el caso de la historieta en 2014, que empez贸 con tonos sombr铆os y acaba exultante.
Hacia marzo, mes de habitual reactivaci贸n en el mercado editorial, la publicaci贸n local estaba pr谩cticamente quieta. El mini-shock devaluatorio de enero impact贸 sobre los precios de los insumos como el papel, y las imprentas no s贸lo trasladaron, sino que incluso recargaron los costos a las editoriales, que contuvieron sus impulsos de publicar hasta ver m谩s claro el panorama. Como resultado, el primer trimestre fue tan discreto en lanzamientos que parec铆a que por primera vez en un lustro caer铆a el volumen de publicaciones. Por eso sorprenden estas l铆neas: la cantidad de historietas publicadas de autores argentinos creci贸 un 13 por ciento respecto de 2013.
A ese aumento de la oferta es indispensable agregar la enorme afluencia de p煤blico que tuvieron los principales festivales del sector, tanto en el mes cuasi m谩gico que enlaz贸 Crack Bang Boom (Rosario) y Comic贸polis (en Tecn贸polis), como la m谩s reciente Argentina ComicCon (Buenos Aires). Tampoco puede soslayarse la importancia que tuvo 2014 para la organizaci贸n del sector, aun con todo el camino que falta por recorrer: entr贸 en actividad la Asociaci贸n Argentina de Editores de Historieta, por un lado, y el colectivo Dibujantes Trabajando consolid贸 su organizaci贸n y consigui贸 la creaci贸n de un Instituto Nacional de Artes Gr谩ficas, aprobado por el Congreso de la Naci贸n a partir de un proyecto nacido del trabajo colectivo de los autores.
Al cierre de esta edici贸n, P谩gina/12 contabilizaba 132 t铆tulos publicados de autores nacionales. La cifra merece algunas consideraciones: no considera reediciones ni reimpresiones y toma a las publicaciones peri贸dicas como un 煤nico t铆tulo, a efectos de la cuenta. Es decir, los 12 n煤meros anuales de la revista Fierro (la nave insignia que, editada por P谩gina/12, es la referencia insoslayable) suman 鈥1鈥 a la lista general. Tampoco considera hipot茅ticos libros de autores argentinos publicados en el exterior e importados, descarta aquellos sin ISBN o un m铆nimo plan de distribuci贸n, aunque sea en el circuito de librer铆as especializadas. Tampoco tiene en cuenta a los libros que hablan sobre historieta (este a帽o hubo unos cuantos m谩s que de costumbre, tambi茅n) y no incluye ni el manga ni el comic norteamericano de superh茅roes. La cifra provisoria de 132 tampoco es exhaustiva: se alcanza con el seguimiento anual de las editoriales y la consulta directa a 茅stas para cuando el a帽o est谩 pr谩cticamente cerrado. Pero siempre puede haberse pasado alguna publicaci贸n bajo el radar, merced del enorme y diverso panorama editorial que tiene Argentina. Es decir: la cifra final de publicaciones puede ser todav铆a m谩s alta.
Para poner a煤n m谩s en perspectiva el 鈥132鈥, vale considerar que en 2010 y 2011 la misma estad铆stica se帽alaba 87 y 89 t铆tulos. Es decir que en tres a帽os el volumen se expandi贸 un 52 por ciento. En 2014, entonces, se public贸 13 por ciento m谩s de t铆tulos respecto de 2013, cuando se lanzaron 117 novedades de autores argentinos. Las cifras merecen un matiz: la cuenta se engorda por el salto que pegaron distintos proyectos, antes m谩s peque帽os, apuntando a una mayor profesionalizaci贸n. Varios proyectos autogestivos que se limitaban al fanzine tomaron en 2014 la decisi贸n de dar un salto de calidad, algunos publicando de a varios libros para abaratar costos en imprenta, pero tambi茅n para acceder en mejores condiciones a los circuitos de distribuci贸n. En contraste, otras editoriales m谩s din谩micas presentaron uno o dos t铆tulos menos, mientras emparejaban las cuentas de enero pasado. Que as铆 y todo el sector haya crecido en volumen de t铆tulos no deja de ser una buena se帽al.
Faltan 鈥搚 esto se repite en estas l铆neas cada a帽o鈥 m谩s estad铆sticas y m谩s completas, por ejemplo, incluyendo tiradas, vol煤menes de ventas y dem谩s datos 煤tiles para medir la salud de una industria cultural. Funci贸n de ello deber铆a ser de la AAEH, aunque no incluya a todas las editoriales que publican historieta, o del todav铆a no reglamentado INAG, para poder proponer pol铆ticas de Estado acordes a la coyuntura. Como en otros aspectos, aqu铆 tambi茅n el campo de la historieta tiene una cuenta pendiente con mayor formalizaci贸n y profesionalizaci贸n del campo.
Los n煤meros tambi茅n les sonrieron a los festivales. El rosarino Crack Bang Boom aument贸 un 30 por ciento su cantidad de entradas vendidas y alcanz贸 casi los 20.000 asistentes. A estos n煤meros fr铆os se pueden sumar dos fotos que las redes sociales multiplicaron en el mundillo. Una, tomada por uno de los organizadores del encuentro. Se trataba de una foto en varias tomas de la fila para comprar la entrada: la fila era tan extensa que no entraba en la panor谩mica. La otra la tom贸 el ganador del concurso de cosplay, una 鈥渟elfie鈥 que lo mostraba en la pasarela y la multitud cubriendo la rambla rosarina hasta donde se perd铆a la vista.
En Comic贸polis, los guardias de la puerta contabilizaron 90.000 cabezas en cuatro d铆as. Y seguro, puede cuestionarse a la cifra que hay muchas cabezas repetidas, que salen de un galp贸n a otro, pero las ventas excepcionales de los stands, que en muchos casos agotaron su stock, dan una idea cabal del volumen de gente que pas贸 por ese sector. En cuanto a Argentina ComicCon, con entradas bastante m谩s onerosas que otros eventos, aunque tambi茅n ampliando su oferta tem谩tica para incluir al universo audiovisual, se vendieron 35.000 tickets.
A todo esto hay que sumar los m煤ltiples encuentros regionales y de publicaciones independientes, que se suceden todos los meses en distintos puntos del pa铆s (como San Luis, Salta, Paran谩 o Villa Constituci贸n). En este sentido, es para celebrar el regreso de C贸rdoba al calendario de eventos comiqueros, no con uno, sino con dos. La aparici贸n de un discreto festival dentro de la Feria del Libro de la ciudad despert贸 reacciones encontradas en el ambiente local, pero motiv贸 tambi茅n la realizaci贸n de otro evento. La gran deuda pendiente del circuito provincial sigue siendo Mendoza, tierra que ofrece muchos talentos (con Quino a la cabeza), pero que a煤n no consigue hacer pie para ofrecer espacios a autores y lectores locales.
Una de las grandes noticias del a帽o para el campo es la creaci贸n por ley del Congreso nacional del Instituto Nacional de Artes Gr谩ficas, que 鈥揳 grandes rasgos鈥 aspira a funcionar de manera equivalente al Instituto Nacional del Teatro para el sector de la historieta y la ilustraci贸n. Es decir, no es un museo, sino una instituci贸n pensada para el fomento de la actividad y para articularse con otros proyectos ya en marcha (como el Archivo Nacional de Historieta y Humor Gr谩fico, que funciona en la Biblioteca Nacional).
Adem谩s del apoyo que puede significarle al sector, la creaci贸n del INAG ofrece esperanzas para que las distintas pol铆ticas de Estado (nacional, provinciales y locales) destinadas a la historieta ganen en organicidad, que se sumen colaboraciones y se potencien a partir de una oficina p煤blica que pueda mediar y acercar esfuerzos. Ya se ven buenas cosas en apoyos de distinto calibre a festivales, en misiones comerciales y representaciones art铆sticas al exterior (como en el festival de Angoul锚me, Francia, y su par tambi茅n galo Lyon BD). Ahora esto debe sostenerse y consolidarse.
El colectivo Dibujantes Trabajando, que breg贸 durante largo rato por la obtenci贸n de la ley, ahora tiene por delante la tarea 鈥搕ampoco menor鈥 de reclamar la reglamentaci贸n del Instituto y su puesta en marcha, aunque sea con un plan m铆nimo de corto plazo, a la espera de los resultados electorales de diciembre.
Con todo lo bueno que pudo haber tenido 2014, muchos de los actores del sector consultados en el 煤ltimo tiempo coinciden en que ser谩 clave el desarrollo del a帽o que viene. Los a帽os de elecciones presidenciales suelen ser movidos, pero tambi茅n traen cierta incertidumbre por el devenir de las pol铆ticas econ贸micas. Nadie se anima a hacer pron贸sticos, pero todos coinciden en que lo que se haga deber谩 hacerse con una fuerza incontrastable, que no deje lugar a dudas a los pr贸ximos funcionarios sobre la importancia de mantener los distintos apoyos que el sector se gan贸 a pulso en los 煤ltimos a帽os con leyes, con programas y con apoyo directo a festivales.
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