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Sábado, 12 de enero de 2013
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COOPER HEFNER, DE 21 AÑOS, SE PREPARA PARA ASUMIR EL MANDO DEL IMPERIO PLAYBOY

El viejo truco de la mujer desnuda

Recién casado con una mujer 60 años menor, Hugh Hefner se prepara para el retiro. Su hijo menor dice tener “grandes planes”.

Por Paul Bignell *
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En los ’70, la revista de Hugh Hefner vendía siete millones de ejemplares; hoy llega a un millón y medio.

De tal padre, tal hijo: uno es Playboy Senior, el hombre de 86 años que piensa que cambió el mundo... publicando una revista de mujeres desnudas. El otro es Playboy Junior, el joven de 21 años que quiere cambiar el mundo... publicando una revista de mujeres desnudas. Conozcan a los Hefner: la suerte de Playboy, que alguna vez fue una de las marcas más controvertidas del mundo, es hoy algo más bien marginal, rodeado por la incerteza. Y un cambio en la dirección está a la vuelta de la esquina. Hefner Senior acaba de casarse con una mujer 60 años menor que él, y parece dispuesto a asentarse de una vez por todas en su tercer intento marital, lo cual dejará a Cooper Hefner a cargo del negocio.

Pero nadie parece haberles dicho que los tiempos han cambiado. Más de seis décadas después de la fundación de la marca, Cooper, el hijo menor de Hugh Hefner, está listo para hacerse cargo, aunque esté cursando el tercer año de universidad. Dice tener grandes planes, aunque deja claro que lo suyo no se trata de pornografía sino de arte. “Si se considera a Playboy como pornografía, entonces hay que considerar cualquier foto de un hombre o una mujer desnudos como pornografía”, dice el joven, flanqueado por su guardaespaldas Tony en el Playboy Club de Londres, en Mayfair. “Si alguien realmente quiere sostener el punto de que Playboy es pornografía, entonces debería abstenerse de bañarse o de ir a un museo donde hay piezas de arte con desnudos. Es una visión muy hipócrita.” Y las conejitas están ganando poder: “Yo no creo que Playboy cosifique a la mujer. Creo que hay muchas mujeres que opinan que el disfraz de conejita cosifica a la mujer, pero también hay muchas mujeres que opinan que el disfraz de conejita le da poder a la mujer. Entonces, dejémoslo ser. Cada cual puede opinar lo que quiera”, alega.

“Hay muchos temas que me preocupan más de los asuntos domésticos de Estados Unidos: los derechos de los gays o la legalización de la marihuana. Pero como somos un producto global, tenemos que tocar temas internacionales”, dice el heredero del imperio. “Cosas como los derechos de la mujer en Medio Oriente o la censura a Internet en China, dos cuestiones sobre las que podemos ejercer influencia. Especialmente en un momento en que queremos meternos en mercados emergentes como el de la India, donde tenemos el desafío de abrir Playboy Clubs, donde las chicas ni siquiera pueden ponerse el disfraz de conejita. Hay varios países que están, en materia de sexualidad y cuestiones de género, en el mismo lugar en el que estaba Estados Unidos cuando mi papá comenzó.”

La infancia y la adolescencia de Cooper fueron, por decirlo de alguna manera, inusuales. Buena parte transcurrió en la Mansión Playboy, el fabuloso centro de tantas fantasías masculinas. Su madre fue Miss Enero 1988, Kimberley Conrad, segunda esposa de su padre desde 1989. A fines de los años ’80, tras sufrir un ataque, Hefner Senior les bajó el tono a las fiestas de toda la noche. El matrimonio duró diez años y, luego de la separación, Hefner compró la mansión lindera, en las afueras de Los Angeles, para Conrad y sus dos hijos Cooper y Marston. Cooper dice que tiene una cama en cada hogar. “Siempre existió esta percepción de que en el lugar siempre había mujeres desnudas corriendo, y locas fiestas permanentemente. Para decir la verdad, cuando mi hermano y yo estábamos en la casa no era así. Mis padres trataban de seguir siendo padres.” Su hermano Marston fue recientemente sentenciado a un programa de 52 semanas contra la violencia doméstica, tras haberle pegado a su novia, la Playmate Claire Sinclair.

Los dos hijos mayores de Hefner, de su primer matrimonio, son un enigma. Nadie está del todo seguro de qué pasó con David, nacido en 1955. Los rumores van de un supuesto ataque de amnesia tras un accidente, a la teoría de que posee una firma consultora de asuntos de computación. Christie, la hija de Hefner, fue presidenta de Playboy, pero se alejó en 2009 para dedicar más tiempo a sus tareas de caridad.

Entonces, ¿cuál es el estado exacto del negocio de Playboy en este momento? De acuerdo con los papeles de divorcio firmados en 2009, Hefner Senior estimó su fortuna neta en 43 millones de dólares. La circulación de la revista ha declinado de un pico de 7 millones de ejemplares en los ’70 a la cifra actual de un millón y medio. En eso, sin dudas, tiene mucho que ver la pornografía en Internet, aunque sigue siendo una atracción para algún escritor algo excéntrico. Hoy por hoy, las cosas que mueven el dinero son los canales de televisión, los clubes, el merchandising y los casinos. Cooper dice que no seguirá exactamente los pasos del padre: “No tengo ninguna intención de ponerme pijamas de seda y sentarme a fumar en pipa”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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