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El lockout agropecuario y sus consecuencias parecen producir la rara sensaci贸n de que aqu铆 no sucede nada m谩s: un fen贸meno que agradecen varios personajes que, mientras el centimetraje en los diarios y el segundaje en la tele son copados por el asunto, aprovechan para hacer la plancha lejos del ojo p煤blico. Las cosas, claro, siguen pasando. Pero uno empieza analizando cualquier otro tema y termina hablando del campo. Le ocurri贸, por ejemplo, a Omar Viviani, que a la hora de condenar los carriles exclusivos en el acto de los taxistas en Plaza de Mayo dej贸 que la verba del conflicto rural lo ganara, al decir que Macri quiere beneficiar a 鈥渓os grandes pools del transporte鈥. Y as铆, en el bar se dice que la Selecci贸n implementa excesivas retenciones al buen f煤tbol, los ni帽os plantean que hay que hacer una mejor redistribuci贸n de los juguetes, el analista televisivo no puede dejar de apuntar la renta extraordinaria de rating que consigui贸 Canal 13 desde que lo tiene a Tinelli.
Ah铆 es cuando un porte帽o cualquiera, harto de tanta figurita y frase repetida, decide abstraerse de todo e ir al cine a ver 鈥揹igamos鈥 la 煤ltima de Indiana Jones, o Hulk, cualquier cosa que lo aleje de la realidad. Y llega al Village Recoleta, y se encuentra con un paisaje algo desolador: locales cerrados, el patio de comidas en proceso de desmantelamiento, empleados de caras largas, el panorama de un lugar que se prepara para el cierre. A apenas ocho a帽os de su inauguraci贸n, 驴cierra el Village Recoleta?
La versi贸n extraoficial m谩s poderosa afirma que, una vez terminadas las vacaciones de invierno 鈥搈omento del a帽o en que la facturaci贸n se dispara a sus mejores niveles鈥, el complejo cerrar谩 6 de sus 16 salas, las que se encuentran en los niveles superiores, que ser谩n consagrados a locales comerciales. La m谩s tremendista dice que se cerrar谩n todas las salas, y que all铆 habr谩 un nuevo shopping. Sebasti谩n Valenzuela, gerente general de Village Cines de Argentina, lo desmiente categ贸ricamente: 鈥淓n Recoleta seguir谩 habiendo cines鈥, dice, aunque deja entrever un matiz al decir que 鈥淧or el momento no vamos a cerrar ninguna sala, y lo que sucede con el sector gastron贸mico es que se vencieron los contratos y no los estamos renovando porque vamos a reformular el sector, con nuevos locales. Todav铆a estamos armando el proyecto pero, repito, en los pr贸ximos dos meses no habr谩 ning煤n cierre, y en el futuro seguir谩 habiendo cines en el Village Recoleta鈥.
驴Las multisalas dejaron de ser negocio? El a帽o pasado, la compa帽铆a argentina Southern Screens Entertainment II y la estadounidense Blue Ridge Investements, propietarias del 78% y 22% respectivamente de Village Cines Argentina, vendieron la mole de Vicente L贸pez 2050 a la firma CarVal Investors en 40 millones de d贸lares, manteniendo el gerenciamiento del edificio y la operaci贸n de las salas de cine, y pagando desde entonces un alquiler por el inmueble. No es que los cines dieran p茅rdida: en 2006 y 2007 se registr贸 una baja en la venta de entradas, s铆, pero la facturaci贸n, producto de la suba de precios, creci贸. La raz贸n de la venta fue el rojo de 42 millones por una emisi贸n de Obligaciones Negociables que Village deb铆a afrontar. De hecho, la operaci贸n no afect贸 la situaci贸n de sus otros complejos en Caballito, Avellaneda, Pilar, Mendoza, Neuqu茅n y Rosario.
Pero si, al chequear las cifras de fin de a帽o, se constatara que contin煤a la tendencia a la baja de la venta de entradas, no habr铆a que extra帽arse. El p煤blico t铆pico de multisalas no es el cin茅filo cl谩sico que a煤n cree en ciertos ritos: no le molesta el olor y el ruido del pochoclo, est谩 acostumbrado a comer una porci贸n de muzza mientras mira de reojo el 煤ltimo producto bobo de Hollywood, no le parece imperdonable que la gente hable o mande SMS como si estuviera en el living de casa. Ese mismo irrespeto por lo que el viejo cin茅filo consideraba casi un santuario, ese pragmatismo, lo lleva a menudo a preferir la opci贸n de quedarse en casa frente a las pantallotas de TV, con home theater y el dvd con el 煤ltimo estreno que le vendi贸 un pirat贸n pas谩ndole la lista por mail 鈥搊 que 茅l mismo baj贸 de Internet鈥, con la comodidad de poder poner pausa si es necesario y comentar la peli a los gritos en familia o con los amigos. Si la gente va menos al cine es porque las costumbres de consumo han cambiado. Y adem谩s, a 20 pesos la entrada, la pel铆cula a ver en sala se elige con un ojo cada vez m谩s cl铆nico.
As铆 las cosas, habr谩 que esperar al fin de las vacaciones de invierno, con sus tanques y tanquecitos dirigidos al p煤blico infantil/juvenil, para ver qu茅 final tiene esta pel铆cula y que suceder谩 con el imponente edificio situado en una de las zonas m谩s caras de la ciudad. Solo queda un 煤ltimo detalle, el nombre de la empresa madre de CarVal Investors, la verdadera propietaria del Village Recoleta: Cargill, gigante de la comercializaci贸n cerealera en todo el mundo que, como explicaron varias veces los periodistas econ贸micos de este diario, es uno de los protagonistas 鈥渙cultos鈥 del lockout, amo y se帽or de buena parte del negocio al que la Mesa de Enlace jam谩s menciona.
No hay caso. Uno empieza hablando de las salas de cine, y al final siempre se termina metiendo el campo.
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