Pasaron los discursos, el ballet y los homenajes, y la 23陋 edici贸n del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata dio lugar, desde primera hora de la ma帽ana de ayer, a aquello que, se supone, deber铆a constituir el coraz贸n del festival: las funciones de cine. Las primeras resultaron bastante accidentadas. Hubo alguna proyecci贸n demasiado oscura, alg煤n problema con el subtitulado electr贸nico, y adem谩s la pantalla del Auditorium, que es la sala de cabecera, presenta dos rayas que la cruzan de arriba abajo. Casi todas esas circunstancias fueron aliviadas por el presidente del festival, Jos茅 Mart铆nez Su谩rez, que, a la manera de un patr贸n de estancia bonach贸n y ubicuo, se ocup贸 en persona de cuanto problema se presentara, por m谩s 铆nfimo que fuera. De reconocido don de gentes, el veterano director cinematogr谩fico lleg贸 a matizar una espera de media hora, por interrupci贸n de una proyecci贸n, con una suerte de unipersonal improvisado, lleno de chistes y an茅cdotas de infancia, que fue saludado con una salva de aplausos.
El festival presenta tres competencias, y todas ellas tuvieron ayer su arranque. La competencia internacional lo hizo con una 贸pera prima estadounidense, Remedio para melanc贸licos, y el film dan茅s Den du frygter, traducible por No me temas. Con un tratamiento de color que da por resultado un blanco y negro que 鈥渄eja pasar鈥 algunos tonos (rojos, verdes y amarillos, siempre lavados), Remedio para melanc贸licos guarda una relaci贸n m谩s estrecha con la nouvelle vague que con el libro hom贸nimo de Ray Bradbury. Como las primeras pel铆culas de Godard o Rohmer, el debut de Barry Jenkins tiene por protagonistas a un hombre, una mujer, una ciudad y un lapso estrecho de tiempo. Todo transcurre un domingo, desde que los protagonistas se despiertan 鈥揺n una casa ajena, con resaca y no demasiado satisfechos del modo en que hicieron el amor鈥 hasta las 煤ltimas horas, cuando se separan. Ambos afroamericanos (como el propio Jenkins), a lo largo de ese d铆a Micah y Joanna pasan de una distancia enorme a una suerte de afecci贸n con reservas. Siempre teniendo como fondo una San Francisco que no parecer铆a ni del todo propia ni demasiado ajena (aunque el realizador es oriundo de Miami), Jenkins se relaciona con sus personajes tambi茅n de modo tentativo y cauteloso, arregl谩ndoselas para introducir generosas dosis de pol铆tica racial.
Puede que el p煤blico argentino no haya o铆do hablar de Kristian Levring (uno de los cineastas m谩s notorios del extinto Dogma), pero en No me temas no dejar谩 de reconocer los rostros de ambos protagonistas. Se dir铆a que tanto Ulrich Thomsen como Paprika Steen 鈥渆stuvieron en todas鈥, desde La celebraci贸n y Los idiotas a cuanta pel铆cula danesa se recuerde. T铆pico film de insatisfacci贸n burguesa a la europea, para combatir la suya Thomsen se presta a un experimento con un nuevo antidepresivo. Al liberar sus deseos reprimidos (sobre todo los agresivos y hasta criminales), lo que comienza como variante de Dr. Jekyll y Mr. Hyde deriva luego hacia una posible variante de El resplandor, con el protagonista a punto de masacrar a su mujer e hija, en una casa id铆lica frente a un lago, en lugar de hotel en la nieve. Con unos encuadres tan prolijamente cortados como suele ser en el cine n贸rdico, el proceso de sorda implosi贸n familiar que presenta No me temas podr铆a emparentarse con los films del austr铆aco Michael Haneke, como Funny Games o Cach茅. Pero el malestar que genera se queda un poquito a medio camino.
La L de Las hermanas L 鈥搎ue ayer dej贸 inaugurada la competencia argentina鈥 es de Legrand: 茅se es el apellido de las hermanas, que se reencuentran cuando la menor, Sof铆a, cae con todas sus valijas en casa de la mayor, Eva. Para hacerlo breve, Sof铆a terminar谩 fifando con el marido de Eva, Lucho, con la heladera abierta o sobre el lavarropas, mientras Eva practica sexo oral con un alumno de ingl茅s y Lucho se calienta con los cuentos er贸ticos que escribe la mam谩 del alumno (una Soledad Silveyra excesiva y fotof贸bica). Con un tono jod贸n, desprolijote y bardero, que recuerda inconfundiblemente a las primeras pel铆culas de Almod贸var, en sus mejores momentos la pel铆cula dirigida por el cuarteto B盲r-Giralt-Montiel-Schipani es capaz de despertar buenas carcajadas. Cosa que en la primera funci贸n de ayer sucedi贸 en abundancia. En otros, puede llegar a resultar tan gritada y televisiva como Esperando la carroza.
En sus primeros 15 o 20 minutos, da toda la sensaci贸n de que la mexicana Voy a explotar (que abri贸 la competencia latinoamericana) va a cumplir con lo que el t铆tulo anuncia. Con una puesta en escena vertiginosa 鈥搎ue el tama帽o scope se ocupa de magnificar鈥, montaje arrollador y una c谩mara cuya din谩mica no se permite ninguna gratuidad, el realizador, Gerardo Naranjo (su 贸pera prima Drama/Mex pas贸 por el Bafici), introduce a sus protagonistas, un chico y una chica cuya furia y de-sesperaci贸n vital parecen haberse contagiado a la pel铆cula. Una vez que ese big bang inicial tuvo lugar y el relato se asienta, Voy a explotar de alg煤n modo 鈥渟e normaliza鈥, siendo empujada al final a una tragedia que se siente un poquito forzada. Pero aquellos 15 o 20 minutos son prueba irrefutable de que Naranjo (M茅xico, 1982) es capaz de desparramar talento, destellos de genio incluso, y habr谩 que seguirlo de aqu铆 en m谩s.
* Remedio para melanc贸licos se ver谩 por 煤ltima vez hoy a las 17 en el Teatro Col贸n. Den du frygter, hoy a las 16 en el Auditorium y ma帽ana a las 24 en el cine Ambassador. Las hermanas L, por 煤ltima vez hoy a las 16.30 en el cine Del Paseo 4. Voy a explotar, hoy a la misma hora en el Cinema 2.
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