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Viernes, 30 de enero de 2009
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UN NUEVO FENOMENO QUE PREOCUPA A LA INDUSTRIA CINEMATOGRAFICA

Ahora el cuco se llama “streaming”

Florece sin freno en Internet: en vez de la descarga de películas, varios sitios ofrecen verlas en vivo. El vacío legal y la imposibilidad de rastrear los servidores lo convierten en un problema difícil de manejar.

Por Andrew Johnson *
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Muchos ingleses vieron Benjamin Button antes de su estreno en los cines.

Los espectadores británicos debieron esperar hasta el estreno, la semana pasada, para ver si El curioso caso de Benjamin Button merece las nominaciones al Bafta y al Oscar que le llovieron en los últimos días. Pero cientos de personas en todo el Reino Unido ya vieron el film en sus computadoras hogareñas, gracias al último fenómeno de la piratería por Internet: el streaming en vivo de películas, en sitios montados al estilo de YouTube. Los sabuesos que siguen el tema de la piratería cinematográfica están tan preocupados por la rápida expansión del fenómeno que acaban de lanzar una cacería mayor de responsables.

Películas aún no estrenadas en Inglaterra como Marley & Yo (con Owen Wilson y Jennifer Aniston), o Solo un sueño, con Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, pueden ser vistas en sitios como Watch-Movies.net, que opera en el área gris de la ley de copyright. Las películas ya fueron lanzadas en otros países (como la Argentina, donde se encuentran en cartel), donde son copiadas, muchas veces con una cámara en la sala de cine.

“El streaming crece de manera exponencial porque no necesitás bajar nada, y ves la película de inmediato”, dice Eddy Leviten, de la Federation Against Copyright Theft (Federación contra el robo de copyright), una alianza de estudios cinematográficos ingleses y estadounidenses. “Estamos llevando a cabo una gran investigación, y planeamos acciones civiles, estamos vigilando a varios sitios.” Es que el streaming se ha vuelto extremadamente popular en el último año o año y medio. “El problema es que el servidor del website puede estar en un territorio, la persona que sube la película en otro, y el sitio en el que el film está alojado en un tercero, lo que requiere un montón de cooperación internacional.”

Los expertos en piratería señalan que el sitio Watch-Movies cosecha unos quince millones de espectadores por mes, ubicándolo en el puesto 240 de los sitios más populares del mundo. Aunque aún está lejos de los 30 millones de espectadores que consiguen los sitios conocidos de download como Pirate Bay, esa cifra deja claro que el streaming, y no la descarga de películas, es lo que está floreciendo hoy en la red: así lo señala el Dr. David Price, investigador de la empresa consultora de Internet Envisional. Price dice que es muy difícil cerrar los websites porque tienen cuatro o cinco servidores desparramados por el globo, y en muchos países no se considera que estén haciendo algo ilegal. “El sitio en sí no aloja ningún contenido”, explica. “Los films están subidos a sitios como Megavideo, que está alojado en Hong Kong, o incluidos en blogs, y Watch-Movies solo provee el link. Todo lo que la industria puede hacer es perseguir esos links y bajarlos. Es un juego del gato y el ratón. Aun si se descubriera dónde está uno de los servidores de Watch-Movies, simplemente se moverían a otro.”

Según las últimas cifras del British Film Council, el robo digital le costó a la industria cinematográfica de Gran Bretaña unos 100 millones de libras en 2007. Globalmente, la industria perdió 11 billones en 2005, según los cálculos de la Motion Picture Association of America. De todos modos, el Dr. Price señala que el verdadero monto de las pérdidas es imposible de cuantificar. “Lo que han hecho fue facilitarle a la gente ver películas: hacés un click y ahí está. En última instancia, lo que la industria cinematográfica deberá hacer es ofrecer el mismo servicio, como han hecho las compañías de televisión. La gente preferirá ver contenido legítimo en el BBC Player, por ejemplo, que en un sitio pirata.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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