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Martes, 19 de mayo de 2009
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El director dan茅s present贸 Antichrist en la competencia oficial

El paseo s谩dico de Lars von Trier

La funci贸n de prensa termin贸 con un sonoro abucheo, que hizo plena justicia: la pel铆cula del creador del Dogma abunda en flagelaciones y psicologismo barato. Como contrapartida, Ken Loach y Eric Cantona mostraron la leve Looking for Eric.

Por Luciano Monteagudo
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鈥淣o puedo ofrecer ninguna excusa por Antichrist que no sea mi confianza absoluta en ella鈥, dijo Von Trier.

Desde Cannes

Al menos por un d铆a, Lars von Trier logr贸, una vez m谩s, ubicarse en el centro del debate, en las habladur铆as del Palais des Festivals, en los juicios sumarios de la Croisette, que no le fueron precisamente favorables. El director dan茅s que once a帽os atr谩s tom贸 por asalto a Cannes con el desembarco del Dogma, el cineasta considerado eterno 鈥渁bonado鈥 a la competencia oficial (en la ir贸nica denominaci贸n que la prensa francesa les da a los favoritos del festival), el ganador de la Palma de Oro 2000 por Bailarina en la oscuridad, trajo ayer la pel铆cula pensada para la pol茅mica que el festival esperaba de 茅l. Su t铆tulo 鈥揷on ecos de Nietzsche鈥 ya prenunciaba un plato fuerte: Antichrist. Y Von Trier entreg贸 lo que se esperaba de 茅l, una pel铆cula para la controversia y el abucheo, que fue casi un谩nime en la funci贸n de prensa.

鈥淒os a帽os atr谩s, atraves茅 una profunda depresi贸n y unos meses despu茅s, como un ejercicio, escrib铆 un gui贸n, que fue una especie de terapia鈥, confes贸 ayer el director de Los idiotas. 鈥淓n cualquier caso, no puedo ofrecer ninguna excusa por Antichrist, ninguna que no sea mi confianza absoluta en la pel铆cula, la m谩s importante de toda mi carrera.鈥 Hay algo de la pose del genio torturado con la que Von Trier siempre present贸 su imagen p煤blica y que ahora Antichrist viene a ratificar en todos sus t茅rminos. Dividido en pr贸logo, ep铆logo y tres cap铆tulos (Duelo, Dolor, Desesperaci贸n), el n煤cleo del film es la crisis de una pareja que acaba de perder a su hijo en un accidente dom茅stico. Para cicatrizar sus heridas, se retiran a una caba帽a en medio de un bosque, completamente aislada en medio de la naturaleza. Pero all铆, esas heridas que eran profundas pero psicol贸gicas, pasan a ser terribles heridas f铆sicas, laceraciones, mutilaciones genitales incluso. Y todo expuesto por Von Trier de la manera m谩s gr谩fica posible.

Aunque los cr茅ditos finales consignan sendos dobles de cuerpo, Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg no salen indemnes de semejante ordal铆a, como tampoco los espectadores, por cierto. Hay un regodeo s谩dico de Von Trier en someter a unos y a otros en su descenso a los infiernos. Se podr谩 argumentar que en tiempos de Ingmar Bergman el maestro sueco 鈥揺n La hora del lobo o El silencio鈥 tambi茅n propon铆a sus pesadillas personales, en las que no faltaban autoflagelaciones. Pero all铆 hab铆a una materia dram谩tica que Antichrist no tiene. Por el contrario, toda la psicolog铆a de la nueva pel铆cula de Von Trier 鈥搚 tiene mucha, porque el personaje de Dafoe es un terapeuta, que trata de ayudar a su mujer a sobrellevar el duelo鈥 parece de manual, est谩 recitada como la de un alumno que aprende su clase de memoria. Y, por cierto, a Bergman no se lo pod铆a acusar de mis贸gino, un adjetivo que Von Trier ya se hab铆a ganado por sus pel铆culas anteriores y que aqu铆 parece convalidar, por la manera en que convierte a la mujer en un monstruo sediento del dolor y la sangre de su marido.

Quiz谩 para compensar tantos padecimientos, la competencia oficial ofreci贸 tambi茅n ayer el m贸dico b谩lsamo de Looking for Eric, una comedia social del ingl茅s Ken Loach, otro abon茅e de Cannes, Palma de Oro 2006 por El viento que agita los prados. Si el film de Von Trier hace todo lo posible por espantar a su p煤blico, el de Loach en cambio no esconde su necesidad de querer pon茅rselo en el bolsillo. En principio, el Eric del t铆tulo no es otro que Eric Cantona, el legendario jugador franc茅s, todo un astro del f煤tbol europeo, que le dio algunas de las mayores alegr铆as al Manchester United. Y Cantona 鈥搎ue tiene un papel relevante en la pel铆cula鈥 funciona como el 谩ngel guardi谩n del protagonista, un cartero cincuent贸n cuya vida personal est谩 cayendo en picada y que gracias a las apariciones imaginarias de su h茅roe deportivo podr谩 ir remontando poco a poco, tambi茅n con la generosa ayuda de sus compa帽eros de trabajo. Ligera, menor y pensada para el gran p煤blico europeo 鈥損ara quien Cantona tiene la categor铆a de una estrella鈥, la nueva pel铆cula de Loach hubiera encontrado quiz谩s mejor lugar en una funci贸n especial fuera de la competencia oficial.

Al contrario, en la secci贸n Un Certain Regard, siguen apareciendo algunos de los mejores films de este a帽o de Cannes. Por ejemplo, el estupendo Ir猫ne, un nuevo cap铆tulo de los conmovedores diarios personales del director franc茅s Alain Cavalier. Conocido en Argentina a trav茅s del DocBsAs/06, que le dedic贸 un foco especial a sus tres primeras 鈥渆ntradas鈥 鈥揈l encuentro, Vidas y El filmador, premiada aqu铆 en Cannes鈥, Cavalier usa como nadie la c谩mara digital, como una verdadera pluma fuente, como el escritor que se a铆sla a volcar sus reflexiones sobre el cine, la vida, el amor y el paso del tiempo.

Aqu铆, en Ir猫ne, se atreve a elaborar el duelo que evidentemente nunca pudo hacer de la muerte de su primera esposa, fallecida en un accidente automovil铆stico a comienzos de la d茅cada del 鈥70. Sin apelar a ning煤n material de archivo y desempolvando apenas un par de fotos, Cavalier consigue ir dando forma a ese recuerdo de la manera m谩s creativa y original, evocando a Ir猫ne a trav茅s de im谩genes tan concretas como abstractas, como cuando reconstruye su figura en la cama apenas con un par de almohadas. 鈥溌緾贸mo ponerle un cuerpo a mi film?鈥, se pregunta Cavalier, haciendo c贸mplice al espectador de su intimidad.

Mientras tanto, su c谩mara tambi茅n da cuenta de su propio cuerpo, que somatiza 鈥揷on una feroz erupci贸n cut谩nea, con los moretones que le deja una ca铆da en la puerta de la casa donde Ir猫ne y 茅l vivieron juntos鈥 la conmoci贸n que significa para el director exorcizar esa ausencia. Hay algo tambi茅n proustiano en el procedimiento de Cavalier, que sale en busca del tiempo perdido a partir de un disparador de la 鈥渕emoria involuntaria鈥, de unos fragmentos que cre铆a dispersos y que de pronto comienzan a materializarse como un mosaico frente a su lente prodigiosa.

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