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Esta noche, al término de Botineras (alrededor de las 23.30), desembarca en Telefe la continuación de Todos contra Juan. Tras un primer año emitido por América en 2008, la comedia de Rosstoc protagonizada por Gastón Pauls retorna con el empujón de haber sido uno de los mejores ciclos del género de los últimos años. Al punto que Telefe, la emisora en la que originalmente se iba a estrenar el programa, pero que luego lo dejó ir a América, volvió sobre sus pasos y decidió darle un lugar destacado en su programación. El pase no es otra cosa que el reconocimiento del canal líder en audiencia a una propuesta humorística sencilla, que divierte sin dejar de plasmar un punto de vista crítico sobre la TV, la fama y el éxito. Buena parte de las razones para que Todos contra Juan se haya convertido en una grata sorpresa es el excepcional trabajo de Gastón Pauls en la piel de Juan Perugia, el fracasado y entrañable actor que quiere recuperar lo que él supone lo más parecido a una “carrera artística”. La segunda temporada encuentra a Perugia ya sin la obsesión de regresar a los escenarios y en compañía de Luz (Mercedes Oviedo), el amor de su vida. Pero una serie de acontecimientos, que Perugia interpreta como señales inequívocas del destino, lo llevan a abrir su propia productora con el objetivo de llegar a Hollywood, un sueño que lo persigue desde la infancia.