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Martes, 17 de enero de 2012
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CINE / TELEVISION > Los premios de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood

Hubo reparto de Globos para todo gusto

La francesa El artista, muda y en blanco y negro, se llevó tres premios, mientras que Los descendientes consiguió dos. La entrega dejó a todos conformes, en una velada extensa, pero bien condimentada por los comentarios de los ganadores y Ricky Gervais.

Por Emanuel Respighi
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Helen Mirren y Sidney Poitier le entregaron el premio Cecil B. De Mille a Morgan Freeman.

Gracias a su interpretación de Margaret Thatcher en La dama de hierro, Meryl Streep obtuvo su octavo Globo.

En tiempos de películas en 3D e infinita parafernalia visual, puede que el cine más tradicional vuelva a tener su encanto. Al menos ésa es la sensación que dejó la 69a entrega de los premios Globos de Oro, donde el musical mudo y en blanco y negro El artista, se convirtió en la película más ganadora de la ceremonia que se realizó el domingo en Los Angeles. El film del director francés Michel Hazanivicius, que contaba con seis nominaciones, finalmente se alzó con tres estatuillas: musical, actor del género (Jean Dujardin) y banda sonora original (Ludovic Bource). Esa magra cosecha, sin embargo, le bastó para destacarse, dentro de una velada en la que la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood repartió premios para casi todos los nominados, tanto en cine como en TV. En la pantalla chica, apenas la serie Homeland consiguió más de una estatuilla (drama y actriz), mientras el resto de los programas nominados se dividieron las preferencias. En una ceremonia de casi tres horas de duración, no hubo ninguna referencia política en los discursos, ni siquiera cuando el director iraní Asghar Farhadi subió al escenario a recibir el premio a mejor film de habla no inglesa, por Una separación, y del que se esperaba algún comentario sobre Jafar Panahi, el compatriota y colega preso y acusado de conspiración y propaganda en contra del gobierno de su país.

Como viene sucediendo en las últimas tres ediciones, el principal atractivo de la ceremonia de los Globos de Oro ya no pasa tanto por sus ganadores y vencidos, sino más bien por la irreverencia de Ricky Gervais, el ácido y polémico maestro de ceremonias. El británico, que en las ediciones anteriores demostró que casi no tiene límites a la hora de ironizar sobre las celebridades de Hollywood, esta vez pareció disminuir un poco el tono de sus latiguillos. De todas maneras, su lengua filosa no le impidió mofarse de la supuesta virilidad de Justin Bieber, menospreciar el nivel de los Globos (se refirió a los premios como similares a los Oscar “pero con menos valor”), reírse de la mala pronunciación en inglés de Antonio Banderas y Salma Hayek (“Deben ser gente muy interesante pero no les entendí nada”) y hasta meterse con la sexualidad de Madonna.

La novedad en esta edición fue que, probablemente ya curtidos de los dardos del anfitrión, las “estrellas” no se quedaron calladas y se animaron a replicar muchos de sus chistes. Una de ellas fue Madonna, que luego de que el británico bromeara sobre su vida sexual, al tomar el micrófono lo desafió: “Si soy sólo como una virgen, Ricky, entonces por qué no vienes aquí y haces algo al respecto... No he besado a una chica en años... Al menos no en televisión”, le dijo la cantante, que recibió el premio a la mejor canción por Masterpiece, de su película W.E. También Banderas le salió al cruce al comediante recitando en castellano un poema de Calderón de la Barca. El momento “latino” prosiguió con la colombiana Sofía Vergara agradeciendo en ese mismo idioma el premio de mejor comedia televisiva otorgado a Modern family. Lo gracioso fue que su discurso lo tradujo libremente Steve Levitan, productor ejecutivo de la serie, quien entre otras cosas invitó a los presentes en el Beverly Hills Hotel a que le pidieran el número de teléfono a la actriz en la fiesta posterior.

Además de los tres premios que cosechó El artista, que en Argentina se estrenará a mediados de febrero, la otra película que obtuvo más de una estatuilla fue Los descendientes. El drama dirigido por Alexander Payne obtuvo dos Globos de Oro, incluido el de mejor drama y actor, que recayó en manos de George Clooney. El actor tuvo, sin embargo, un sabor agridulce, ya que Ides of March –el film que dirige y produce– se fue con las manos vacías, al caer en las cuatro categorías en las que estaba nominado. Diferente fue el saldo para Martin Scorsese, que se llevó su tercera estatuilla como director por Hugo, su primera obra en 3D (los anteriores habían sido por su trabajo en Los infiltrados y Pandillas de Nueva York). Por su parte, Steven Spielberg masticó bronca porque Caballo de guerra no se llevó nada, pero pudo sonreír porque Las aventuras de Tintín ganó como película de animación. “Gracias a Sony y Paramount porque con su confianza podíamos haber rodado hasta la guía telefónica si hubiéramos querido, pero no, rescatamos una fantástica serie de libros de hace 80 años y lo convertimos en una película”, comentó el director de ET, entre otros grandes films. Otro de los ganadores, aunque ausente, fue Woody Allen, al que se le reconoció el guión de Medianoche en París.

En los rubros actorales, Meryl Streep ganó su octavo Globo de Oro, gracias a su interpretación de Margaret Thatcher en La dama de hierro, que le valió el reconocimiento como actriz dramática. En contraste, Michelle Williams obtuvo el primero de su carrera por My week with Marilyn, como actriz de comedia o musical. En los premios a las mejores interpretaciones de reparto los agraciados fueron el veterano Christopher Plummer, de 82 años, por Beginners, y Octavia Spencer por Historias cruzadas, un drama sobre la discriminación racial en Estados Unidos en la década del ’60. El momento emotivo de la ceremonia fue el homenaje a Morgan Freeman, el veterano actor que recibió el premio honorífico Cecil B. DeMille de manos de Sidney Poitier y Helen Mirren. “A lo largo de mi carrera he sido Nelson Mandela, el presidente de Estados Unidos e incluso Dios. He trabajado con gente que admiro y me lo he pasado en grande. Dicen que si te dedicás a algo que amas nunca llegás a trabajar. Pues en ese caso no he trabajado en los últimos 45 años de mi vida. Mi pasión siempre fue la actuación”, señaló el protagonista de Conduciendo a Miss Daisy, Amistad e Invictus, entre otros films.

En TV, el reparto de estatuillas también estuvo a la orden del día. Homeland fue la única serie que se alzó con dos premios, imponiéndose a Boardwalk empire y Game of thrones en drama, mientras que Claire Danes fue reconocida como actriz protagónica en drama por su interpretación de agente de la CIA. Contra lo que se presumía en la previa, Kelsey Grammer (conocido por su personaje de Frasier) se impuso en la categoría de actor dramático por el enfermo alcalde de Chicago que interpreta en Boss. En los rubros interpretativos secundarios, resultaron vencedores Peter Dinklage por Game of Thrones y Jessica Lange por la misteriosa vecina en American Horror Story. Tras dos nominaciones sin premio, finalmente Modern family fue elegida como mejor comedia, rubro en el que sorprendió la estatuilla a Matt Le Blanc por su protagónico en Episodes, donde se interpreta a sí mismo. Por su parte, Laura Dern ganó en la categoría femenina por su papel en Enlightened, todavía no estrenada en Argentina. En las categorías de miniseries o telefilms, el drama costumbrista británico Downton Abbey ganó como mejor miniserie, aunque sus intérpretes no fueron reconocidos: Kate Winslet fue elegida como actriz protagónica por Mieldred Pierce, mientras que Idris Elba fue reconocido por Luther.

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