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Las historias que el escritor chino Qiu Xiaolong pone en manos del inspector jefe Chen Cao muchas veces tienen –con mayor o menor centralidad– componentes políticos. El sello Tusquets acaba de publicar dos de sus mejores novelas: Muerte de una heroína roja y Seda roja. En la primera de ellas –que inició la saga Chen Cao–, el inspector investiga el asesinato de una joven que se había convertido en celebridad gracias a su trabajo para el Partido Comunista Chino. En Seda roja, intenta desentrañar los crímenes de un asesino serial. A medida que investiga, va descubriendo que la raíz de estos delitos se remonta al tumultuoso pasado reciente del país.

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