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“El aire es allí diferente. Está erizado todo por una corriente que no viene de este o aquel texto sino que los enlaza a todos, como un círculo mágico.” Los primeros versos de “La biblioteca”, poema de Roberto Juarroz, vienen a la mente ahora que está por suceder uno de los acontecimientos más festivos: unos 2800 bibliotecarios de todo el país llegarán a la Feria del Libro. Por octavo año consecutivo, el próximo jueves comienza el Programa Libro %, organizado por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), que en esta ocasión ha incrementado una vez más, como viene haciendo año tras año, el presupuesto destinado para que las bibliotecas populares de Ushuaia a La Quiaca adquieran libros en los stands adheridos con un descuento del 50 por ciento o más en las compras. El monto total asciende a 10 millones de pesos. Uno de los rituales que repiten estos hombres y mujeres –que empezarán el viernes a cargar en sus changos, carritos y bolsos los materiales bibliográficos que necesitan en sus comunidades– es la entrega del Premio Amigo de las Bibliotecas Populares. Quino, el padre de Mafalda, recibirá este reconocimiento, que en otras ediciones tuvo como protagonistas a Alejandro Dolina, León Gieco, Adrián Paenza, Osvaldo Bayer y Norberto Galasso.
“Quino nos representa, nos marcó en una época en que a través del humor nos hizo sonreír y reflexionar sobre la realidad argentina y mundial. Muchos de los temas de Mafalda están relacionados con la paz y las formas de vivir de los distintos sectores de la sociedad, con la educación, el trabajo, la situación familiar y de la mujer: la madre que trabaja, la madre que está en la casa. Quino es nuestro amigo”, celebra Angela Signes, presidenta de la Conabip, en diálogo con Página/12. La decisión de que las bibliotecas populares puedan participar en La Rural la tomó el gobierno nacional, cuando a través de la Conabip empezó a invertir para que los bibliotecarios viajen a Buenos Aires y cuenten con subsidios para comprar, “ejerciendo el acto de elegir, porque antes la Conabip les enviaba los libros sin que ellos tuvieran la posibilidad de elegirlos de acuerdo con las necesidades de sus usuarios, de sus lectores, de las características de la comunidad”. Signes pondera la importancia del trabajo con las editoriales. “Algunas adhieren y otras no. Pero cada año son más las que participan de este programa que fomenta la industria editorial argentina; es una inversión muy grande que hace el Estado, más allá de los millones que invirtió este año en libros para educación.”
Los bibliotecarios contarán con una ventaja, algo que venían reclamando para no estar corriendo por los pabellones de la Feria. Tienen un día más para comprar libros, del viernes al domingo inclusive. “La razón de ser de la Conabip son las bibliotecas populares. Nosotros las fomentamos y las apoyamos porque son asociaciones civiles que no sólo se dedican a la parte bibliotecológica y a la promoción de la lectura sino que están insertadas en la comunidad. Las bibliotecas populares son también centros de reunión, entidades muy queridas por la sociedad –subraya Signes–. Todos los trabajadores de la Conabip están muy sensibilizados por el rol social que tienen las bibliotecas populares. Hay lugares donde son el único espacio de reunión, donde se juntan para discutir y reflejar todas las expresiones artísticas de la comunidad.” Como productoras de cultura, están ensanchando el horizonte de la comunicación a través de Radio Bepé Nacional, un ámbito de convergencia de la diversidad de estas asociaciones sin fines de lucro en el que se difunden los servicios y noticias de cada biblioteca. Basta con ingresar a la web de la Conabip (www.cona bip.gob.ar) para encontrarse con la historia de “Del otro lado del árbol”, biblioteca popular de La Plata, y las actividades que realizan día a día con los niños. O la Biblioteca Popular Héroes de Malvinas de Lobos, provincia de Buenos Aires, que pronto abrirá un museo en su sede. Hay entrevistas a Eduardo Sacheri, Ricardo Forster, María Teresa Andruetto, Claudia Piñeiro, Leonardo Sbaraglia y Víctor Heredia, entre otros escritores y artistas.
La presidenta de la Conabip pondera el papel que está teniendo la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Tres bibliotecas populares ya tienen su licencia de radio: Leopoldo Lugones de Villa Giardino (Córdoba), La Bicicleta de Colonia Caroya (Córdoba) y Tanino (Santa Fe). “La biblioteca es el lugar que espera –se lee en el bellísimo poema de Juarroz–. Tal vez sea la espera de todos los hombres, porque también los hombres son allí diferentes. O tal vez sea la espera de que todo lo escrito vuelva nuevamente a escribirse, pero de alguna otra forma, en algún otro mundo, por alguien parecido a los hombres. Cuando los hombres ya no existan.”
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