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Viernes, 23 de octubre de 2015
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Los autores de Letristas. La escritura que se canta

Otra circulación de la poesía

Alejandro Güerri y Federico Merea entrevistaron a autores de muy diferentes estilos musicales para investigar el arte de escribir letras: “No queríamos un manual de cómo escribir una canción, nos interesaba que apareciera la persona”, dicen.

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La lista inicial del dúo llegó a estar compuesta por más de cuarenta nombres.

“Trato siempre de buscar lo que calce como más natural, sencillo y fácil. Hasta si tengo que decir algo que está gramáticamente mal, lo voy a hacer si hace falta. Muchas veces, la primera idea es la mejor. Sucede. Y cuando la idea ya está, es importante que las palabras caigan como dados. Que sea jinglero, recordable”. Quien revela una parte del trabajo que le permite dar vida a una canción es Jorge Serrano, fabricante acreditado de hits y miembro medular de Todos Tus Muertos y Los Auténticos Decadentes. Sus palabras forman parte de la entrevista que abre Letristas. La escritura que se canta (Gourmet Musical), un libro que se adentra en el oficio de aquellos que intentan dar con la misteriosa alquimia que enciende las palabras al ser cantadas.

“La base fue darnos cuenta de que los dos les dábamos mucha bola a las letras de las canciones. A partir de ahí empezamos a armar una lista de gente que nos gustaría entrevistar sobre el tema”, explican Alejandro Güerri y Federico Merea, autores de Letristas. “Luego fuimos agregando nombres en función de las necesidades del libro. Teníamos claro que no era un libro de rock, queríamos que hubiera más géneros y estilos. Lo pensamos como un libro de entrevistas a escritores, que en este caso escriben canciones.” De una lista que llegó a estar compuesta por más de cuarenta nombres, Letristas... se compone de quince entrevistados que provienen de géneros y estilos musicales para muchos irreconciliables. El recorrido incluye desde referentes del rock como Javier Martínez (Manal), Pipo Cipolatti (Los Twist) y Adrián Dárgelos (Babasónicos) hasta hombres fuertes de la cumbia como Pablo Lescano (Damas Gratis) y Juan Carlos Denis (Los del Bohío). El espectro abierto por los autores del libro alcanza también al pop, el rap, el folklore y el tango: Ale Sergi (Miranda!), Dante Spinetta (Illya Kuryaki and the Valderramas), Ramón Ayala y el recientemente fallecido Héctor Negro también tratan de explicar el proceso que los llevó a escribir decenas de canciones que se enquistaron en la música popular argentina y latinoamericana.

A lo largo de las entrevistas –presentadas dentro del libro bajo un formato en el que desaparecen las preguntas y son reemplazadas por pequeños subtítulos–, los artistas suelen comenzar explicando la elección de un concepto o una palabra para alguna de sus canciones. Pero poco a poco se van alejando del tema y se adentran en el relato de situaciones que modificaron su mirada sobre el mundo y sobre ellos mismos. “Algo curioso es que todas las preguntas que armamos estaban relacionadas con la escritura”, explican los autores. “Y esas preguntas siempre derivaban en que los tipos te contaran momentos de su vida. Pero estaba bien que se fueran para otros lados. No queríamos tampoco un manual de cómo escribir una canción. Nos interesaba que apareciera la persona. Quizás Roberto Jacoby (letrista que colaboró en la mayoría de los temas de Virus) es el más consciente de cómo hacer una canción, y por eso tira muchas pautas técnicas. Y Curbelo desde la payada. Pero nunca preguntamos cuál es la receta para escribir una canción. Se trató más bien de escuchar sus historias.”

Si algo queda claro luego de la lectura de Letristas... es que no existe ningún método al que todos puedan recurrir para escribir una canción. Cada uno de los entrevistados atraviesa un camino diferente para encontrar las palabras que busca. Mientras algunos se refieren a la necesidad de liberar las emociones ocultas dentro de su inconsciente y dejar que la letra aparezca casi sin su intervención, otros hablan de un trabajo constante y minucioso de escritura y corrección. “Se trata de hacer trampa para que la canción exista. Tratar de mover las piezas, ser flexibles, para que la canción diga lo que tiene que decir”, señala Alejandro Güerri. “Hay una gran tensión entre la música y la letra, que se va ajustando. Algunos empiezan por la música, que dicta la letra. Y otros con el lápiz y el papel. Algunos de los letristas ni siquiera son músicos, y no todos hablan el mismo lenguaje. No existe un camino para todos.”

Las posiciones con respecto al modo en que surge una letra se enfrentan aún más cuando los entrevistados hablan sobre los motivos que los llevan a escribir: Adrián Dárgelos revela que lo hace para poder dar vida a los personajes que representa sobre el escenario, Juan Carlos Denis dice que pone su guitarra y sus letras al servicio de la cumbia; Paz Martínez explica que debe concentrarse en la voz y los movimientos de quien interpretará sus canciones, y Javier Martínez asegura que la única posibilidad de escribir es haciéndolo para uno mismo. “Por un lado hay una cuestión de conciencia doble del trabajo con la palabra y con el formato canción y por otro la capacidad de entregarse a algo más inconsciente y libre”, dice Federico Merea. “Algunos controlan más, otros dejan fluir más, pero se necesitan de las dos cosas para poder hacer una canción. Creo que el elemento en común que aparece es la práctica. El más joven de este libro, que es Santiago Motorizado (De El Mató Un Policía Motorizado), ya tiene diez años escribiendo canciones. Todos hablan desde un recorrido con una actividad que los acompañó a lo largo de toda su vida. Si vos estás veinte o treinta años escribiendo canciones, es algo que te va a ir puliendo”.

Para los autores de Letristas..., las canciones son la forma más lograda que ha encontrado la poesía contemporánea para circular, y de allí surge la “bendición” de la que hablan aquellos cuyo oficio es el de crear esas canciones. “A veces la idea parece extraña, porque muchas veces no aparece un papel para que te sientes y leas la canción. Hoy nadie lee un libro de poesía por semana, pero todo el mundo está leyendo poesía cuando escucha canciones, porque los versos están en tu cabeza, y es una forma de circulación de la escritura muy interesante.” En el intento de ir encontrando cuáles son aquellas poesías que despiertan sentimientos dormidos en el oyente, el folklorista Ramón Ayala asegura que la única manera de dar con las palabras adecuadas es dejar que sea la canción quien guíe al letrista: “La canción te pide, la canción te modela, cuando vos sabés oír a la canción, cuando sos un verdadero creador. Si no, sos un sometedor de palabra y de música, y al final queda una cosa soportable, pero no emocionable. Y la emoción tiene que ser libre, como un pájaro que vuela.”

Entrevista: Diego Fernández Romeral.

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