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“Este número de diciembre –el del arbolito, si quieren– no debe impedirnos ver el bosque. Quiero decir: cualquier juicio lapidario que se les ocurra proferir con respecto de esta singular entrega aderezada para ser consumida junto a la tibia sidra de las Fiestas no debe perder de vista que se trata sólo de un pinito gracioso y colorido que no nos debe obnubilar ni impedir que apreciemos la solidez del férreo bosque del que forma parte. No cualquiera arma un número con toda la gente cansada de laburar (o de buscar laburo) con ganas de cobrar algo más para poder tomarse vacaciones o terminar el año menos nueve. No es fácil.” Con estas palabras, a tono con la época del año, abre Juan Sasturain, director de Fierro, su ya clásico editorial en la edición número 14, que podrá adquirirse mañana sábado con Página/12. Y remitiendo a la numerología puede asegurarse que este número 14, el borracho, permitirá a los lectores embriagarse de entretenimiento y reflexión gracias a la compañía mensual de la revista, que marcó un antes y un después en la manera de hacer historieta en la Argentina.
Antes de mencionar las novedades conviene recordar que hay tiempo hasta el 31 de diciembre para presentar los trabajos para el Concurso Hora Fierro. La presentación fue una verdadera catarata de creatividad que no descansa: hasta el momento, más de doscientos dibujantes presentaron sus trabajos. El concurso está destinado a todos los dibujantes de cualquier edad, y la idea es que redibujen una historieta del genial Héctor Germán Oesterheld. Las obras pueden ser a color o en blanco y negro. Sin duda, ésta es una oportunidad única para poder plasmar la potencialidad desconocida a nivel masivo.
Yendo a las novedades, conviene señalar que, a diferencia del número anterior que ponía el acento en lo narrativo, esta nueva edición transita los dos caminos que caracterizan a Fierro: tanto la narración como la experimentación. La tapa pertenece a Lucas Varela y tiene como protagonista a una de sus ya famosas “chicas del baño”, similar a la que había ilustrado el número 8. Continúa El síndrome Guastavino, una historieta con guión de Carlos Trillo y dibujos de Lucas Varela, que tiene como protagonista a Elvio Guastavino, hijo del capitán Aarón Guastavino, un personaje siniestro por su condición de torturador durante la última dictadura militar. Este capítulo es trascendental en la vida de Elvio, obsesionado con una muñeca austríaca del siglo XIX.
Además, habrá un capítulo imperdible de Nocturno, una historieta en clave fantástica, apoyada en el mundo de la magia, escrita y dibujada por Salvador Sanz. “Hay una puerta que divide los sueños con la realidad. Lucio ya no sabe si abrió o cerró esa puerta; si está del lado de acá donde los hombres son convertidos en pájaros, o allá donde los pájaros son transformados en hombres. Lucio no entiende qué pasa, quién es el mago, quiénes entran ni quiénes salen, ni siquiera para qué. Una larga secuencia onírica, silenciosa, de vértigo absoluto”, señala el resumen de la historieta de Sanz.
Otra que continúa es 20874, de Minaverry, una de las revelaciones de Fierro publicada por primera vez en el número anterior. La historia está situada en 1959 y tiene como protagonista a Dora Bardavid, quien obtiene una beca para estudiar en Berlín. El resumen señala que vive con Lotte Schmitz, “la secretaria del director de un depósito de documentos del partido nazi. Estos archivos están a cargo de las autoridades aliadas. El padre de Dora fue deportado en 1943, y ella, que no llegó a conocerlo, cree que puede encontrar algo sobre él en el archivo. Con mucha insistencia convence a Lotte, y por medio de ella al director, de que necesitan una asistente...”.
Entre otras novedades del número 14, figura un trabajo del dibujante Pablo Sweig con una historia macabra sobre el destino de los dientes del Ratón Pérez. Continúa Altavista, la serie escrita y dibujada por Calvi, una de las historietas más aplaudidas de esta nueva etapa de Fierro, que tiene como protagonista al viajero Barragán, misterioso aventurero que homenajea al Tintín de Hergé. Completan el número El Marinero Turco, quien regresa con Historias de la vida real; Rep y su Spaidermen, una historia humorística de un hombre araña en Buenos Aires; Maicas de terror, un chiste de Eduardo Maicas generado a partir de las imágenes de películas de terror; El Tomi con Polenta con Pajaritos; Lucas Nine con Té de nuez; Max Cachimba con Nu, y el delirante humor de Sala.
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