En el marco de una gira por las principales ciudades de Latinoamérica, la mÃtica Opera de PekÃn presentará desde hoy y hasta el próximo domingo en el Teatro ND Ateneo (Paraguay 918) una pieza tradicional –es decir, ambientada en la China imperial anterior al S. XIX– estructurada en tres actos, con 30 intérpretes en escena, todos ellos actores, bailarines y cantantes. La primera vez que la Opera de PekÃn visitó al paÃs fue en 1956. Recién en 1980 volvió para presentarse en el Teatro Colón. Fallecido en un accidente aéreo gran parte de aquel elenco, en 1986 fue rearmada la compañÃa y, al año siguiente, en el marco de otra gira latinoamericana, ofrecieron en el Teatro Cervantes un programa compuesto por ocho fragmentos de óperas famosas. La última vez que estuvo en Buenos Aires, también en el Teatro Cervantes, fue en 2001.
Conocida masivamente a partir del estreno de la pelÃcula Adiós mi concubina, la Opera de PekÃn no es la única en China. Llamada jingju, esta forma de espectáculo que integra canto, música, danza y actuación tiene su variante en cada una de las provincias chinas. No obstante, la forma particular que esta expresión popular asumió en PekÃn a fines del S. XVIII fue la más famosa hasta la actualidad, por haber sido la preferida del emperador. Aún hoy se la considera un sÃmbolo de identidad nacional, motivo por el cual desde este año figura en la currÃcula de la escuela secundaria una asignatura destinada a su estudio, con el fin de salvaguardar este arte tradicional.
La génesis de la ópera china se encuentra en una gran variedad de artes folklóricas campesinas que incluyen contorsiones y saltos mortales, juegos con zancos y malabares, actos de tragasables y lanzallamas. En el caso de la Opera de PekÃn, su repertorio se nutrió de leyendas, cuentos y narraciones populares, además de novelas clásicas. Sus libretos combinan elementos trágicos y humorÃsticos, muchas veces con la intención de realizar una crÃtica satÃrica de la sociedad. El repertorio se divide en Wen –obras de tema civil que cuentan historias de amor o de Ãndole social– y Wu, obras de tema militar, pero en todos los casos las historias tienen un final feliz. Actualmente, se interpretan también óperas con argumentos educativos, para escuelas primarias y secundarias. Durante la revolución que llevó a Mao Tse Tung al poder, los argumentos de las óperas tenÃan una fuerte carga propagandÃstica.
En la presentación tradicional de la Opera de PekÃn, la escenografÃa está casi ausente, pero la música cumple un rol de gran importancia. La ejecuta una orquesta compuesta por 8 o 10 instrumentos de cuerda y viento, gongs y tambores. Igual que en la Comedia del Arte, hay personajes que han pasado de una generación a otra, los cuales gozan de enorme popularidad entre el público. Además de los personajes tanto masculinos como femeninos, expertos en artes marciales y acrobacias, entre los más populares está el Chou o payaso, el único que está habilitado a dirigirse al público. Entre los que presentan el rostro pintado, los individuos más complicados lo llevan enteramente cubierto con complejos diseños cuyo significado se comprende en base al color dominante: el rojo representa lealtad y valor; el negro, un temperamento atrevido y fanfarrón; el azul simboliza un temperamento frÃo y calculador; el blanco indica que se trata de una persona mentirosa y amiga de los enredos, y el dorado y el plateado están reservados a los espÃritus y los dioses.
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