Imprimir|Regresar a la nota
Lunes, 13 de julio de 2015
logo espectaculos
Segunda temporada de The Strain por FX

Vampiros sueltos en Manhattan

Vuelve la producción de Guillermo del Toro sobre una plaga vampírica en Nueva York. Una mezcla de géneros donde hay lugar hasta para la denuncia política. En sus nuevos trece episodios ya nadie duda de su existencia, ahora se trata de sobrevivir.

Por Federico Lisica
/fotos/espectaculos/20150713/notas_e/na29fo01.jpg
En The Strain, a las atávicas criaturas de la noche se las investiga racionalmente.

Con The Strain, que hoy estrena su segunda temporada por FX a las 22, supuestamente se accede a una historia de terror. No es tan así. Algo parecido sucedía con la película coreana The Host (Bong Joon-ho, 2006), quizás uno de los grandes clásicos de la década pasada, que a partir del envoltorio de una de monstruos tipo Godzilla ofrecía suspenso, sátira, dramas familiares y alegorías políticas muy claras. Por las mismas razones, sería simplista catalogar a esta producción, que lleva el sello de Guillermo del Toro, como una de vampiros. Las lecturas y derivaciones de su propuesta son varias. Se presenta como un simple producto televisivo pero termina en otra cosa, a veces denuncia conspiparanoica, a veces canónica y respetuosa de mitos y géneros clásicos, teniendo muy en claro su radar hacia el entretenimiento.

Todo había comenzado con un “avión muerto” que llegaba al aeropuerto JFK de Nueva York (el miedo post 11-S no ha dejado de tener efecto). Los infectólogos Eph Goodweather (Corey Stoll) y Nora Martínez (interpretada por la argentina Mia Maestro) se enfrentaban a un posible virus mortal que en realidad era algo mucho más atroz. Al dúo se le sumarían el profesor Abraham Setrakian (David Bradley), sobreviviente del Holocausto y experto en ese mal ancestral, y Vasiliy Fet (Kevin Durand), exterminador de ratas que en vez de pensar directamente actúa. Así es como en The Strain a las criaturas de la noche se las investiga racionalmente, se las pasa por el filtro de las ciencias ocultas, y se las destruye como lo que son: una peste. Sobre el final de la primera temporada, el intento de aniquilarla resultó un fiasco, los protagonistas tuvieron que huir de Manhattan y buscar refugio en Brooklyn. Los realizadores han bromeado con que la lógica de estos nuevos episodios se codea con los realities de encierro. Con la excepción de que los protagonistas salen a las calles para erradicar a sus nuevos vecinos y al Maestro que los guía. Ahora las peleas cuerpo a cuerpo serán permanentes y le ganan al terror que aparecía lo justo y necesario como para generar pesadillas. “Ciertamente nuestros personajes se están volviendo mucho más hábiles en esto de matar vampiros”, sintetizó Carlton Cuse, su productor ejecutivo.

Si bien los vampiros no han llegado todavía a este rincón del mundo hay una compatriota peleando contra ellos. La ladera del protagonista, Nora Martínez, consiguió escapar con su madre de la dictadura militar de nuestro país. “¿Sabés?, en Argentina se hereda el temor de que las cosas cambien de la noche a la mañana. Así como esto. Gente desa- parecida”, le dice en algún momento a su jefe. “Esto no es Argentina”, responde Goodweather. Lo interesante es que las analogías políticas brotan naturalmente y dejan que el espectador pinte el cuadro.

Como la epidemia de colmilludos es parte de la cotidianidad, la pregunta ahora es cómo se la puede detener. En un retorno de los científicos a las fuentes, seguirán la pista tras un remedio biológico (aunque anden con sus espadas a cuestas). Por su parte, Setrakian busca una especie de manual que contiene una salvación sobrenatural.

Del Toro señaló que esta temporada no se ata tanto a la “Trilogía de la Oscuridad”, las novelas que escribió junto a Chuck Logan y sirvieron de base para la serie. “Desde el principio estuvimos de acuerdo con que íbamos mostrar los grandes hitos, pero si había algún cambio importante, íbamos a seguir en esa línea”, explicó el realizador mexicano. Reconocido por su imaginería única (El Laberinto del Fauno, HellBoy), uno de los aspectos más destacables de The Strain es la pátina visual que Del Toro suele bocetear. Cada uno de los vampiros luce diferente, con su propia personalidad. Se los ve y actúan como humanos infectados por una cepa espantosa, una horda que ha tomado uno de los cinco grandes barrios de la Gran Manzana. “No queríamos que fuera una batalla de un solo lado, ésta no es la historia de que los vampiros simplemente se han apoderado del mundo, aquí la ingenuidad humana se despierta y acepta el desafío”, plantea el productor Cuse.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.