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Cuando el mundo tira para abajo, es mejor no estar atado a nada; imaginen a Charly García en la cama. Sí, ahí seguía anoche el ave rock nacional, “compensado, sedado y en terapia intensiva”, sin que se supiera aún cuándo se le dará el alta, según informó Héctor Lamacchia, el jefe de terapia intensiva de la Clínica Cuyo de Mendoza, donde Charly permanece internado desde anteayer al mediodía, luego de protagonizar un (otro más) escándalo hotelero. “García está hemodinámica y metabólicamente compensado, bajo los efectos de sedación farmacológica prescripta por el equipo de médicos tratantes”, fue el parte médico. En español: Charly está bien, estable, aunque sigue en observación. Y, esta vez, la “sedación farmacológica” fue administrada por un médico. También se señaló que Charly tuvo un pico de fiebre que, aunque no pasó a mayores, causó preocupación.
“Se están realizando estudios para determinar la causa de la sintomatología”, aseguró Lamacchia, que tranquilizó a los fanáticos y al ambiente al asegurar que “Charly está controlado”. Ayer, se contemplaba la posibilidad de trasladar al padre de La hija de la lágrima a Buenos Aires. El problema es encontrar a la hija de la lágrima, a Migue o a algún familiar delegado por ellos que autorice a los doctores a trasladarlo. “No hemos tenido contacto con ningún familiar”, admitió Lamacchia, y los voceros de la clínica privada desmintieron que Migue se hubiera acercado a ver a papá rock. “Sus signos cardiovasculares están dentro de lo normal, su estado metabólico es el adecuado, está siendo observado”, tranquilizaron los doctores.
Por otra parte, ayer trascendió que la discusión que desató el “cuadro de excitación psicomotriz sumamente agresiva” que provocó que Charly saliera desnudo de su habitación, jugara al bombero loco con un matafuegos y discutiera con uno de sus músicos –una versión dice que hasta lo trompeó–, se debió a que no conseguían pasajes de avión para volver a Buenos Aires, luego de tocar en San Juan, el viernes, y en Mendoza, el sábado. De hecho, debió haber un tercer show, que fue suspendido porque Charly estaba con “problemas estomacales”.
Eso fue el domingo. El lunes a las seis de la mañana, los “problemas estomacales” –sea lo que sea lo que eso signifique– parecían haberse ido, según declararon testigos del hotel spa Solás de Los Andes, donde se hospedaban el músico y su crew, volvió a su habitación a las seis de la mañana con un par de señoritas y varios tragos de más. Según Andrea Villegas, directora del Solás de Los Andes, se peleó con un miembro de la banda, salió desnudo al pasillo del hotel, agarró un matafuego y pasó por varias habitaciones, un huracán rabioso y febril. El esfuerzo físico y emocional fue demasiado para Charly, que fue internado anteayer al mediodía, con custodia policial, en el Hospital Central de Mendoza, y luego trasladado a la Clínica Cuyo, donde permanecía anoche.
Informe: Luis Paz.
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