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As铆 como Stanley Donen y Gene Kelly decidieron que Roger Edens y Al Hoffman fueron los m谩s indicados para llevar a cabo la banda de sonido de Cantando bajo la lluvia, m谩s de medio siglo despu茅s cerca de doce mil se帽oras, se帽ores, j贸venes, skaters, pseudopunkitos, floggers, emos y alternativos optaron por la tercera jornada del festival Pepsi Music 08 como soundtrack para un domingo pasado por agua. Ni D谩rgelos, anfitri贸n del cierre de la noche, ni las promotoras VIP en sus pilotines para nada VIP, ni las se帽oras con hijos a cuesta zafaron del fango, como se escuch贸 definir una y otra vez a algo que no era m谩s que barro. Pero como los tropezones no son ca铆das, las mayores risas las provoc贸 Wallas, el panz贸n frontman de Massacre, que les gan贸 al humor fum贸n del ex Moldy Peaches Adam Green, al slang bizarro de Dante y a la l铆rica sexual de El Otro Yo.
Lo de EOY, as铆 como lo propuesto por Massacre y Babas贸nicos, fue un resumen de los shows que dieron en Obras (los dos primeros) y el Luna Park (los de Lan煤s) en la segunda mitad de este a帽o. La banda de los hermanos Aldana, con un formato de quinteto ya consolidado (Mar铆a Fernanda en bajo, Cristian en voz, Ray Fajardo en bater铆a, Gabriel Guerrisi en guitarra y Diego Vainer en teclado y programaci贸n) arranc贸 un show con tono oper铆stico y termin贸 en una performance de punk primal que dej贸 el peluche de la bater铆a de Ray a la miseria, en el momento de lluvia m谩s intensa.
En realidad, fue una gar煤a que no pas贸 de llovizna, pero oblig贸 a apurar el cronograma en una hora. Por eso, pasadas las 19.30, cuando deb铆a empezar EOY, hab铆a poco m谩s de siete mil personas en el predio de Ciudad y ya se hab铆an evaporado el show de los de Temperley y el de Adam Green, que en apariencia luce como un Andy Chango babyface y en escena como un crooner descarado. El 鈥淛essica, Jessica Simpson, est谩s tan equivocada鈥 que tan bien resume el humor verde de Green caus贸 una divertida sorpresa en los pocos que disfrutaron de su show, una resignada sorpresa en los que escucharon por radio mientras viajaban y ninguna sorpresa para los muchos que se desayunaron que el show hab铆a terminado sin esperarlos llegar.
鈥淏asta de peleas entre emos y floggers, son todos igual de putos鈥, lanz贸 Wallas desde la cresta de una ola de psicodelia y surf rock, y eso le vali贸 los primeros aplausos del show de Massacre. Y si a alguno le pareci贸 un comentario mis贸gino fue porque no lo conoc铆a. 鈥溌緾贸mo? 驴Ahora dice que es la reina de Marte?鈥, se consult贸 un perturbado. La mirada fulminante del tatuado que ten铆a enfrente, que parec铆a sacado de El hombre ilustrado de Bradbury, ofici贸 de respuesta suficiente. Pero la aparente falta de comuni贸n entre los p煤blicos (el tradicional de Massacre y Babas贸nicos, el aforo m谩s recientemente adquirido por Babas, los guachos de Dante y los por siempre alternativos amigos y seguidores de El Otro Yo) fue m谩s clara en las diferencias en el pogo que en grescas que no existieron.
A Massacre no se le hizo tan dif铆cil definir entre el deseo de los m煤sicos por mostrar lo nuevo y el de sus seguidores de escuchar los cl谩sicos. Desde el arranque, con 鈥淚nvasoras amazonas鈥, 鈥淭e leo al rev茅s鈥 y 鈥淟a octava maravilla鈥 hasta el cuelgue de 鈥淪of铆a, la s煤per vedette鈥, 鈥淟a epidemia鈥 y 鈥淩esurrecci贸n鈥, dieron un show del palo y al palo. Aunque tambi茅n dejaron espacio a la psicodelia con un gran desarrollo audiovisual proyectado sobre las cinco megapantallas del escenario principal. 鈥淕racias a los que nos dejaron estar ac谩 y a ustedes que se bancan a las otras bandas para vernos a nosotros鈥, dej贸 incompleto Wallas. Dio unos segundos de chang眉铆 para captar la humorada y remat贸: 鈥淣ah, est谩 todo bien, si los Massacre somos tan putos como los Babas贸nicos鈥. Y besito a la c谩mara.
Que Dante haya podido arengar 鈥渟alta Buenos Aires, salta Adam Green鈥 es bot贸n de muestra del eclecticismo interno que tuvo una jornada que en apariencia parec铆a unificar todo en torno de lo alternativo. El show del ex Illya Kuryaki and the Valderramas tuvo altibajos desde el p煤blico, que no termin贸 de entender si deb铆a saltar y agitar manos o disfrutar del fraseo bizarro de Spinetta Jr. 鈥淭engo altas llantas y la mejor casaca鈥, cant贸 mientras dos mamis quebraban sus caderas detr谩s. 鈥淪altando mis guachos鈥, se despidi贸 y no quedaba mucho m谩s, excepto destacar la impecable base r铆tmica del batero Marcelo Baraj y el percusionista Carlos Salas.
El comienzo de Babas贸nicos es un descontrol: la vieja escuela se abre paso entre las remeras escote en V, los chupines deste帽idos van trotando entre pantalones de colores, y en una vuelta de 鈥淓stoy rabioso鈥 se llega al cuarto delantero de la muchedumbre. Suenan 鈥淪in mi diablo鈥 y 鈥淧endejo鈥, en 鈥淓scamas鈥 se respira y se vuelve al ataque con 鈥淪oy rock鈥. Las dos tendencias claras en los recitales de Babas贸nicos se cortan. Primero, la de tocar s贸lo los 煤ltimos tres discos, con 鈥淧atinador sagrado鈥. Despu茅s, la de hacer dos temas al taco y uno para bajar. Para la segunda mitad del set, los que saltan y bailan son j贸venes que intentan entonar. La porci贸n de p煤blico hist贸rico a煤lla las letras de parado, entre la mara帽a de celulares que registran lo que los que lo sostienen no ven por sus propios ojos. Lo que por com煤n no deja de ser extra帽o.
De a poco van quedando s贸lo los nuevos. La seguidilla de 鈥淟as dem谩s鈥, 鈥淚rresponsables鈥, 鈥淐arism谩tico鈥 y 鈥淵egua鈥 limpia de 铆mpetu nuevo rock al p煤blico. A esta altura, una sorpresa como la del Pepsi Music 06, cuando Pity de Intoxicados subi贸 a cantar con Babas贸nicos, es imposible. Varios reclaman: 鈥淗ab铆an empezado muy bien y bajaron鈥. Alguno se acuerda de Wallas: 鈥淭en铆a raz贸n, salvo Massacre, eran todos caretas鈥. Peque帽as delicias de la vida festivalera, que contin煤a este jueves.
Informe: Luis Paz
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