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El primer a帽o en la historia del Col贸n en que no hubo temporada l铆rica de ninguna clase, no es poca cosa. Y mucho menos si ese a帽o fue el del centenario de la sala. Es imposible referirse a 2008 sin pensar en lo que no fue 鈥搚 pudo haber sido鈥. El primer a帽o de la gesti贸n todav铆a a cargo termina sin una programaci贸n anunciada formalmente para 2009 o, peor, con varias temporadas falsas hechas p煤blicas pero descartadas en privado, como si la divulgaci贸n oficial no implicara compromiso alguno. Con una cronolog铆a que asusta de s贸lo recordarla y un centenario de la sala sin festejo digno, el 2008 finaliza, para el actual director, el ex rector del Nacional de Buenos Aires Horacio Sanguinetti, con varias bajas en la n贸mina inicial de colaboradores 鈥搑enunciaron un director del ballet, un manager de la Orquesta Filarm贸nica, un director de la Orquesta Estable, un director art铆stico en las sombras (Salvatore Caputo) y un director ejecutivo sombr铆o (Mart铆n Boschet)鈥 y con un directorio que la Ley de Autarqu铆a obligaba a constituir con 鈥減ersonalidades de probados antecedentes en el campo de la cultura鈥 y que, en los hechos, fue integrado por dos contadores y un abogado especializado en defender los intereses de las empresas en conflictos laborales, todos ellos miembros del PRO.
Varios convenios con provincias, que culminaron con una Traviata de escas铆simo nivel art铆stico presentada en San Luis al costo de los escasos pesos que quedaban del presupuesto y con la consecuencia de la cancelaci贸n del ballet Giselle en la Capital, una serie de presentaciones de estudiantes de canto avanzados, acompa帽ados al piano, en diversas escuelas, una mir铆ada de recitales de arias de 贸pera, sin montaje ni idea de espect谩culo alguno a los que la direcci贸n del teatro bautiz贸 鈥済alas鈥, con sorprendente autoindulgencia, y la p茅rdida de 1.600.000 pesos del presupuesto propio, por falta de uso y por ignorancia de los procedimientos administrativos del municipio fue todo lo que la actual gesti贸n tuvo para mostrar luego de haber criticado con salvajismo a las autoridades anteriores y haber desmantelado cada uno de sus planes, empezando por las temporadas programadas.
Adem谩s, claro, est谩 la cuesti贸n del edificio. De la historia anterior mal puede ech谩rsele la culpa a los directivos actuales pero s铆, en cambio, son los responsables del a帽o de inactividad y desinteligencias en la materia. Seg煤n fuentes bien informadas, lo que detiene a las obras en este momento es la falta de decisi贸n acerca de si los talleres deben quedar dentro del Col贸n o ser mudados afuera, lo que adem谩s de sus implicancias arquitect贸nicas tiene altos valores simb贸licos e inquieta sobremanera a los gremios. Pero el problema mayor es estructural y llama la atenci贸n en un gobierno que pregona la eficacia como valor y que se remite con frecuencia a las leyes de la empresa privada como modelo. La situaci贸n en que han colocado el aspecto edilicio del Col贸n lleva la semilla de la ineficiencia en su propia estructura, bic茅fala en el mejor de los casos. Quien debe dar el visto bueno es el director del Col贸n, subordinado del Ministerio de Cultura. Pero las obras est谩n en la 贸rbita de la Direcci贸n General de Obras de Arquitectura del Ministerio de Desarrollo Urbano, de manera que no hay una autoridad clara y, tampoco, nadie que sepa con certeza, ni en el Col贸n ni en el Ministerio de Obras P煤blicas, qu茅 es lo quiere hacerse, partiendo de la base inevitable de lo que ya est谩 hecho.
Lo cierto en que en ese contexto fue casi un milagro el ciclo de abono mantenido por la Orquesta Filarm贸nica de Buenos Aires, que a partir de 2009 pasar谩 a llamarse 鈥渄el Teatro Col贸n鈥, seg煤n anunci贸 exultante Sanguinetti, como si se tratara de algo importante. Su director, Arturo Diemecke, con notable carisma y empat铆a con la orquesta, consigui贸 mantener un buen nivel musical y, a pesar de criterios de programaci贸n algo err谩ticos, tuvo puntos muy altos, como su interpretaci贸n de Popol Vuh, de Ginastera, y de las Suites de Dafmis y Clo茅, de Ravel. Tambi茅n dentro del 谩mbito oficial de la ciudad tuvo lugar el duod茅cimo ciclo de m煤sica contempor谩nea del Complejo Teatral. Ya la mera permanencia es un logro destacable y, a lo largo de su desarrollo, hubo actuaciones de gran nivel, como la del grupo alem谩n Recherche.
Entre las visitas extranjeras se destacaron varias de las propiciadas por el Mozarteum Argentino: la de la Orquesta de Lieja, dirigida por Pascal Roph茅 y con una luminosa Susan Graham como solista, la del notable Cuarteto Alban Berg, en su despedida, la del violinista Joshua Bell, la actuaci贸n de Jordi Savall al frente de la Capella Rial de Catalunya y la de la Orquesta de la Capilla Estatal de Berl铆n, dirigida por Daniel Barenboim, quien adem谩s de brindar versiones magistrales de las 煤ltimas sinfon铆as de Bruckner encontr贸 tiempo, en el final de su concierto en el Luna Park, para hablar de la situaci贸n del Col贸n y de 鈥渓os responsables y los irresponsables鈥 del asunto.
Tambi茅n llegaron, tra铆dos por el ciclo que se desarrolla en Amijai, tres grandes violinistas: Schlomo Mintz, Gidon Kremer y Pichas Zukerman, los dos 煤ltimos haciendo m煤sica de c谩mara. En relaci贸n con las versiones de 贸peras que brindan Buenos Aires L铆rica y Juventus Lyrica, continu贸 una actividad profusa dentro de la cual se destac贸 la versi贸n de Ifigenia en T谩uride de Gluck, ofrecida por la primera de estas asociaciones, protagonizada por Virginia Correa Dupy, dirigida musicalmente por Alejo P茅rez y con puesta de Rita Cosentino. La Compa帽铆a de las Luces, dirigida por Marcelo Birman, que ya desde hace a帽os lleva adelante una coherente actividad alrededor de la 贸pera barroca, present贸 Castor y Pollux, de Rameau, y edit贸 este a帽o su primer 谩lbum discogr谩fico, con una versi贸n excelente, tambi茅n, de Ifigenia en T谩uride de Gluck.
Hubo, adem谩s, varios ciclos destacables de m煤sica de c谩mara. Sonidos prohibidos, dedicado a m煤sicas y autores perseguidos durante el nazismo, uni贸 a la alt铆sima calidad musical la investigaci贸n sobre repertorios habitualmente no transitados. Varios de estos emprendimientos contaron, por otra parte, con el apoyo de la Fundaci贸n Alejandro Szterenfeld, y la Biblioteca Nacional, al filo entre la m煤sica y otras disciplinas, produjo adem谩s de numerosos conciertos, el ciclo bautizado Topofon铆as, creado por el compositor Miguel Galper铆n, en que cuatro creadores 鈥揺ntre ellos el compositor Mart铆n Liut鈥 trabajaron a partir de la propia biblioteca, entendida como material. La visita de Mart铆n Matal贸n, para dar un concierto organizado por el CETC y para organizar una escuela de m煤sica contempor谩nea estuvo, tambi茅n, entre lo m谩s destacable de 2008.
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