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El rock, una expresi贸n cultural que suele verse atravesada por diferencias generacionales y/o estil铆sticas, vivi贸 anoche uno de esos encuentros familiares que se potencian cuando el cartelito 鈥済ratis鈥 invita a movilizarse. Vicentico demostr贸, en la apertura del ciclo de grandes recitales gratuitos organizados por la Secretar铆a de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, que es un artista ideal para este target integrador de distintos 鈥済ustos鈥. Convoc贸 a alrededor de 50 mil personas de todas las edades y segmentos sociales en el show brindado en el Rosedal de Palermo.
De pronto, en la hermosa tarde-noche en los lagos cambi贸 el eje de atenci贸n: la placidez de los botecitos a pedal fue reemplazada por los decibeles de una banda que luce cada vez m谩s potente.
El show de Vicentico fue de menor a mayor. Menos atenta que antes a la necesidad de sonar perfecta y 鈥渓impia鈥, su banda ahora parece haber adquirido otro sabor, pleno de matices y condimentos. La referencia de Los Fabulosos Cadillacs estuvo presente durante todo el recital, aunque no se hiciera expl铆cita en remeras o en banderas (no era un show del lndio Solari). Parte del p煤blico, de todos modos, manifest贸 en varias oportunidades un deseo que no suena descabellado: 鈥淪贸lo te pido que se vuelvan a juntar...鈥. Para entonces, el cantante ya los hab铆a arengado con la interpretaci贸n de temas como Demasiada presi贸n, Los condenaditos y Se despierta la ciudad. Pero fiel a su fama de renegado, cuando escuch贸 los cantitos contest贸, con ese t铆pico tono de voz que denota una suerte de rebeld铆a resignada: 鈥淏ueno, por favor silencio que esto no es una cancha de f煤tbol. Este fue el 煤nico tema de Los Cadillacs que vamos a tocar, para esos inadaptados que piden que nos juntemos鈥. Fue despu茅s de una notable versi贸n de El aguij贸n, con Vicentico s贸lo con la guitarra. No cumpli贸: despu茅s llegar铆an Vasos vac铆os, Carnaval toda la vida y Desapariciones, para cerrar finalmente con un tema de su disco solista Los Rayos: Tibur贸n. El Rosedal hab铆a perdido ya su tradicional compostura dominguera.
El recital tuvo algunas perlitas. Por ejemplo la interpretaci贸n de El cantante. El tema de Rub茅n Blades, popularizado aqu铆 por Andr茅s Calamaro, ya hab铆a sido revisitado por Los Cadillacs hace unos a帽os, seg煤n confes贸 Vicentico. Otra canci贸n escuchada anoche tambi茅n figura en el repertorio de Calamaro: Algo contigo. Vicentico la enganch贸 con Culpable. No era una noche para andar renegando de los hits.
Vicentico tambi茅n aprovech贸 para ofrecer una interesante versi贸n de Live and let Die, demostrando su capacidad para darle nueva vida a canciones ya consagradas. Sobre el enorme cami贸n-escenario comprado especialmente para este ciclo (que continuar谩 con otros pesos pesado de la m煤sica popular argentina: el s谩bado pr贸ximo se presentar谩 Luis Alberto Spinetta, y el 18 Mercedes Sosa) y futuros eventos oficiales, se respiraba un ambiente de felicidad y buena onda. Abajo, esa sensaci贸n se multiplic贸 por miles. Cuando todo termin贸, la noche les devolvi贸 a los lagos de Palermo su fisonom铆a habitual.
Informe: Roque Casciero.
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