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Martes, 28 de febrero de 2006
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NUEVOS COMPOSITORES EN EL FESTIVAL BUENOS AIRES TANGO

Sube el índice de riesgo tanguero

Bajo la tutela de Gustavo Beytelmann, seis jóvenes compositores, convocados por el festival, están presentando sus creaciones.

Por Cristian Vitale
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Schissi, Linetzky, Guerschberg, Posetti y Gallo: nuevos caminos para el tango.

Diego Schissi y Andrés Linetzky son dos de los seis jóvenes compositores que los organizadores del VIII Festival de Tango convocaron para transitar nuevos caminos en el género. Como Pablo Mainetti y Nicolás Guerschberg ayer, ambos tratarán de sorprender a un público ávido y receptivo, en la Sala Pablo Neruda del Complejo La Plaza. Linetzky, hoy a las 20.30 –antes que su compañero y amigo Ramiro Gallo, autor de Tango, Obra de 4 movimientos–, y Schissi, mañana, precediendo a Sonia Posetti, mujer que expresará su talento a través de Suite de los elementos. “La idea central fue que ellos pudieran componer una obra, que reflejara aspectos experimentales en un lenguaje ligado al tango y libre de presiones profesionales”, sostiene el pianista Gustavo Beytelmann, tutor de este sexteto de creadores.

El proyecto global, ideado por Adrián D’Amore, tiene dos rasgos que lo caracterizan: experimentación y riesgo. Impulsados por ambos factores, Mainetti, Guerschberg, Linetzky, Schissi, Posetti y Gallo –todos menores de 40 años– significan para el experimentado Beytelmann un aire de libertad e improvisación en medio del corset que impone la labor profesional. “Yo fui tutor, no profesor. No impuse un método ni una concepción estilística o estética. Mi relación con ellos fue discutir lo que ellos me presentaban, ayudarlos si me lo pedían y defenderlos en cualquier caso. Su única responsabilidad fue expresarse con libertad”, expresa el director artístico de la cátedra de Tango Argentino de la Universidad de Rotterdam. “Si esto tiene la suerte de persistir, tal vez podamos ayudar a la supervivencia del género y comenzar un trabajo de repensar el tango desde distintos ángulos.”

La obra que expondrá hoy Linetzky –Suite del Neotango– está directamente relacionada con sus afectos más cercanos. “La fui armando con temas referidos a gente y lugares queridos, que me traen recuerdos”, define ante Página/12. Con ciertos “impulsos” atonales y no demasiado distante de su cosmos creativo habitual, el músico de 31 años admite la importancia que tuvo Beytelmann en el proceso de creación. “Siempre nos alentó a buscar nuevos horizontes. A mí me ayudó a sacar cosas que son parte mía y de las que tal vez no me daba cuenta.” La misma impresión deviene de las palabras de Schissi –seis años mayor que Linetzky–, quien terminó de escribir El tren hace 15 días. “Gustavo me abrió la puerta para crear sin calcular. Directamente me dijo: ‘Vamos a hacer la música que vos quieras y puedas, no te cierres por querer conformar a nadie’.”

El tren está basada en un cuento corto de Santiago Davobe, viejo escritor amigo de Jorge Luis Borges y Bioy Casares cuyo único libro –de edición póstuma– se llamó La muerte y su traje. Schissi trató de musicalizar el viaje en tren entre Morón y Once que el escritor describe en el cuento y se encontró con un mundo lleno de matices. “Traté de seguir, a modo de música de película, los avatares del protagonista. Por eso, la obra tiene una mezcla de lenguajes bastante fuerte. Hice una pequeña trampita: elegí un texto y me fui por un lugar distinto para no encontrarme con preguntas paralizantes. Por eso, el lenguaje es mixturado.” La alquimia radica en dosis de música contemporánea, música clásica europea, jazz y, claro, tango. “Terminó quedando algo bastante ecléctico. Habrá que ver si desde afuera se nota como un híbrido o como algo equilibrado en términos estéticos”, reconoce el compositor.

Seguidor de Horacio Salgán, Astor Piazzolla y del director de la Orquesta Escuela de Tango, Emilio Balcarce, Schissi se presentará con siete músicos (cuarteto de cuerdas más contrabajo, piano y batería) y refleja uno de los colores de la paleta que Beytelmann intentó llenar. “Me puso contento que estas piezas, que no fueron compuestas en acuerdo por cada uno de ellos, estén caracterizadas por la diversidad. Ninguna se asemeja a otra, porque en la diversidad se encuentra la riqueza. Algo que tenemos que defender a muerte, independientemente de nuestros gustos”, sostiene el experimentado Beytelmann, que mostrará lo suyo el jueves en el Teatro de la Ribera.

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